LIGA VILLAMARIENSE – Clausura – 3ra. fecha – Zona B
Colón vencía a Universitario, pero en tiempo de descuento el ingresado Alejo Ramos le dio el empate al último campeón, amargando la presentación del Rojinegro ante su gente
Escribe: Federico Gazzoli. Fotos: Osvaldo Carballo
La teoría de que los partidos de fútbol no se definen hasta la última jugada no es una frase hecha para Universitario. Es que, a pesar de ir perdiendo desde la mitad del primer tiempo en cancha de Colón, el elenco de la UNVM insistió hasta último momento y en tiempo de descuento tuvo su premio, consiguiendo un empate 1 a 1 gracias a la aparición del juvenil Alejo Ramos, quien saltó desde el banco para terminar siendo el héroe en el último campeón de la Liga Villamariense.
Así, el Rojinegro se quedó con la espina por haber estado a minutos de amargar a la “Uni”, en la fría y ventosa tarde en la que el elenco cabralense hizo la presentación ante su gente.
En el inicio del cotejo, que a pesar de las adversas condiciones climáticas se jugó con un buen marco de público, fue la vista quien plasmó superioridad en el desarrollo, favorecido por un protagonista relevante que tuvo la tarde, el viento, que durante la etapa inicial sopló a su favor y que le hizo a los de Joselito Bernadó las cosas más fáciles para jugar por abajo y para establecer triangulaciones en ofensiva.
En ese contexto, la visita generó las dos primeras situaciones claras de gol. Primero, a los 3’, Juan Acosta ganó por la derecha, metió centro a la medialuna y allí, de espaldas al arco, Tomás Pratti acomodó el balón con el pecho y metió una media chilena que Federico Pedernera contuvo sin problemas.
Un par de minutos más tarde el propio Pratti intentó con un zurdazo que se fue elevado y sobre el cuarto de hora Luciano Antonino remató desde media distancia un balón que Pedernera rechazó con los puños.
Universitario dominó las acciones durante la primera parte del duelo, pero no pudo plasmarlo en el tanteador y, en la primera clara que generó el rival, sufrió la caída de su valla.
Iban 22’ cuando Ramiro Giraudo metió un cambio de frente desde la izquierda y encontró la llegada de Juan Medina, quien, cerca del vértice del área, remató de derecha una pelota que se desvió en la pierna de su marcador, Francisco Monetto, para realizar una extraña parábola (en la que también influyó el fuerte viento) y superar a un descolocado Simón Mellano, que nada pudo hacer para evitar que el esférico entrara en su arco por el ángulo superior derecho y se transformara en el 1 a 0 para un Colón que, con una gran efectividad, pasó a mandar en el tanteador a pesar de no haber hecho demasiado como para lograrlo.
Lo cierto es que en el fútbol se vive del gol y el grito sagrado hizo reaccionar a un Rojinegro que hasta allí pareció dormido. Una vez en ventaja, los dirigidos por Leonardo Comba pasaron a dominar el trámite, basándose en una tenencia de balón que hasta allí no habían logrado establecer y pasando a generar las situaciones más claras en materia ofensiva.
Así, sobre la media hora el local tuvo las dos situaciones más claras para ampliar la ventaja. Primero intentó Lucas Morre desde lejos, con un zurdazo alto. Después Martín Barrionuevo ganó por izquierda, llegó al fondo, metió centro rasante hacia atrás y Jonathan Silva definió con un violento puntazo que Mellano rechazó estando bien parado sobre la línea. Por último, a los 33’ y en pleno dominio del Rojinegro, el árbitro Gonzalo Ludueña dejó pasar una mano de Luciano dentro de su área, que era penal para el local.
Desde allí hasta el final de los primeros 45’ el trámite se emparejó, la mayor parte del juego se desarrolló cerca del círculo central y en ese panorama ninguno logró imponerse sobre el rival como para generar peligro cerca de las áreas.
La etapa complementaria comenzó con Colón, ahora con el viento soplando a sus espaldas, yendo a buscar el segundo, algo que casi logra, a los 4’, con un derechazo cruzado y rasante de Giraudo que Mellano desvió hacia el córner tras arrojarse sobre su palo derecho.
Parecía que el dueño de casa aprovecharía mejor que la visita el soplar del potente viento, pero eso nunca pasó, porque Colón no supo aprovechar esa condición, jugó demasiado retrasado en su propio campo de juego y no supo administrar el balón cuando lo tuvo en sus pies, perdiendo rápidamente la posesión y permitiendo que Universitario lentamente lo fuera acorralando contra su propio arco.
Fue así que a los 5’ Pratti envió centro desde la derecha, Lucas Barengo cabeceó a la altura del primer palo y Pedernera, con grandes reflejos, tapó el balón con un cachetazo.
Más allá de que Colón le cedió el protagonismo, a Universitario le costó mucho transformar posesión del balón en situaciones de peligro. Así, tuvo que apelar al individualismo de su hombre más pujante en ataque, Pratti, para soñar con el empate. Fue a los 29’ que el habilidoso atacante metió un zurdazo bombeado desde la derecha y el balón se estrelló en el parante izquierdo. En la contra lo tuvo el dueño de casa, pero, cara a cara con Mellano, Silva remató demasiado elevado.
Así se planteó el duelo hasta el final, con Universitario dominando la pelota y merodeando el área rival, ante un elenco cabralense que intentó pararse bien atrás para no sufrir y con la idea de meter alguna contra letal.
Con ese panorama prevaleció lo dispuesto por Colón y casi tiene una chance importante de liquidar el pleito a su favor a los 43’, pero el árbitro dejó pasar una infracción de Pablo Piccotti sobre Silva dentro del área universitaria y privó a los locales de tener un remate desde los doce pasos.
Un banco con más rédito
En la parte final del encuentro ambos entrenadores apostaron por introducir variantes de nombres, cada uno pensando en su objetivo, y fueron los movimientos realizados por Bernadó los que dieron mejores frutos.
Más allá de que Colón tuvo una chance desde los pies de Tomás Andrada, con un zurdazo que Mellano tapó estando parado en el medio del arco (45’), fue Universitario el que obtendría los frutos de las modificaciones. Se jugaba el segundo minuto de descuento cuando Pratti ganó por la izquierda y metió un centro preciso al segundo palo, donde el juvenil Alejo Ramos (entró por Goroso) solamente tuvo que empujar la pelota con su botín derecho para decretar el 1 a 1.
Así el último campeón obtuvo su premio por la insistencia que mostró para revertir la derrota, mientras que a Colón el juvenil Ramos lo dejó con la espina clavada de no haber podido hacer su estreno como local con un triunfo.
La figura: Tomás Pratti
Como casi siempre lo hace, fue el hombre más gravitante en la ofensiva universitaria. Condujo cada ataque del elenco villamariense, generó sus propias ocasiones, como un remate que se estrelló en el palo durante el segundo tiempo, y manejó la pelota en la jugada en la que la “Uni” llegó al empate, desbordando por la izquierda y asistiendo a Ramos en el gol de la igualdad.
El árbitro: Gonzalo Ludueña
Regular actuación. Ante mínimos roses cobró infracciones que no existieron y así generó un juego muy cortado. Además ignoró dos claros penales, uno para cada equipo. Su gran acierto fue el manejo de las tarjetas amarillas, las que mostró acertadamente para penar juego brusco y protestas desmedidas de algunos protagonistas.