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El aborto seguirá siendo una asignatura pendiente en el país

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El aborto seguirá siendo una asignatura pendiente en el país
Así se veía a las 18.30 la convocatoria de quienes estaban a favor de la aprobación de la ley

Interrupción voluntaria del embarazo – Aborto legal, seguro y gratuito – En Villa María se reflejaron ayer las dos posiciones que mantienen separada a la sociedad

Casi a la misma hora, el paseo central y el templo mayor de la ciudad mostraban las dos caras, las dos posiciones que la sociedad argentina mantiene en torno a la cuestión

Aspecto que presentaba la Catedral durante la misa que ofreció el obispo Samuel Jofré desde las 19, en la que se refirió a lo que trataba el Senado

Mientras en la Cámara alta del Parlamento nacional se sucedían los discursos a favor y en contra del proyecto de ley que llegaba con la aprobación de Diputados para la implementación en el país del aborto legal seguro y gratuito, en las inmediaciones, bajo la lluvia, se expresaban ciudadanos que estaban a favor o en contra de la sanción de la ley.

Por el lado de los que alentaban la interrupción voluntaria del embarazo, se pudo apreciar a través de las redes sociales al nutrido grupo de mujeres villamarienses que la noche del martes partieron desde el Concejo Deliberante local, luego de “teñir” de verde el edificio de Mitre 90.

En tanto, en la ciudad, también se daban dos expresiones en torno a la misma cuestión. En plaza Centenario la cita “de color verde” era a las 18.30, mientras que en la Catedral, la “de color celeste” era para las 19.

En el paseo central de la Villa predominaban los jóvenes, muchos de ellos enfundados en los uniformes de sus colegios, aunque también había algunas personas entradas en años.

Unos y otros repitieron allí sus argumentos en las horas previas a la votación de los legisladores nacionales: los abortos clandestinos se cobran cada año la vida de decenas de mujeres, generalmente de escasos recursos, que por diversos motivos acuden a oscuros lugares en los cuales se les interrumpe el embarazo con métodos que ponen en riesgo su integridad. Sostuvieron, por ello, que se trata de un problema de salud pública, que se deben habilitar los hospitales públicos para que esa interrupción se haga de manera segura y que ninguna mujer pueda ser condenada por tomar la difícil decisión ante un embarazo no deseado, sea por un caso de violación o por el que sea, dado que ella es la dueña de su propio cuerpo.

 

En la Catedral

A quinientos metros de allí, vías del Ferrocarril de por medio, en la Catedral, otra importante cantidad de personas se reunió para decirle no a la ley y “sí a la vida”.

En el comienzo, el obispo titular de la Diócesis, Samuel Jofré, dijo sentir “alegría por el gran número de cristianos presentes en un momento de emergencia de la Argentina”.

Con motivo de la celebración, en la misma misa, de la Fiesta de Santo Domingo por ser 8 de agosto, el prelado recordó cómo Domingo de Guzmán dejó un testamento de paz cuando la herejía y el puritanismo habían abierto una división que se pretendía saldar en la guerra. Y Jofré explicó que la santidad de Domingo se fundó en su ardiente deseo de que la luz de Cristo brillara para todos los hombres, algo que predicó y por lo que oró a lo largo de su vida. “La oración y la prédica -dijo el obispo local- fueron sus armas fundamentales”.

Entonces llamó a orar y a predicar a favor de la vida. “Tenemos multitud de argentinos que no aman la vida. Si no valoran la vida propia, la vida plena, aparecen estas situaciones… estos propósitos de matar a los niños indefensos”, expresó el titular de la Diócesis.

Dijo que “si tenemos este propósito de matar a los niños indefensos, falta aprecio a la vida, falta aprecio por cuidar la vida”.

