Antonio Alarcos se refirió a la carta pública a través de la cual la joven pidió disculpas a la familia del acusado y a la Justicia “por haberles mentido”. Dio detalles de los pasos que dio en Tribunales en procura de lograr la libertad de su defendido
El abogado villamariense Antonio Alarcos dijo que no le sorprendieron las expresiones vertidas por Yohana Barrionuevo a través de una carta que ayer publicó EL DIARIO y para resumir la situación actual de su cliente, Cristian Aguilar, citó una célebre frase del escritor español Francisco de Quevedo, cuando decía: “Donde hay poca Justicia es un peligro tener razón”.
“Debo dejar planteado que las manifestaciones de Yohana Barrionuevo no me sorprenden… para nada”, comenzó diciendo Alarcos al ser consultado en su estudio. Y agregó: “Esto lo digo desde que me hice cargo de la Defensa y tras varias conversaciones con Cristian, quien sistemáticamente ha venido manteniendo no sólo su inocencia, sino que fue su expareja quien inició el fuego que dejó huellas en su cuerpo y destruyó los bienes materiales de la vivienda que ocupaban”.
Según expresó el letrado, Aguilar “es totalmente ajeno al hecho que se le imputa” e insistió al señalar que “desde un comienzo, aún cuando todavía no era su defensor y pudiendo abstenerse, él declaró ampliamente en la Justicia y dijo que fue ella quien se autoflageló. Sin embargo, jamás fue tenido en cuenta por el fiscal encargado de la investigación (Gustavo Atienza), quien no corroboró sus dichos”.
Ante un escribano
“Cuando ya había sido dada de alta, la señora Barrionuevo se presentó en mi estudio jurídico y me contó una versión diametralmente opuesta a la que obraba en el expediente. Como ya era tarde, le pedí que ratificara sus dichos ante un escribano, lo que finalmente hizo. Y no sólo declaró frente al notario, sino también ante dos testigos”, explicó Alarcos.
En ese punto, recordó que “cuando ella declaró por primera vez, lo hizo apenas salida de la Unidad de Terapia Intensiva del Instituto del Quemado de Córdoba, en un estado que se denomina ‘de cama fría’; fue allí cuando acusó a mi cliente de haberla quemado”.
En relación a la declaración prestada por la joven frente a un escribano, Alarcos dijo que “con esa prueba me presenté ante el fiscal, quien me manifestó que quería escuchar esos dichos de la propia boca de Yohana, por lo que fijó una nueva audiencia”.
Ante el fiscal Atienza
“Cuando llegó el día -continuó-, entre lágrimas y sollozos la señora Barrionuevo pidió disculpas, dijo que ella era la autora de las lesiones y que su exesposo no tenía nada que ver”.
El abogado agregó que “luego de eso, el doctor Atienza me informó que, antes de resolver sobre la libertad de Aguilar, le haría una pericia psicológica a la denunciante. Sin embargo, no se arribó a ninguna conclusión y nada cambió”.
“Fue así que solicité el cese de prisión de mi defendido y en el escrito le pedí al señor fiscal que no le temblara el pulso para ordenar su libertad. Si bien es muy grave que el hecho investigado haya ocurrido, es mucho más grave si en verdad no sucedió”, dijo Alarcos, y añadió: “Al parecer, fue más fuerte la presión social que las pruebas del expediente y de manera escueta (Atienza) no hizo lugar al cese de prisión”.
Una nueva negativa
El defensor de Aguilar relató que ante la negativa a su pedido “recurrí a la juez de Control de la sede (Edith Lezama de Pereyra), quien le dio la razón al fiscal y agregó que quiere que se practique una prueba científico-médica (con la historia clínica) y, eventualmente, que se reconstruya el hecho que motiva la investigación”.
“Fue así que, a la fecha, estamos esperando el envío de la tan mentada historia clínica por parte del Instituto del Quemado y ver qué otra prueba se deberá diligenciar. Mientras tanto, aunque parezca ilógico, mi defendido sigue preso. Y el domingo próximo se cumplirán ocho meses desde que fue detenido por un hecho que no cometió”, enfatizó Alarcos.
Finalmente, el conocido penalista local aseguró que “con estas conductas, va en abono el viejo adagio que expresa lo que nos enseñaba Francisco de Quevedo, cuando decía: ‘Donde hay poca Justicia, es un peligro tener razón’. Huelgan los comentarios”.
Un delito con prisión de 10 a 15 años
Cristian Aguilar, de 31 años (28 de mayo de 1984), está imputado como presunto autor de “homicidio calificado en grado de tentativa, agravado por el vínculo”, un delito que es reprimido con prisión de 10 a 15 años.
El hecho por el que se encuentra detenido desde el 22 de marzo se produjo en la vivienda de Yohana Barrionuevo, ubicada en calle pública sin número, entre Aluminé y Pastor Oviedo, a sólo media cuadra de los monoblocks de barrio Los Olmos de Villa María.
La confesión pública de la joven
A los efectos de que se comprendan mejor las expresiones del abogado Antonio Alarcos, volvemos a publicar la carta que Yohana Barrionuevo entregó el lunes en nuestra Redacción y que se publicó en la edición de la víspera:
“Quien suscribe, Yohana Gisel Barrionuevo, me dirijo a Ud. antes que nada para hacer públicas mis disculpas a los familiares de Cristian Marcelo Aguilar y la Justicia por haberles mentido.
Mi intención de acercarme a EL DIARIO es porque hace meses atrás me presenté ante la Justicia y dije mi verdad, de que yo me quemé sola, cuando antes supuestamente dije que me había quemado mi exmarido, culpándolo a Cristian porque mis celos no me dejaron ver lo grave de lo sucedido.
Hoy mi exmarido está pagando con prisión por algo que no hizo, y lo que es peor, aún su versión no es creída.
Saludo atte.”
Yohana Gisel Barrionuevo
DNI 33.041.639