En recuerdo – A los 60 años falleció ayer el escritor, historiador, exfuncionario y militante local
El ideólogo de la recordada “Cantata a Villa María” fue recordado por sus familiares y colegas
“El más chico, Rubén, el enano terrible, el que me hacía pasar papelones con mis amigas, el que sabía todo de todo lo que a una se le ocurriera preguntar, el que de grande me hizo sentir orgullosa de tener un hermano escritor-historiador, el que me hizo enojar más de una vez, el que hacía payasadas en las fiestas familiares, inenarrables y memorables por lo divertidas, ése mismo se está muriendo ahora, en una agonía sin fin”, había escrito días atrás una de sus hermanas Laura Rüedi (eran cinco en total y en marzo pasado había muerto María Eugenia “Geni”, la menor) y que se viralizara por las redes sociales.
Final y tristemente, ayer a las 6.30 falleció a los 60 años Rubén Santiago Rüedi, el escritor, poeta, historiador, artesano, exfuncionario municipal (fue director de Cultura durante las gestiones municipales de Eduardo Accastello y Nora Bedano, luego responsable de Patrimonio Histórico y presidente de la Junta de Historia), hincha de River Plate y militante peronista.
Conocida la noticia comenzaron a emerger los recordatorios y las semblanzas del artista que marcara un hito a nivel local cuando estrenara junto a su pareja, la cantante Graciela Yessín, la “Cantata a Villa María”, basada en textos de Bernardino Calvo.
Dicha propuesta, socializada por primera vez en septiembre de 1997 en el Teatro Verdi, en el marco de los 130 años de la ciudad y con 130 artistas en escena, también llegaría a montarse en escenarios de Córdoba y Buenos Aires.
La misma producción tuvo posteriormente una segunda versión -donde se extendía la revisión cronológica hasta principios del siglo XX-, y a comienzos del año pasado el propio Rubén había anunciado que iba a reeditarse con una nueva puesta y con la participación de sus hijas, Angela y Paloma, dentro de los 150 años de la Villa, pero la salud le jugó una mala pasada.
En febrero de 2017 debió someterse de urgencia a una compleja intervención quirúrgica que lo mantuvo alejado de los proyectos profesionales y colectivos.
En actividad
En los últimos años, Rubén se abocó a brindar charlas de historia local y regional (en febrero pasado concretó un par de veladas de “Historias a la carta” en Concept), presentar sus respectivos libros publicados, participar de jornadas organizadas por la Red de Institutos de Estudios Históricos de la Provincia de Córdoba, organizar intercambios con alumnos de primaria sobre “Nuestros pueblos originarios” y colaborar con medios como EL DIARIO (el año pasado publicó el suplemento coleccionable “Villa María en lo profundo del tiempo”), en Uniteve (el programa “Villa María, la historia”, que fuera nominado a los premios Acorca), y Mirate (“Sucesos de la historia”).
También abrazó las causas de solidaridad por Palestina y la República Arabe Siria y apoyó al peronismo y al kirchnerismo puntualmente: el 17 de noviembre de 2017 recibió un homenaje por parte del Partido Justicialista local.
En 2011 fue anfitrión como director de Patrimonio, junto a Daniel Baysre, de la llegada a la ciudad de Alberto Granado, el legendario amigo del Che Guevara. Del mismo modo también llegaría a conocer a Carlos “Calica” Ferrer, el otro amigo con quien el revolucionario rosarino recorrería América Latina antes de convertirse en un referente mundial. En efecto, Rüedi fue quien publicó en estas páginas las cartas y poemas que el Che había escrito en Villa María en 1947, cuando trabajaba para Vialidad Nacional.
Asimismo colaboró como nexo en el hermanamiento con la localidad italiana de Trebisacce al igual que en la década anterior había hecho lo propio para el hermanamiento con la ciudad de Savigliano.
Una de sus últimas intervenciones públicas en la ciudad se concretó el 28 de junio en la sede de Patrimonio, un día antes de la inauguración de la muestra “El lenguaje secreto”, donde Rubén aportara poemas junto al escritor Eduardo Belloccio, Ernesto “Chueco” Fernández Núñez (escritor, vicepresidente de la SADE a nivel nacional y escultor), Omar Alvez (escritor y escultor), Eduardo Pin (fotógrafo y escultor, quien ha expuesto en Nueva York, México y Europa) y Roberto Zayas (fotógrafo de EL DIARIO).
Palabras en redes
Graciela Yessín (su pareja): “La historia en su memoria perdurará por siempre en todos los rincones de esta querida ciudad que tanto le brindó y a la que tanto entregó con toda el alma. En esta fría madrugada (por ayer) partió un hombre envuelto en sueños y bellas utopías. Ha muerto un ser con alma de pájaro. Tal vez un día nos volvamos a encontrar en alguna melodía compartida. Será lindo volver a remontar el vuelo. Quedarán sellados en mí los momentos profundos compartidos. ¡Hasta siempre!”.
Angela Rüedi (hija): “Gracias por tanto. Trataré de engrandecer tu nombre por lo que me reste de vida. Ya sos paz y luz… te amo, papá. Hasta la victoria siempre, mi niño que lo sabe todo.
Paloma Rüedi (hija): “Hasta la victoria siempre. Mi amor compañero”.
Normand Argarate (escritor y exfuncionario municipal): “Hasta siempre compañero. Una gran parte de mi vida se va con vos y la tristeza se queda acá. No voy a olvidarte jamás”.