Y agregó: “Esto es algo que vemos a diario en accidentes de tránsito en los cuales se puede ver que no se valora ni la vida propia ni la del prójimo, vemos cotidianamente muertes y asesinatos muchos de los cuales son producto de la droga; vemos los casos de los varones que se valen de la fuerza física para someter a una mujer… Hay en nuestro país rechazo y oposición a la vida inclusive en dirigentes que lo están expresando en este momento”, en alusión al debate que se estaba desarrollando en el Congreso.

 

Las impresionantes movilizaciones de ayer, vistas desde el interior del Congreso

En el Parlamento

Mientras eso ocurría en la ciudad, en el Parlamento avanzaba la histórica sesión, con una tendencia que se perfilaba como irreversible en contra de la aprobación del proyecto que llegó de Diputados.

En la calle, continuaba la vigilia de las dos grandes movilizaciones en las calles, separadas por un importante operativo de seguridad. Y los ojos del mundo puestos sobre la decisión del Congreso argentino.

Hubo 64 oradores, con diez minutos cada uno para exponer su posición.

Como miembro informante, el presidente de la Comisión de Salud, Mario Fiad, expuso en primer lugar su postura contraria al proyecto, respecto del cual señaló que “el derecho a la vida está por convertirse en el más débil de los derechos”.

El senador radical, quien fue encargado de conducir los debates en comisión, afirmó que el proyecto “es violatorio de la Constitución Nacional” y de los tratados internacionales “suscriptos por nuestro país; también de las normas legales sancionadas”.

Posteriormente, el titular de la Comisión de Justicia y Asuntos Penales, Pedro Guastavino, aclaró que inicialmente él estaba en contra del aborto legal, pero al cabo del debate que se dio en ambas cámaras comprendió que “la única forma de entender esto es desde el lado de la salud pública”.

El entrerriano cuestionó la clandestinidad “que pone en riesgo la vida”. Asimismo, dijo, “prácticamente se eliminan las internaciones por abortos con complicaciones y con ello los recursos destinados”.

Guastavino remarcó que “por sobre todo se eliminan las muertes maternas por complicaciones”, algo que puso como “horizonte de todos los que apoyamos este proyecto”.

A su turno, el presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, Dalmacio Mera, aseguró que la ley de interrupción voluntaria del embarazo “no resuelve el problema de la clandestinidad” de esta práctica. Además, el senador del bloque Justicialista puso en duda la constitucionalidad de la ley.

Mera enfatizó que durante los debates en comisión “no pudo escuchar qué sustancia mágica, qué proceso biológico se produce en la semana 12 o 14 para que una vida valga más o menos a partir de ese momento preciso”.

“No hay forma de decirle a un médico que hasta el día de la semana 14 tiene que practicar la eliminación de ese feto, y el día después va preso”, cuestionó.

Otra de las oradoras fue Inés Blas, quien puso a disposición su renuncia a la Banca de la Mujer, pero ratificó su rechazo al proyecto aprobado en Diputados, al advertir que “se vulnera el derecho a la vida”.

“Desde mi condición de militante siempre trabajé en defensa de los derechos de la mujer, y lo seguiré haciendo. Sin embargo, pongo a disposición mi renuncia a la comisión”, anunció Blas, del bloque Justicialista.

El tono del debate -chato y alejado del ruido y la multitud de las calles- solo subió con algunos pocos discursos, como el de la tucumana Beatriz Mirkin, que se quejó a los gritos: “¡Acá todo es no! ¡No al proyecto, no a las modificaciones!”.

La legisladora confesó que le “duele horrorosamente” este tema. “Se habla de tenerlos (a los hijos) y entregarlos en adopción. Miren: si hay algo que me pone la conciencia ya sacada es que planteemos eso… he estado en el Poder Ejecutivo de mi provincia y he visto a los chicos que no se aceptan en adopción, y no es porque la Justicia los demore, ¡es porque no los quieren a los chicos si son negritos!”, exclamó.

