LECHERIA – Se viene el Congreso de la Fepale
El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA) y de la Federación Panamericana de Lechería (Fepale), Daniel Pelegrina, estuvo esta semana en la ciudad de Villa María y brindó una conferencia de prensa. El dirigente nacional llegó acompañado por el secretario general de Fepale, Ariel Londinsky.
La visita se produjo en el marco de la promoción del 15º Congreso Panamericano de la Leche que se realizará entre el 11 y el 13 de septiembre en La Rural, Buenos Aires y de la que formará parte la Escuela Superior Integral de Lechería (ESIL), como “protagonistas”, anunciaron, integrando el comité organizador y siendo subsede.
En una aula del Complejo I de la Funesil, Pelegrina adelantó los ejes que se abordarán en el cónclave panamericano: “Entre todos buscamos un norte común con toda la lechería”.
El Congreso de la Fepale (que se celebra cada dos años en distintos países), planteará “los escenarios futuros de la lechería”, y en ese aspecto, Pelegrina sostuvo verlo “con mucha oportunidad, visto desde una perspectiva regional”.
A partir de esa visión, expuso: “Nosotros tenemos en la región, países que son grandes exportadores y demandantes, países que tienen todavía mucho que crecer en su consumo interno, que todavía no llegan a los niveles que recomienda la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación), y eso hace también a las perspectivas de crecimiento, y tenemos países con grandes capacidades de producción, como ya está siendo la Argentina, Uruguay, Brasil hacia la exportación, por lo que hay un desafío grande en la Federación, que es cómo complementarnos”.
En ese aspecto, Londinsky apuntó que “el consumo recomendado por los especialistas en nutrición es de entre 150 y 180 litros por habitante por año. En esos niveles solo están Uruguay, Argentina y Costa Rica. Los otros países de la región no lo han alcanzado y tienen una oportunidad de crecimiento en su consumo interno, amplia. Es de Fepale también ese desafío y estamos asistiendo en ayudar”.
“La oportunidad es muy interesante, más allá de la coyuntura actual. La demanda de leche crece año a año en el mundo, no solo por el crecimiento de la población, sino porque se consume en promedio, un 1 litro o 1,5 litro más por habitante, por año”, afirmó. Indicó que “el mundo se encamina por una demanda mayor y veremos qué regiones van a poder suplir esa demanda a mediano plazo”.
Para comparar
“Cuando nos visitan los colegas de otras partes del mundo, se asombran de las capacidades que tenemos para la producción. Primero en tener gente muy bien formada en todos los niveles. Por eso uno de los puntos del Congreso, imaginarnos cómo será en el nivel primario”, lanzó Pelegrina. Y subrayó los “recursos naturales, lo que querramos: clima, agua, suelos. Tenemos genética, sabemos producir leche, por eso necesitamos organizarnos, y ahora con mercados abiertos en el mundo”.
Congreso
“La lechería se está reacomodando de la crisis de precios que tuvimos en 2015-2016, por lo que es bueno y necesario parar un poco, mirar y reflexionar para ganar una mirada hacia los próximos años”, dijo volviendo a hablar del Congreso de Fepale, al que además marcó como “múltiple evento, ya que otras organizaciones relacionadas se reúnen en su marco”.
“Fepale representa a toda la cadena: están los productores, está la industria, los gobiernos, está la academia (y marcó la ESIL), están los proveedores. Por eso es interesante la reflexión desde toda la cadena”, explicó.
Sobre cuánto espacio se le dedicará a la problemática de la lechería argentina en el Congreso, Pelegrina dijo entender que “muy poco”. Y justificó: “Como es Panamericano, como responsables organizadores tenemos que hacer lo que aporte a todos los asistentes, por lo que no se estará hablando de la coyuntura. Cuando comenzamos a darle un perfil, el año pasado, resolvimos un congreso que tendiera hacia la perspectiva, hacia el futuro. En ese sentido, el aporte que se puede hacer para la lechería es justamente ese, de reflexionar, detenernos un poco y mirar hacia delante”.
Asociativismo
Preguntado sobre el rol del asociativismo en la lechería, aseguró que “a nivel de la producción, vimos un desafío”.
“Las grandes lecherías del mundo tienen sistemas cooperativos. Tanto cooperativas como formatos similares de organización. Fuertes. Uno ve ahí un empoderamiento de los productores, importante, y esa es una de las características. Por eso siempre lo analizamos. En la Argentina tenemos que lograrlo”, señaló.
En ese sentido, dijo también que “es una de las perspectivas de trabajo, de las organizaciones gremiales empresarias y de los productores, de involucrarse a fondo en el manejo de estos sistemas, y sentirse muy dueño de las decisiones que se toman ahí”.
Las retenciones
Consultado sobre si las retenciones a la exportación de soja, no fomenta éste en detrimento de la lechería, expresó: “En este tipo de congreso, también lo que hacemos es mirarnos con el resto del mundo. Y no veo en ninguna parte que alguien tenga un subsidio explícito para poder producir. Cuando reclamamos por ahí, que las retenciones son buenas porque bajan los costos del maíz para producir cerdos o para que la lechería sea más eficiente, no lo veo en ninguna parte del mundo. Entonces, si otras partes del mundo, que son deficitarias en estas producciones, pueden producir a precio de mercado, cómo no lo vamos a poder hacer nosotros… Deberemos buscar la competitividad de otra manera, con otros factores. Aquí tenemos un factor especial, que es el valor de la tierra y muchos tambos que trabajan en tierras arrendadas, pero hay que buscar otra solución, no nivelando para abajo. Las retenciones a la soja, entendamos, es una injusticia per sé. Es una quita a los ingresos, como si fuera una tasa a los ingresos que se le ocurriera aplicar a un municipio, del 26,5%, cuando a partir de ahí se paga todo como el resto de la economía”, expresó.
Manifestó que este entendimiento “lo vemos claramente en la cabeza del presidente (Mauricio Macri), quien bajó las retenciones a los cultivos apenas asumió y propuso un programa de reducción, porque entiende que es un impuesto a un derecho a la exportación que no existe en ninguna parte del mundo. Y un país que necesita exportar, para corregir los déficit de su balanza comercial, cómo le va a quitar a su exportación un bocado tan grande. El presidente dice que es un mal impuesto”.
“El camino es el que está haciendo el campo, que está sembrando una campaña récord de trigo, en cuanto a siembra, y esperemos sea una cosecha récord de Argentina, que rápidamente hacia fin de año va a poner en marcha toda la economía y con impuestos que van a quedar en el territorio, que son impuestos a las ganancias, a los consumos, que quedan localmente”, dijo..