En el Inescer – La especialista francesa Anne Gauthey brindó jornadas sobre el libro y prácticas socioculturales
Durante dos días la poeta, actriz y gestora cultural comparó experiencias de educación popular en Francia y en Argentina entre otras temáticas
Entre el viernes a la tarde y ayer a la mañana, la especialista francesa, poeta, actriz, gestora cultural y titular de un sello editorial, Anne Gauthey, disertó en el Inescer sobre “El libro y sus prácticas” y “La animación socio-cultural en acción”.
Las jornadas apuntaban primordialmente a los estudiantes de las carreras de Bibliotecología y Animación Socio-Cultural, dos trayectos educativos que han sido revalorizados por la institución en el último tiempo.
Previo a las charlas, Gauthey (conocida artísticamente como Anita Tchikita), dialogó con EL DIARIO acerca de las diferencias entre las experiencias de educación popular en América Latina y en Europa y sobre las estrategias de estímulo a la lectura y escritura.
“La educación popular siempre estuvo ligada de algún modo a la militancia y a los movimientos obreros. Lo que noto es que en América Latina no cuentan siempre con la ayuda del Estado como sí pasa por ejemplo en Francia. Entonces allá se pierde la chispa. ¿Dónde está tu libertad si el Estado te da plata para que abras tu espacio o tu centro educacional?”, se preguntó.
“Yo llegué a la educación popular, sin saberlo, a través del teatro. El actor no espera a las musas y tiene que salir a parar la olla, como se dice acá. Entonces daba clases, compartía encuentros, intercambiaba saberes. Con esa experiencia luego me capacité y profesionalicé. Además aprendí que cada uno es un artesano en su lugar de creación, cada uno tiene un saber que puede compartir”, agregó.
-¿Cuál es tu ligazón con Argentina?
-Llegué por primera vez en 2011 donde participé de la Feria del Libro Autogestionado (FLIA). Ahí me sorprendí que aquí se publicaban libros artesanalmente como se horneaban panes y al mes publiqué el mío. Al volver a París presenté un proyecto al Ministerio de Cultura y a instituciones de participación popular sobre estas experiencias y sobre la educación a francófonos en Argentina. Y actualmente es lo que hago en este país.
-¿De qué manera estimulás, tanto allá como aquí, a que los niños y adolescentes lean y comprendan textos?
-Varios chicos me dicen que nunca leen y yo les digo que es mentira: leen la hora, en Internet, todo el tiempo. Saben leer pero no observar; no miran que al final de la oración hay un signo de interrogación, por ejemplo. Como estrategias se pueden establecer varias, como horas de lectura entre padres e hijos en bibliotecas, escuelas o museos o apostar a la oralidad. Yo dicto talleres de poesía oral y armo orquestas poéticas, donde los chicos arman frases y deben decirlas cuando les toque, como si fueran ejecutantes de un instrumento. Con el rap pasa lo mismo. Les digo que armen “batallas” para que salgan rapeos y después le digo que escriban lo que han creado recién para que no se les olvide; y ahí escriben y leen al mismo tiempo. Pero siempre les pido que vean a esas prácticas como herramientas para construir su futoro y que lo hagan con total libertad.