Manu anunció a través de su cuenta de Twitter la decisión de retirarse como jugador. Detrás quedan 23 años de una trayectoria repleta de premios y títulos
El bahiense Emanuel Ginóbili, uno de los más grandes deportistas de la historia de nuestro país, anunció ayer su retiro del básquetbol, luego de brillar durante 16 temporadas en la NBA.
La estrella argentina de los San Antonio Spurs, dio a conocer su decisión desde su cuenta de Twitter, con un breve anuncio: “Con una gran mezcla de emociones les cuento que decidí retirarme del básquet. Enorme gratitud para mi familia, amigos, compañeros, DT, staff, aficionados y todos los que fueron parte de mi vida en estos 23 años. Fue un viaje fabuloso que superó cualquier tipo de sueño. ¡Gracias!”.
La noticia enseguida se convirtió en uno de los principales titulares de los medios más importantes de Estados Unidos y tuvo una enorme repercusión en las redes sociales.
Aquel mensaje de pocas líneas confirmaba la decisión del escolta de 41 años, quien comunicó retirarse del básquetbol, pese a que aún tenía un año más de contrato con la franquicia texana, con la que logró cuatro anillos de campeón (2003, 2005, 2007 y 2014).
Manu había adelantado meses atrás que comunicaría su determinación a fines del mes de julio, esto entre los rumores que Gregg Popovich podría convencerlo de jugar una temporada más y los que decían que era un hecho que se retiraba.
Leandro Ginóbili, hermano de Manu, anticipó en una red social que había llegado el día anunciado y que la decisión sería, con el tuit: “Se viene la definición en 5… 4… 3… 2… #elpibede41”.
Apenas 45 minutos después llegó el comunicado breve que informaba que Emanuel Ginóbili se retiraba del básquetbol, dejando atrás una carrera increíble e inigualable.
Los números
Emanuel Ginóbili, nacido el 28 de julio de 1977, debutó en la Liga Nacional en Andino de La Rioja a los 18 años, y 23 años después, aquel pibe surgido de Bahiense del Norte, de su querida Bahía Blanca, se transformó en leyenda, luego de jugar 1.275 partidos en la NBA (1.057 en temporada regular y 218 en playoffs), 17.097 puntos, 4.571 rebotes y 4.828 asistencias, entre otras estadísticas que resaltan su condición de crack.
Además, fue el octavo jugador de la historia con más encuentros en la postemporada, y fue elegido una vez como el Mejor Sexto Hombre de la Liga. Con San Antonio Spurs mantuvo una fidelidad de más de 15 temporadas y jugó dos veces el Juego de Las Estrellas (2005 y 2011), a la vez que en dos ocasiones fue seleccionado en el tercer mejor equipo de la temporada (2008 y 2011).
Debutó en Andino de La Rioja y en las siguientes temporadas sobresalió en Estudiantes de Bahía Blanca, para luego pasar a jugar a Europa, donde se destacó en el Viola Reggio Calabria y en el Kinder Bolonia (entre otras cosas ganó una Euroliga).
En 1999, poco antes de viajar al Viejo Continente, había sido elegido por San Antonio Spurs en el puesto 57 de la segunda ronda del draft. Con Gregg Popovich en la conducción, Tim Duncan y Tony Parker como socios, conformaron un equipo que hizo historia.
Generación Dorada
En el seleccionado argentino también marcó una época inolvidable formando parte de una generación que lo tuvo como abanderado, a la par de Luis Scola. Con la selección ganó la Medalla de Oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y fue subcampeón en el Mundial de 2002, jugado en Estados Unidos.
En ambas competencias el seleccionado nacional derrotó al denominado Dream Team. Entre otros logros, consiguió la Medalla de Bronce, en los Juegos de Beijing 2008, marcando el adiós con la “celeste y blanca” hace dos años atrás, en Río de Janeiro 2016.
Ya es leyenda
Ayer, lunes 27 de agosto de 2018, Ginóbili anunció la decisión de dar por finalizada su carrera como jugador, poniéndole el cierre a una carrera plagada de éxitos y títulos.
Ayer también comenzó una nueva historia, la que lo transformó en leyenda.
