El secretario gremial de la CTA Autónoma nacional, en Villa María

En contra de una corriente neoliberal que circula por el mundo, desde Francia hasta Brasil, el avezado dirigente propone “volver a las políticas redistributivas, recuperar el trabajo genuino, recuperar las economías regionales y ponerle un freno a la liberación de la economía y el comercio”

“La transformación del trabajo no tiene que ser para mayor explotación. Tiene que ser para mayor bienestar. Si hay una nueva revolución en torno al trabajo, tiene que ser una revolución tecnológica, informática, biogenética, y nos tendría que llevar a un mayor poder adquisitivo de la clase trabajadora, a menos horas de trabajo”, sostuvo ayer Daniel Jorajuría, secretario gremial a nivel nacional de la CTA Autónoma, en una charla con EL DIARIO.

El dirigente recordó que “históricamente así ha sido: en el siglo XIX empezamos con 80 horas semanales y terminamos con 60, el siglo XX empezamos con 60 horas semanales y terminamos 40 promedio en el mundo. Este siglo lo tendríamos que terminar con 30”.

Jorajuría, quien llegó a la ciudad invitado por el Grupo Gesta, que conduce Miguel Olaviaga, para asistir a Asamblea Anual Ordinaria de AMMA, indicó que, no obstante, “todas las reformas que se dan en el mundo, la que se dio en Francia, la que se da en Brasil y la que intentan imponer en nuestro país, son de mayores jornadas horarias para los trabajadores, cuando debería ser a la inversa”.

El referente de la CTA A señaló que “la reforma laboral en Francia se dio en un país líder en el mundo, como se dio en nuestra región en el caso de Brasil, por ejemplo, y eso empieza a ser visto con buenos ojos desde el poder económico de nuestro propio país, y trata de imponerse también”.

Se globalizan los intereses de las corporaciones

“Estamos ante una globalización que globaliza los intereses económicos de las corporaciones. Yo creo que están absolutamente equivocados. En la Argentina hay quienes piensan que con la rebaja de los costos laborales se resuelve la ecuación. Y no miran los costos financieros y no miran los costos de los servicios. Si siguen quitándole poder adquisitivo a los salarios de los trabajadores a través de la devaluación y de los techos a las paritarias y demás, vamos a seguir encontrando la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, la caída del consumo, el cierre de las empresas y entonces no van a existir las ganancias que ellos se proponen”, razonó el sindicalista.

Y enseguida lanzó: “Por lo  tanto, advertimos también a los empresarios en el sentido de que con este modelo le va a ir mal a ellos”.

Las garras del FMI

“Realmente la situación después de caer en las garras del FMI, con una política que solamente quiere resolver las cosas a través del endeudamiento externo y del ajuste, va a producir un daño irreparable en la sociedad. Por eso nuestra obligación desde las organizaciones gremiales es parar ese ajuste, volver a las políticas redistributivas, recuperar el trabajo genuino, recuperar las economías regionales y ponerle un freno a la liberación de la economía y el comercio, que ha puesto en práctica este Gobierno. Creo que hay que cambiar estas políticas, y en eso estamos trabajando”, comentó.

El rol de la OIT

Jorajuría, quien además de dirigente de la central de trabajadores es titular de la Nueva Organización Sindical Gastronómica (NOS) y participó como asesor de la Comisión de Trabajo del Congreso de la Nación, además de haber sido enviado a las Conferencias Regionales de OIT (América Latina y el Caribe) y en las Conferencias Internacional del Trabajo (CIT) de OIT en Ginebra, Suiza, dijo ver “con profunda preocupación la situación nacional, pero también la internacional”.

“En Argentina los trabajadores estamos sufriendo una etapa en la cual en el mundo entero quieren transformar nuestros derechos en negocios… Se están poniendo las normas económicas por encima de las normas laborales, a través de distintas ofensivas”, aseveró.

Explicó luego su apreciación al citar  que “tenemos una Organización Internacional del Trabajo (OIT) que cambia su rol normativo por un rol político, tratando casi como iguales a las empresas y a los trabajadores, con el discurso de proteger la empresa para que haya empleo y, en realidad, eso se traduce luego en mayor explotación de nuestra clase”.

“Por otro lado -añadió- existe  una ofensiva muy grande desde los organismos multilaterales de crédito (FMI, Banco Mundial, Club de París, etcétera) que operan sobre la OIT en favor de las transnacionales que perforan nuestra soberanía y perforan el trabajo genuino de las economías regionales, de nuestros pueblos, así que estamos muy preocupados”.

Por todo ello, el dirigente invitado por Gesta apuntó tras ese análisis que la CTA A, junto a otras organizaciones, está “tratando de profundizar la organización de la clase, para revertir estas políticas”.