Darío Falconi (escritor y editor): “Rubén, ¿la historia no termina nunca? ‘Mientras siga amaneciendo, un hombre despierte y cante un pájaro, la historia no termina nunca’. Me quedo con esa respuesta de una de las varias charlas que pude tener con él. Se fue un profesor, un gran escritor, un investigador de lo nuestro, un tipo emprendedor; nos quedan sus obras. Aún no se puede creer. Un abrazo”.
Juan Montes (actor, director, escritor): “Villa María despide a otro de los poetas populares que describió su aldea y quedará dibujada en nuestra historia. Adiós al ‘Sordo’ Rüedi”.
La Red de Institutos de Estudios Históricos de la Provincia de Córdoba: “Comunicamos, con pesar, el fallecimiento del historiador de Villa María, Rubén Rüedi, quien fuera coordinador de RIEHC en su edición N° 36 en La Falda. A sus familiares, nuestro sentido pésame”.
Desde el Instituto de Historia
El Instituto Municipal de Historia de Villa María quiere informar, con hondo pesar, el fallecimiento del historiador villamariense Rubén Santiago Rüedi. De dilatada labor cultural, Rüedi fue escritor, historiador, docente, artista y gestor cultural. Autor de varias novelas, poemarios y textos diversos, dejó también una profusa obra en el campo de la historia. Dentro de este último género se encuentran, entre otros trabajos, “La Aldea-Villa María en tiempos fundacionales”, “Pasco, centenario de los primeros pobladores”, “Noches serenateras, la historia del Festival Nacional de Peñas Folclóricas de Villa María”, “La historia de Villa María (3 tomos)”, “Maradona, el médico de la selva”, “Ramón Carrillo, al gran pueblo argentino salud” y “El zoológico de Salomón”.
Por otra parte, el historiador villamariense, quien ejerció las direcciones de Cultura y de Patrimonio Histórico de la ciudad de Villa María, fue miembro fundador y presidente de la Junta Municipal de Historia de esta ciudad. Organismo antecesor del Instituto Municipal de Historia de nuestra localidad.
Su pasión por los estudios históricos lo llevó a integrar el Centro de Estudios Históricos del Interior de la provincia de Córdoba y el Centro de Estudios Históricos, Políticos y Sociales “Felipe Varela”.
Palabras para pensar en un amigo
Encontrar palabras para expresar sentimientos no es algo fácil para alguien que nunca ha sido hábil para hilar poesía con una birome en la mano.
Si repasamos las grandes figuras de la historia, han tenido la virtud, siempre, de llegar a las masas a través del uso del lenguaje, verbal y/o escrito, y lograr de esta manera movilizarlas, y en algunos casos, definirlas… identificarlas.
Jamás podré saber cuál ha sido la incidencia de Rubén en «las masas», pero puedo decir cuál es el arte que el empleaba con aquellas personas que lo conocimos. Su pasión por la historia y la escritura era solo compartida con la pasión por los amigos y la familia, que procuraba condensar y agrandar cada vez que podía: «Siempre hay lugar para alguien más en la mesa». Su actitud altruista lo llevó a ser una pieza clave para llevar a cabo el hermanamiento entre su eternamente bella Villa María y la ciudad de Trebisacce, en Italia, que en la voz de su intendente abogado Franco Mundo, comparte sus condolencias. Su partida dejará seguramente un vacío muy grande de llenar, pero para los que tuvimos la suerte de conocerlo, tendrá un lugar en «nuestro libro de historia». Porque, sin ser Napoleón, Galeano, San Martín (o quien se ocurra), permanecerá en nuestro pensamiento y en nuestro corazón como un personaje ilustre.
Así era mi amigo, del cual me despido el día de hoy pidiéndole prestado el arte de escribir y agradeciéndole por haberme enseñado el arte de la amistad.
Mario Stellato – Delegado para el Exterior de la Municipalidad de Trebisacce
Ayer a la madrugada dejó este mundo el amigo, el poeta, el compañero Rubén Rüedi.
A mí me parece que se fue de gira.
Tenía tantas cosas por hacer, tantas ganas de hacer, que no pudo esperar los tiempos terrenales.
Quería que lo acompañáramos a Italia, a Maquijata, a Bolivia, a Buenos Aires, al Chaco, a la escuelita de… En fin, todos compromisos promovidos por sus libros, por sus realizaciones, por sus ganas de hacer. Y no podía esperar. Son muchas cosas que me dijo, y no tengo mucho tiempo.
A mediados de junio presentó su última investigación sobre la vida del ‘padre del sanitarismo argentino’, el médico santiagueño Ramón Carrillo. Un libro de extraordinario valor documental “Al Gran Pueblo Argentino Salud” en el gremio de los Viajantes en Buenos Aires.
Aún aquejado por sus males, no dejaba de programar su futuro, sus viajes, sus libros, su poesía. Dejó una obra inmensa: para el análisis, para la reflexión, para la historia. Su pluma comprometida no se desvió un ápice de su forma de vivir y de pensar.
Hay que leer a Rüedi por el puro placer de acompañarlo en su vuelo matinal con los colibríes, para conocer a Los Cristos del Mundo, beber de las aguas del Ctalamochita y hacer un alto en El Reloj de Sol, para cobrar altura… para cobrar altura, para ganar el cielo.
Eduardo Belloccio