Cuando estuvo en Villa María y fue suplente
Escribe Gustavo Ferradans
Justo con el inicio del invierno de 1997 una promesa del básquetbol pasó, casi desapercibido, por nuestra ciudad. Inclusive para la prensa, que aquella tarde no le hizo ni siquiera un reportaje.
El sábado 21 de junio de aquel año, por la tarde, en el Salón de los Deportes se presentó un preseleccionado argentino Sub-22, que se alistaba para jugar el Mundial en Australia (entre el 1 y 10 de agosto). Entre sus integrantes estaba Emanuel Ginóbili, un escolta de 19 años que comenzaba a ganar minutos en la Liga Nacional.
Esa tarde el equipo que dirigía Enrique Tolcachier enfrentó al seleccionado de Cuba, con un grupo de jugadores juveniles que luego brillarían en el seleccionado mayor. Comenzaba a gestarse una de las camadas de jugadores más importantes de la historia, que luego se conocería como la Generación Dorada.
En el partido presenciado por un gran número de espectadores Cuba le ganó ajustadamente a Argentina por 70 a 69 y, los que estuvieron presentes, difícilmente imaginaron que aquel grupo de pibes brindaría, años más tarde, tantas alegrías al básquet argentino.
En la presentación de aquel partido EL DIARIO se apoyó en los nombres de Alejandro Olivares, Bruno Lábaque y Leandro Palladino, juveniles de Atenas de Córdoba; en el malogrado Gabriel Riofrío (en esa temporada en Andino de La Rioja); también en la figura de José Sánchez (Universidad de Temple, Estados Unidos) para destacar los nombres del plantel que se presentarían en la ciudad. El entrenador era Enrique Tolcachier.
Este partido fue uno más de las varias presentaciones que hicieron en nuestra provincia ambos seleccionados. El día anterior Cuba había ganado en Córdoba, por 103 a 89, y el domingo jugaron en San Francisco.
Previo al partido, la selección argentina llegó al Club Sparta, donde se realizó un breve encuentro con la prensa. Los pocos periodistas que estuvimos aquella tarde (fueron tres o cuatro), buscamos notas con el entrenador y los más conocidos por la gente, que jugaban en Atenas de Córdoba. En tanto Sánchez, una figura en ascenso se pegó el faltazo. Ginóbili, Scola, Gutiérrez, Riofrío y hasta Varas (un lungo de 2,18 metros), pasaron desapercibidos, pese a su altura, para los periodistas que se llegaron ese sábado al club de calle Salta.
El partido
En la previa, jugaron un amistoso previo los seleccionados juveniles de Villa María y Oliva (ganó el local 99 a 79), y luego se enfrentaron Argentina y Cuba. El partido fue con defensas cerradas y un final infartante. Estaban igualados en 68, y a falta de 30 segundos Juan Sánchez anotó de tiro libre. En la siguiente posesión, casi en el cierre, Borrell metió un doble para Cuba, que se quedó con el triunfo sobre el cierre. La síntesis del partido dejó como curiosidad, que el flaco de Bahía Blanca, de cabellos desordenados, miró todo el partido desde el banco, sin entrar, como en el resto de aquella gira. Estuvo en Villa María y fue suplente. No entró en todo el partido. Algo que hoy parece increíble. Con el tiempo haría historia con la selección argentina, lo mismo que cuando se puso la camiseta 20 de los Spurs.
La síntesis de aquel partido:
Argentina (69): Juan Ignacio Sánchez 3, Gabriel Riofrío 4, Víctor Baldo 16, Gustavo Oroná 5 y Alejandro Burgos 6 (FI). DT: Enrique Tolcachier. También jugaron: Leonardo Gutiérrez 6, Alejandro Olivares 7, Luciano Massieri 7, Leandro Palladino 5, Bruno Lábaque 3, Fernando Varas 0 y Roberto Gabini 2. No entraron: Martín Budding, Silvio Gigena y Emanuel Ginóbili.
Cuba (70): Caballero 9, Abreu 5, Pino 5, Pérez 6 y Borrel 8 (FI). DT: Miguel Calderón. Vázquez 7, Vega 3, Herrera 11, Chapotín 5, Hecheverría 7 y Rojas 6.
