Clausura – Pendiente – 1ra. fecha – Zona B
Universitario consiguió una importante victoria en Tío Pujio y ahora comparte la punta con Colón y Rivadavia. Fue 2-0 sobre Yrigoyen, con goles de Antonino y Barengo
Escribe Pablo Luna Broggi
Fotos Osvaldo Carballo
Yrigoyen recibía en su cancha al último campeón liguero, tras golear al débil San Lorenzo de Las Playas, con la intención de no perderle pisada a los líderes de la zona. Universitario, por su parte, visitaba el “infierno” de ruta 9 con la ilusión de liderar la tabla de posiciones junto a los equipos cabralenses: Colón y Rivadavia. Precisamente, los de Joselito Bernadó venían de empatar agónicamente ante el Rojinegro y necesitaban retomar la senda de la victoria.
Bajo un sol radiante y una temperatura primaveral, los villamarienses estrenaban uniforme: igual al del último campeón del Mundo, Francia, pero con vivos magenta en las mangas.
El partido comenzó con 10 minutos de retraso y en los primeros instantes del cotejo la imprecisión fue la que acaparó todo el protagonismo. Ambos equipos compartían la tenencia de la pelota en media cancha, habiendo firmado mutuamente un tácito pacto de no agresión.
La primer chance del partido llegó casi a los 15 minutos, cuando Tomás Pratti logró escaparse de su marca y remató de zurda, pero su disparo cruzado se fue desviado. Luego, contestó el local con un cabezazo del “colorado” Grosso que no tuvo demasiada peligrosidad y con un potente disparo de zurda de larga distancia de Esteban Oliva, que pasó a escasos centímetros del ángulo derecho del arco defendido por Simón Mellano.
El visitante volvió a avisar recién a los 25’, con un remate cruzado de Juan Acosta que nadie pudo conectar para abrir el marcador. Luego Lucas Barengo también intentó batir la valla defendida por Ezequiel Oliva, pero falló en la definición.
El nivel futbolístico del encuentro era decididamente malo y por momentos se tornaba aburrido. Ninguno de los dos equipos podían jugar bien y para peor fallaban las pocas chances que tenían.
Sin embargo, lo inesperado llegó sobre el final de los primeros 45: un córner ejecutado por Tomás Pratti, que la defensa “roja” no logró despejar de la mejor manera, cayó en los pies del capitán Luciano Antonino, que con un fuerte zurdazo rasante y cruzado ajustició al uno local, para poner a Universitario en ventaja.
Los dirigidos por Bernadó no habían hecho un buen primer tiempo, pero se iban al vestuario con la tranquilidad de la victoria y, como dicen los que saben, “siempre es mejor corregir los errores ganando”.
En el segundo tiempo los locales salieron decididos a buscar el empate, pero en su mejor momento se quedaron con un menos por la infantil expulsión de Esteban Oliva, que debió dejar la cancha luego de un golpe propinado a Wartel, con quien venía discutiendo desde el inicio del complemento.
Inmediatamente Universitario aprovechó el hombre de más y acrecentó la diferencia con una gran volea de Lucas Barengo al ángulo, que dejó sin chances a Oliva (2 a 0).
A partir del gol villamariense, el partido se terminó. Es que el local no tuvo las fuerzas ni las ideas suficientes como para poder siquiera descontar. La tranquilidad de los dirigidos por Bernadó fue creciendo cada vez más hasta lograr que el resultado no peligrara nunca.
Obviamente, si hasta el momento no había pasado demasiado, después de la conversión de Barengo mucho menos sucedió. Las pocas llegadas de Universitario que se sucedieron hasta el final fueron más por decantación que por crecimiento futbolístico.
Con espacios, la participación de Juan Acosta se acrecentó, pero el joven volante visitante no pudo aprovechar nunca su velocidad y desperdició al menos dos chances claras que se le presentaron.
Universitario no jugó bien, pero ganó, se subió a la cima de su zona y comenzó a lustrar su chapa de campeón.
La figura – LUCIANO ANTONINO
Marcó la apertura del marcador y se hizo cargo del mediocampo de Universitario en un partido complicado.
El árbitro – FRANCO PERALTA
Regular. Careció de autoridad y abusó de las tarjetas amarillas.