Dio inicio el proyecto solidario de los estudiantes adultos del CENMA Manuel Anselmo Ocampo
Instalarán percheros en lugares concurridos de la ciudad, con bufandas de polar que ellos mismos confeccionan. La idea es que quienes las necesiten puedan usarlas cuando tengan frío y luego las devuelvan en condiciones para otro en su situación, generando una cadena solidaria continua
En los próximos días, en los lugares más concurridos de la ciudad se verán percheros abiertos con bufandas para uso solidario en los días de frío.
El proyecto fue ideado por los docentes y alumnos del CENMA Manuel Anselmo Ocampo y dio comienzo anoche en la sede de la institución educativa, en la esquina de Estados Unidos y Santa Fe.
Las profesoras Mariela Batalles y Mónica Giordano son las creadoras del proyecto, que prendió enseguida entre los alumnos del colegio de adultos.
Comenzaron con la idea en las clases y luego incluyeron el proyecto dentro del programa del Voluntariado Joven de la Municipalidad de Villa María: “El proyecto lo hacemos en la institución, pero también está inscripto dentro del Voluntariado Joven y el municipio nos ayuda. La idea es visibilizar la escuela, que lo necesita”, contó la docente Batalles en diálogo con EL DIARIO.
Una cadena solidaria
Al proyecto lo denominaron “Abrigando esperanzas” y despierta continuamente el interés en los participantes: “La idea es que los chicos hagan bufandas polares con un broche gatito, de manera de poder enganchárselas fácilmente. Cada una va a llevar el logo de la escuela”.
Ese trabajo de confección dio inicio anoche en la institución. Paralelamente a las bufandas se realizaron percheros, que también hicieron los chicos, con caña tacuara y envases descartables: “La idea es poner los percheros adonde asiste mucha gente de la ciudad, como bancos o ANSES, por ejemplo, y colgar las bufandas ahí”.
Los alumnos van a estar repartiendo en los próximos días folletos donde explicarán que la idea es que las personas que lo necesiten en un momento de frío saquen las bufandas de los percheros: “Luego, cuando llegue cada persona a su casa y no la necesite más, la higieniza, la pone en condiciones y la idea es que la vuelva a colgar en el lugar de donde la sacó para que esté disponible para alguien más que la necesite”, explicó Batalles sobre la cadena que intentarán iniciar.
“Vos si salís y tenés frío, la usas. En tu casa la volvés a poner en condiciones y luego la devolvés. También vamos a tratar de concientizar a la gente de que si a mí me hace falta para un momento, también le puede hacer falta a otra persona. Queremos concientizar sobre devolver las cosas en condiciones de usado y recordar la necesidad del otro”, reforzó la docente.
“Para los chicos es un proyecto solidario, en donde ellos aprenden y toman conciencia de lo que es la solidaridad en sí misma. Después de confeccionar las bufandas van a salir a explicarle esto a la gente, a los vecinos de la ciudad, a través de los folletos y la palabra. Así también trabajamos la oralidad”, detalló.
Además, dentro de unos días, una vez que esto entre en funcionamiento, van a hacer recorridos por los lugares en donde se instalaron los percheros para verificar si hacen falta más bufandas, cómo anduvo la devolución, si tienen que poner más o alguna no está en condiciones.
“Hoy (por ayer) desarrollamos el proyecto en sí, la confección. Pero después los chicos van a tener que hacer un seguimiento para ver cómo está el tema de las bufandas. Esta noche preparamos todo y en estos días estaremos colgando los percheros y entregando los folletos”, finalizó la profesora.