Primer tiempo: 39-37
Arbitros: Abisman – Ludueña
Jugado en: Salón de los Deportes
“Triunfó en todos lados”
Escribe Alexis Elsener (*)
“Es el mejor deportista de la historia de nuestro país. Acumula todo lo que tiene que acumular un deportista para ser el mejor. Triunfó en todos lados, fue Medalla de Oro en los Juegos Olímpicos, junto a un grupo de jugadores de su mismo nivel; fue MVP en Italia, entre otros logros. A Manu lo respetan todos los rivales.
Mi admiración hacia Manu es total. Yo estaba en el seleccionado B de Argentina, nos preparábamos para el Panamericano de México en 2011 y jugamos un amistoso contra la selección A, donde estaba Ginóbili. Al final perdimos con 5 tantos, pero conmigo se portó muy bien.
Tengo una anécdota después de aquel partido. Fuimos a cenar y en una mesa estaba él, Oberto, Nocioni, Sánchez, Frigioni, y quedaban dos lugares libres. Llegamos Matías Sandes y yo y nos sentamos con ellos. Fue un momento hermoso. Compartimos junto a los de la Generación Dorada y escuchamos un montón de anécdotas. Fue un momento hermoso.
Yo estaba convencido que no jugaría este año. No le queda más nada por ganar”.
(*) Actual jugador de Liga Nacional
“Ha dejado una huella”
Escribe Roberto «Chuchi» Costa (*)
“Creo que ya la decisión la había tomado hace rato y esperó hasta último momento para darla. Su decisión tiene mucho que ver en lo de cuantos minutos puede jugar. Creo que el año pasado jugó porque le hizo un favor a Popovich; ya hizo todo.
Cambio el básquet de la NBA. Antes era todo uno contra uno y con este loco era impredecible. Antes la jugada la terminaba un jugador y cada uno se preocupaba por su marca. Pero cuando Manu apareció todos los equipos giraban hacia él. Hizo cosas que nadie había visto.
Se puede retirar con todos los laureles: jugadores como él son únicos, que aparecen de vez en cuando, hay que ser un agradecido de haberlo tenido. En 1995 cuando me fui de Andino de La Rioja, justo él llegaba al club. Era muy pibe.
Ha dejado una huella enorme, y con la selección ni hablar, con una generación que se da en el tiempo. Ojalá volvamos a ver una cosa igual. Esta postulado para el salón de la fama, con eso lo dice todo”.
(*) Segundo villamariense en la Liga Nacional
“El mejor deportista”
Escribe Ottón Jaskowsky (*)
“Cuando me enteré de la noticia me puse triste. Pero tengo la alegría y el orgullo de saber que siempre nos representó bien, en todos los lugares que estuvo, en la selección, jugando en Europa y en la NBA.
Para nosotros, los entrenadores, es un ejemplo que siempre le ponemos de muestra a los más chicos que juegan al básquet.
Tuve la suerte de conocerlo cuando yo jugaba en Bahía Blanca, jugué con sus hermanos y muchas veces él quedaba fuera de un seleccionado provincial y hasta en un seleccionado argentino y nunca se bajoneaba. Al contrario.
Eso lo motivaba para entrenar el doble, nunca se entregó. Para mi es el mejor deportista argentino de la historia. Es un ejemplo como deportista y como persona”.
(*) Primer villamariense en la Liga Nacional
Una vida llena de títulos
Manu Ginóbili es considerado uno de los cinco mejores deportistas argentinos más importantes de la historia, junto a Diego Maradona, Guillermo Vilas, Carlos Monzón y Juan Manuel Fangio.
Desde sus primeros pasos en Bahía Blanca, su debut en la Liga Nacional, su paso por la Liga de Italia, una etapa inolvidable junto a la selección argentina y su ciclo brillante en la NBA, estuvo acompañado por numerosos logros.
Estos fueron los títulos que obtuvo Ginóbili como profesional…
1 Liga Italiana (Kinder Bologna 2001)
2 Copa de Italia (Kinder Bologna 2001 y 2002)
1 Euroliga (Kinder Bologna 2001)
4 NBA (San Antonio Spurs 2003, 2005, 2007 y 2011)
Con la selección argentina
2 Campeonato FIBA Américas (2001 y 2011)
1 Medalla de Plata Mundial de Estados Unidos 2002.
1 Medalla de Oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
1 Campeonato FIBA Diamond Ball 2008.
1 Medalla de Bronce Juegos Olímpicos de Beijing 2008