CASO ROGANTI – Uno de los sicarios amenazó de muerte a su expareja, testigo clave en la causa
Dévora Eve designó abogado defensor y ayer mismo fue indagada por el fiscal René Bosio, aunque optó por abstenerse. En tanto, Sebastián Eve fue trasladado desde Monte Cristo al penal de Bouwer luego de ser imputado por un nuevo delito
La hermana mayor de los sicarios santafesinos que atentaron contra la vida del villamariense Alejandro “Caño” Roganti, la noche del 14 de abril de 2008, se abstuvo ayer de declarar al ser indagada por el fiscal René Bosio.
El miércoles por la tarde, luego de que el instructor de la causa la convocara para ejecutar la medida procesal, Dévora Raquel Eve (47) pidió un plazo de 24 horas para designar un nuevo defensor, trámite que se concretó en la víspera, cuando el abogado cordobés Tomás Aramayo asumió formalmente el cargo.
Aramayo se presentó al mediodía en la Fiscalía y solicitó la indagatoria (que en principio estaba programada para hoy) ya que debía regresar a Córdoba para atender otros asuntos profesionales.
La mujer fue trasladada a los Tribunales desde el Establecimiento Penitenciario Nº 5, donde fue alojada el martes pasado, y a las 13.30 comenzó a ser indagada. Sin embargo, después que le leyeran la acusación que se le atribuye, Eve hizo uso del derecho constitucional que le permite abstenerse de declarar, sin que ello sea interpretado como una presunción de culpabilidad.
En cambio, sí compareció sobre condiciones personales y cuando concluyó la requisitoria fiscal, fue nuevamente llevada hasta el penal de barrio Belgrano ya que pidió expresamente continuar en Villa María, pese a estar radicada en barrio Alberdi de la capital provincial.
Cabe recordar que Dévora Eve está imputada como supuesta “partícipe necesaria de homicidio triplemente agravado, por precio o promesa remuneratoria, por alevosía y por uso de arma de fuego, en grado de tentativa”.
El mismo delito se le atribuye a Miguel Angel Valente (64), el encargado de la Casa del Estudiante que el Sindicato Regional de Luz y Fuerza posee en la ciudad de Córdoba, mientras que el secretario general del gremio, Eduardo Angel Brandolín (63) está acusado como presunto autor de “homicidio triplemente agravado, por precio o promesa remuneratoria, por alevosía y por uso de arma de fuego, en grado de tentativa, en calidad de instigador” (autor intelectual).
Tanto Valente como Brandolín se encuentran alojados en la cárcel de Bouwer, penal al que pidieron ser trasladados el miércoles luego de ser indagados por Bosio.
Nueva imputación
Por otra parte, el fiscal de Instrucción y Competencia Múltiple de la ciudad de Alta Gracia, Alejandro Peralta Ottonello, le imputó a Sebastián Baltazar Eve (45) la presunta comisión del delito de “amenazas calificadas” luego de una denuncia presentada en las últimas horas por su expareja Vanesa Heredia, una testigo clave del “caso Roganti”.
La mujer, que integra el Programa Nacional de Protección a Testigos, recibió una llamada telefónica intimidatoria de su exconcubino pocas horas después que la Policía detuviera a Dévora Eve, el martes pasado.
Además, el funcionario judicial dispuso que el autor material de los cinco disparos que recibió el dirigente villamariense hace más de una década en la puerta de su domicilio, fuera trasladado a la cárcel de Bouwer desde el Establecimiento Penitenciario Nº 4 Colonia Abierta de Monte Cristo, donde se encontraba alojado e incluso gozando de salidas transitorias por el tiempo que ya lleva privado de la libertad.
A raíz de esta nueva acusación, Sebastián Eve podría perder ese beneficio carcelario y, de comprobarse el hecho denunciado, recibiría una nueva condena que agravaría su situación procesal.
Cabe señalar que en junio de 2010, al cabo de un juicio realizado en Villa María, el mayor de los sicarios recibió una condena de 15 años de prisión efectiva por atentar contra la vida de Roganti. Pero como tenía pendiente parte de una sanción anterior, se le impuso una pena unificada de 18 años.
Pero el pasado 26 de abril, luego de un planteo efectuado por la Defensa de Eve con respecto al cómputo de la condena, la Cámara del Crimen local se la redujo en tres años y ocho meses, por lo que fue fijada en 11 años y cuatro meses, a los que se sumaron los tres años que tenía pendientes.
En definitiva, la sentencia unificada quedó en 14 años y cuatro meses.
Como es de público conocimiento, el otro sicario condenado es Maximiliano Francisco Eve (41), quien en agosto de 2014, en la Cámara Octava del Crimen de la ciudad de Córdoba, recibió una pena de siete años y dos meses de prisión luego de ser declara “partícipe secundario de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, en grado de tentativa”.
Jueza de Control
En otro orden, la jueza Edith Lezama de Pereyra deberá resolver hoy un planteo de “control jurisdiccional” realizado el miércoles por los codefensores de Brandolín, quienes solicitaron la libertad del gremialista cordobés.
Según pudo saber EL DIARIO en la víspera, los abogados capitalinos Ernesto José y Ernesto Alfredo Gavier (padre e hijo) hicieron la presentación que debe resolver la jueza de Control dentro de un plazo máximo de 48 horas.
Si la magistrada hace lugar al pedido de la Defensa, le ordenará a Bosio que le conceda la libertad al titular del Sindicato Regional de Luz y Fuerza, bajo aunque determinadas condiciones legales. Pero si lo rechaza, confirmará la medida de coerción dictada por el fiscal.
Si Lezama opta por la segunda alternativa procesal, entonces será el instructor de la causa quien decidirá la suerte de Brandolín a mediados de la semana venidera.