 

La mayor vergüenza

Otra intervención que dejó tela para cortar fue la de Rodolfo Urtubey. Al referirse a los casos de aborto no punible por violación, señaló: “Realmente habría que ver aquellos casos, porque hay algunos en que la violación no tiene esa configuración clásica de la violencia sobre la mujer, sino que a veces la violación es un acto no voluntario con una persona que tiene una inferioridad absoluta de poder frente al abusador, por ejemplo en el abuso intrafamiliar, donde no se puede hablar de violencia, pero tampoco de consentimiento, sino de una subordinación”.

Una barbaridad desde todo punto de vista.

Gladys González se quebró al hablar del aborto.“Sueño para las mujeres argentinas lo mismo que sueño para mis hijas”, dijo la bonaerense entre sollozos, al contar los motivos que la llevan a votar a favor.

 

Otro proyecto

El legislador santafesino Omar Perotti (PJ)presentó una iniciativa como una alternativa para tratar “desde el minuto después de la votación” y solicitó a sus pares quedarse para analizarlo (su proyecto garantiza que la mujer no vaya presa, que haya educación sexual y planes de educación reproductiva en cada rincón de la Argentina, como así también que haya mayor respaldo institucional y jurídico, y de ahí que le dé respaldo legal a la doctrina dada por la Corte en el fallo Fal).

García Larraburu habló de “una solución escandinava para una Nación que está más cercana a Haití”. La rionegrina, que dio vuelta su voto y rechazará el aborto legal, cuestionó la utilización política de este debate y criticó el nivel de “violencia” por parte de “militantes feministas” hacia ella.

Julio Cobos (UCR) dijo que “no podemos aceptar que interrumpir una vida es la solución”.

En contra del aborto legal, el senador consideró que “llegar a este punto es aceptar que nos resignamos y que fracasamos en los pasos previos”.

El cordobés Carlos Caserio (PJ) dijo que “si no hay ley, nada cambia; si hay ley, seguramente va a haber mucha más justicia”, al reivindicar los cambios que los senadores de esta provincia le introdujeron a la norma.

Angel Rosas (UCR) llegó a proponer un plebiscito.

Al cierre de esta edición, aún no habían hecho uso de la palabra los últimos cuatro anotados: Cristina Fernández de Kirchner, Miguel Pichetto, Silvia Elías de Pérez y Luis Naidenoff. Pero la suerte parecía estar echada: 38 senadores habían anticipado su voto en contra, 31 a favor, una abstención (la del citado Perotti) y un ausencia (la de la neuquina Lucila Crexell.

 

Opiniones

“Estoy acá por las pibas que murieron y por las generaciones que vienen; el aborto clandestino es un problema de salud pública, porque es una deuda de la democracia”. Julia (23)

 

«Estoy acá para mostrar mi apoyo ante una situación grave, porque hay mujeres muertas. Cada vez que se tiene una oportunidad, hay que estar»

Andrew (28, neoyorkino que enseña inglés en la ciudad)

 

 

“Estoy acá más que nada por la lucha feminista de ni una menos. Soy víctima de violencia de género. Se debe aprobar para que de una vez dejemos de sufrir la clandestinidad. Si no es hoy, ya se va a dar”. Yuliana (22)

 

 

“Tenemos multitud de argentinos que no aman la vida. si no valoran la vida propia, la vida plena, aparecen estas situaciones… estos propositos de matar a los niños

indefensos”.

Obispo Samuel Jofré

 

 

«Ya nada será igual»

Cuando el cronista de EL DIARIO recorría en la tarde de ayer la manifestación en plaza Centenario, pudo percibir a través del diálogo con varias personas que ya se estimaba que la ley podía no ser aprobada. Pero también pudo apreciar que es muy fuerte la

sensación de que después de las impresionantes mareas verdes que se sucedieron en los últimos tiempos en el país, “ya nada será igual” en cuestiones de feminismo,

patriarcado, violencia de género e, inclusive, aborto.