Yohana Barrionuevo vivió situaciones extremas de violencia, según consta en su declaración ante el fiscal, que casi le cuestan la vida. Sin embargo, ahora asegura que no es cierto que el agresor fuera el padre de sus hijos. El hecho, más común de lo que se cree, es parte de los ciclos de violencia
¿Por qué Yohana Barrionuevo ahora se desdice? Es una pregunta que ronda en muchos villamarienses tras conocer que la mujer quemada en su casa del barrio Los Olmos afirma ahora que “mintió” cuando le dijo el fiscal Gustavo Atienza que quien le había prendido fuego era su expareja, Cristian Aguilar, detenido por el hecho.
Para buscar respuestas consultamos a la abogada especialista en Derecho de Género Graciela Brizuela, quien preside el Centro de Asistencia Integral a la Mujer Maltratada (CAIMM) e integra el Consejo Provincial de la Mujer en representación de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG).
“Los casos de retractación de denuncia son mucho más comunes que lo que se cree”, dijo la letrada a EL DIARIO.
“En primer lugar, hay que entender que la violencia de género no es un hecho aislado, sino un proceso. Eleonora Walker (psicóloga estadounidense) fue la primera en usar la expresión ‘indefensión aprendida’, para explicar por qué la mujer víctima de maltratos no denunciaba. Lo primero que hay que entender es que una mujer maltratada se disocia para poder sobrevivir; si no, no podría tener una existencia bajo amenazas, con miedos, vergüenzas y hasta culpas”, dijo.
Siguiendo con los estudios de Walker, Brizuela explicó que, como proceso, la violencia familiar tiene ciclos.
“Primero se vive una situación de acumulación de tensión, donde el hombre empieza a insultar y agredir a la mujer. Ese ciclo va progresando hasta que viene la explosión, que es cuando la golpea. Después de eso, viene el período de la luna de miel, donde pide perdón y promete cambiar”, indicó.
“Es una situación que hace que las mujeres la vivan en estado ambivalente y si no reciben un acompañamiento terapéutico, ya sea individual o grupal, no se puede salir adelante”, dijo. Y remarcó: “Nadie sale solo de una situación de violencia”.
“Las razones por las que se retractan la mayoría de las mujeres son varias: pueden ser económicas, por el vínculo que existió en la pareja o por los hijos. Por eso hay que tener ayuda”, agregó.
“Hemos sido educadas en una sociedad patriarcal y eso genera esas conductas ambivalentes”, explicó.
Aclaró que no hay que confundirlo con una falsa denuncia. “Pero de todas maneras, un equipo técnico capacitado identifica claramente a las mujeres maltratadas que se retractan por las razones que sea, de las que hacen denuncias falsas”.
Herramientas
Recientemente se inauguró en Córdoba un albergue para víctimas.
“Es una buena alternativa para que tengan un lugar de contención. También está el botón antipánico y otras acciones. Pero esas son herramientas, lo importante es el acompañamiento. Recientemente comenzó a funcionar en Buenos Aires, pero es por una ley nacional, un equipo interdisciplinario de patrocinio para las victimas. Está integrado por trabajadores sociales, psicólogos y abogados. Es importante el abogado porque en los casos que se hace la denuncia penal, el fiscal es el que investiga y la víctima puede acompañar como querellante. Pero lo primero no es sólo denunciar. Lo primero es tener contención, para poder salir de esa situación ambivalente que viven las mujeres maltratadas», concluyó.
Cronología
Año 2008: Yohana Barrionuevo denuncia por violencia a su pareja, Adrián Aguilar.
Año 2009: Yohana informa a la Justicia que deciden retomar la convivencia con Aguilar. El juez les pide que inicien tratamiento psicológico.
Año 2014: se archiva la causa.
Año 2015: el 22 de marzo Yohana sufre quemaduras en todo el cuerpo mientras estaba en su casa del barrio Los Olmos. En el Instituto del Quemado le salvaron la vida.
Año 2015: en mayo el fiscal Atienza le tomó testimonio mientras seguía internada en Córdoba. Aseguró que Aguilar la roció con nafta y le prendió fuego.
Año 2015: en noviembre aseguró a través de una carta que trajo a EL DIARIO que mintió y que se había quemado sola por celos.
Un fallo con perspectiva de género
El juez Fabricio Losi falló en marzo de 2013 condenando a Rubén Benítez Coy a dos años de prisión en suspenso por hallarlo culpable de los delitos de lesiones leves calificadas, amenazas calificadas y hurto simple en concurso real, contra su pareja.
La mujer se había desdicho en el debate de cada una de las acusaciones que en su momento había realizado contra el hombre.
Los hechos ocurrieron en Realicó, cuando el hombre llegó borracho a la casa y para impedir que la mujer viajara a ver a sus otros hijos, la golpeó, la amenazó y se llevó documentación de ella y de la hija de, por entonces, 7 meses que tienen en común.
“El caso es uno más de los tantos que se ventilan en Tribunales, donde una mujer víctima de violencia de género denuncia la situación, pero luego se retracta, se autoinculpa de los hechos y busca por todos los medios a su alcance salvar a su agresor”, informó en su momento el Diario Digital Femenino.
El juez, tras escuchar a la mujer retractarse, dijo que “el examen de los casos de violencia de género exige otros prismas. No es inhabitual que la víctima se retracte a poco de denunciar y solicitar protección, pretendiendo la libertad del acusado e incluso retomar la vida en común”.
El último “avenimiento”
Un caso con el peor final es recordado en la historia jurídica argentina y tiene que ver con la situación de ambivalencia que viven las víctimas de maltrato.
Se trata de Carla Figueroa, la mujer pampeana que denunció que Marcelo Tomaselli, padre de su hijo, la violó. Por ese hecho, ocurrido en abril de 2011, el hombre fue a prisión.
Sin embargo, Carla, la víctima, lo visitó cada día en la cárcel, le llevaba comida y ropa limpia. Incluso se casó con él cuando todavía estaba detenido.
Ella presentó un recurso judicial de “avenimiento” o perdón y logró que los jueces de la causa ordenaran la libertad de Tomaselli el 4 de diciembre de 2011. Siete días después, asesinó a Carla Figueroa asestándole 15 puñaladas, delito por el que hoy está purgando una condena a prisión perpetua.
Ese hecho hizo que se reformara el Código Penal y que ya la figura del “avenimiento” no esté dentro de esa norma. Pero a Carla le costó la vida.