Dio una clase abierta en la Universidad Nacional de Villa María sobre economía política
La especialista consideró que “si dejamos de pensar a la política como la herramienta de transformación social, ganan los más poderosos”
Escribe: Celeste Coschica
DE NUESTRA REDACCION
La economista y doctoranda en Ciencias Políticas, Delfina Rossi, estuvo ayer en nuestra ciudad brindando una charla abierta sobre economía política en la Universidad Nacional de Villa María. Finalizada la misma, la exdirectora del Banco Nación visitó las instalaciones de EL DIARIO y dialogó con este medio.
Delfina, hija también del diputado nacional y precandidato a presidente Agustín Rossi, contó que en la Universidad habló con los alumnos sobre las consecuencias de la crisis y “sobre delinear las posibles alternativas: el eje central de lo que queremos explicar, es que la recesión y el ajuste que sufren hoy la mayoría de los argentinos y argentinas, es consecuencia de las políticas del Gobierno de Mauricio Macri”.
Frente a esto, Rossi manifestó que “existen alternativas: es mentira que no se puede hacer nada y que es un fenómeno meteorológico que hay que dejarlo pasar”.
Puntualmente, explicó que en su opinión se debe hacer un control del mercado de capitales, un programa serio de retenciones, incluido un tipo de cambio diferenciado para grandes exportadores y para el ciudadano común y cuidar el poder adquisitivo de los trabajadores: “Son medidas concretas. No puede ser que se tome deuda externa para financiar la fuga de capitales”.
“Sobre todo hay que recomponer el poder adquisitivo con los salarios, asignaciones y jubilaciones para darle un impulso al mercado interno. Con esas tres medidas, la Argentina volvería a crecer”, destacó.
La economista manifestó que desde el espacio en donde milita, Buenos Aires 3D, “apostamos a una Argentina con un nivel de desarrollo industrial importante y que proteja a las industrias porque generan trabajo, innovación y desarrollo en ciencia y tecnología. Además que ayude a nuestros exportadores a generar valor agregado a las commodities”.
Respecto al panorama actual y como afecta a los argentinos, resaltó que es “preocupante” y que el contexto internacional no acompaña: “El panorama es de estanflación, que es recesión más inflación, en donde seguramente va a haber un crecimiento del desempleo y donde, sobre todo, si se siguen produciendo crisis cambiarias como la de esta semana, la fuga se financiará con deuda, lo que genera una burbuja cada vez más grande. Si estas siguen siendo las políticas, no veo una salida viable a esta crisis”.
“Construir una alternativa”
De cara a las elecciones presidenciales del año que viene, la postura de su espacio es “construir una opción kirchnerista en el caso de que Cristina Kirchner decida no ser candidata” y respecto a una posible candidatura de su padre, Agustín, manifestó que “la idea es generar una opción que sea competitiva y que pueda ir a una PASO con un frente más amplio, con parte del peronismo como, por ejemplo, con Felipe Solá. Creemos que ese es el frente antimacrista más amplio”.
Sobre el transitar de ese camino hasta 2019, consideró que el ir “hacia la unidad” debe ser con respuestas concretas: “Hay que mostrar estrategias de unidad hoy. Espero que esta unidad se empiece a ver plasmada en acciones del Legislativo como, por ejemplo, en la propuesta de modificación de la Carta Orgánica del Banco Central y la próxima Ley de Presupuesto 2019, para demostrar que existe esta alternativa”.
Además, resaltó que “la sensación de apolítica y de indiferencia, es el peor escenario que le puede pasar a la Argentina: ‘Si dejamos de pensar a la política como la herramienta de transformación social, ahí sí ganan los más poderosos. Si el pueblo le da la espalda a la política, los poderosos nos pasan por encima’”, reforzó.
Para finalizar, Rossi consideró importante, tal como expresó Cristina Kirchner en el Senado, incluir al feminismo en su idea de refundar la política: “Feminismo no quiere decir solo que haya más mujeres, sino que los compañeros repiensen sus privilegios y cómo ejercen el poder. Cuesta, pero los hombres también tienen que ser feministas. Hay que deconstruir y los liderazgos tienen que ser feministas. El verticalismo es obsoleto, yo quiero compañeros y compañeras que cuestionen, que piensen, que decidan y estén empoderados y eso viene del feminismo. Me parece difícil pensar en refundar la política sin pensarnos desde ese lugar”, finalizó.