Una intervención quirúrgica más corta, menos invasiva y con menores riesgos que la ligadura de trompas que se realiza en mujeres, con el fin de evitar embarazos
Aumentaron notablemente las consultas y se realizan hasta el triple de cirugías por mes. Un médico local que se desempeña en el ámbito público y privado asegura que se concretan más en este último caso debido al poco “acceso a la información” de los sectores humildes
Un hombre casado, con hijos, que junto a su esposa planificaron no reproducir más. Un reciente divorciado que mantiene una vida sexual activa, pero no quiere correr riesgos de tener un hijo con nadie más.
Ese es el perfil que predomina entre los hombres que deciden sobre su cuerpo al realizarse una vasectomía, para evitar embarazos sin que recaigan sobre la mujer las consecuencias de adoptar alguno de los métodos anticonceptivos.
También existe un subgrupo que decide intervenirse para que su pareja pueda dejar de tomar las pastillas, ya sea por problemas económicos o por el daño a su salud que eso representa.
Así lo afirmó el urólogo Hernán Manavella, que se desempeña en el ámbito público (Hospital Pasteur) y privado de la salud en Villa María.
En diálogo con EL DIARIO, el profesional desterró algunos mitos que existen en torno a este método y afirmó que hay un “boom” en consultas después que se puso en agenda el debate sobre el aborto legal.
Al mismo tiempo aumentaron la cantidad de cirugías, de una por mes pasó a realizar hasta tres.
¿Qué pasa con la vida sexual?
Es uno de los principales mitos que gira entorno a la vasectomía, el método “interrumpe un conducto que se llama conducto deferente, cuya única función es transportar los espermatozoides desde los testículos hacia el exterior”, según explicó el médico Hernán Manavella.
“La vasectomía en Argentina, que es un país machista, ha ido de menos a más, por distintos tabúes, falta de información y políticas poco claras en los distintos gobiernos”, comentó el urólogo.
Volviendo a la principal pregunta que se hacen los hombres y por la cuál muchos ni siquiera consideran este método anticonceptivo, Manavella señaló que “es un mito” que se afecta la vida sexual con la operación.
“La calidad sexual va a ser igual con o sin vasectomía, las erecciones van a ser iguales, porque no se afecta ningún tipo de nervios”, detalló.
Requiere algunos cuidados, aunque mínimos, y solo precisa de internación en casos de hombres diabéticos, obesos o con problemas de coagulación de la sangre.
Caso contrario -es decir, la mayoría- consiste en una tarea que dura entre 40 minutos y una hora, con anestesia local, riesgos mínimos y el alta en el mismo día.
Por el contrario, la ligadura de trompas uterinas en la mujer conlleva otro procedimiento mucho más “invasivo”.
“Es un procedimiento bárbaro para el hombre, tienen que sacarse el miedo e informarse, porque a veces la información que circula por Internet no es buena”, aseguró el doctor.
En cuanto al posoperatorio, hay cuidados “inherentes” a cualquier intervención, que son para prevenir infecciones e inflamaciones:
“Es obvio que no podés salir e ir a jugar al fútbol”
Luego se realiza un control sobre la presencia de espermatozoides para verificar que no queden en circulación. “El hombre debe cuidarse (en sus relaciones sexuales) durante tres meses, porque no provoca esterilidad inmediata”, indicó Manavella.
Mediante un análisis llamado “espermograma” se monitorea hasta el tiempo que sea necesario para comprobar que ya no exista circulación de espermas.
¿Es reversible?
Consultado acerca de la posibilidad de revertir la situación de infertilidad luego de realizada la vasectomía, el urólogo Manavella afirmó que se puede, “pero técnicamente esa cirugía es más compleja y se hace con lupas de aumento que no hay en Villa María”.
“El que se arrepiente deberá asistir a un centro de alta complejidad”, dijo, y agregó que en ese caso no se puede garantizar el 100% de fertilidad, aunque se puede optar por la fecundación in vitro.
La desinformación, el aborto y los sectores populares
La campaña nacional por el derecho al aborto legal pregona: “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para abortar y aborto legal para no morir”.
Más allá de lo que pase el 8 de agosto en el Senado, día que se sabrá si se incorpora o no ese derecho en Argentina, se puede decir que el hecho de haberse instalado el tema en la agenda pública ayudó a avanzar en distintas cuestiones relacionadas con la salud sexual y reproductiva.
Hernán Manavella es urólogo en el Hospital Pasteur y en una clínica privada y asegura que a raíz de este tema “ha habido un boom y se han incrementado las consultas”.
Comentó que se dan mayores intervenciones en el ámbito privado que en el público: “La gente de menos recursos no tiene acceso a una información más detallada y consultan menos por la vasectomía, ahí el ginecólogo participa porque lo habla con la mujer y la pareja le transmite al hombre”.
En su caso particular, en el último año y medio pasó de atender un caso por mes a hacer hasta tres vasectomías en el mismo período.
Si bien los números indican que aún falta mucho por hacer en cuanto a difusión y educación sexual anticonceptiva (en el país se hace una vasectomía por cada 134 ligadura de trompas), Manavella aseguró que hoy “los hombres se animan más”.
“Hoy en YouTube podés ver cómo se hace una cirugía y ese acceso a la información ayuda”.
También contó que en países como China, donde hay un fuerte control de la natalidad, “hay largas filas para hacerse la vasectomía”, graficó. De hecho, las pinzas especiales que se utilizan para este proceso fueron inventadas en ese país.
En la salud pública la intervención es gratuita y en el ámbito privado tiene cobertura de las obras sociales. En este punto el médico expresó que las empresas de medicina prepaga “no le dan la importancia que realmente tiene” la vasectomía y pagan honorarios muy por debajo de lo que se paga en otros puntos del país.
“Es un reclamo que venimos sosteniendo los urólogos”, manifestó.
En una sociedad machista como la de estos tiempos no es un dato menor que un debate como el del aborto legal haya sido motivo de incremento de consultas sobre vasectomías.
Falta mucho, pero en el camino de la verdadera implementación de la educación sexual integral se ven grandes pasos como este.
“La vasectomía en Argentina, que es un país machista, ha ido de menos a más, por distintos tabúes, falta de información y políticas poco claras”.
“La calidad sexual va a ser igual con o sin vasectomía, las erecciones van a ser iguales, porque no se afecta ningún tipo de nervios”.