Eso dijo el comisario mayor Héctor Moyano cuando se le habló de abusos policiales. Remarcó que trabajará para incrementar la prevención y mantener contacto con todas las instituciones. Señaló que el delito nunca se terminará
Héctor Rubén Moyano es desde ayer el nuevo jefe de la Departamental San Martín de Policía. Quien conducía la fuerza, José Andrada, pasó a ocupar el segundo lugar en el mando.
Poco antes de asumir, Moyano dialogó con la prensa en su nuevo despacho de la calle General Paz, mientras numerosos policías lo esperaban en el Salón Azul. En este marco dijo que su proyecto es incrementar las tareas de prevención, sostuvo que el delito nunca se terminará y cuando se le preguntó sobre los hostigamientos a algunos sectores vulnerables resaltó que le interesa que el uniformado tenga una buena relación con los vecinos.
Con 31 años de servicio, Moyano hizo parte de su carrera en Río Cuarto, la mayor parte en el Departamento Juárez Celman y hasta ahora era subdirector de la Departamental General Roca. Es comisario mayor y en 2009 estuvo en esta Departamental, como jefe de zona con base en Etruria.
“Me siento orgulloso porque para mí es un gran desafío estar en esta Departamental, que es de primera línea, grande, y significa un desafío importante para cualquier hombre en esta carrera. Trataré de hacer lo mejor posible”, señaló el funcionario.
Aseveró que en la fuerza local “hay equipos de trabajo muy buenos, de mucho tiempo, que conocen la gente” y consideró que “hay que buscar la unión de todas las instituciones”.
Calificó a Andrada, su antecesor y ahora segundo jefe, como un“excelente funcionario”, que “ha desarrollado una muy buena tarea, una labor impecable” y en principio estimó que no habrá cambios en el organigrama (“equipo que anda bien no se toca”, lanzó).
– ¿Con qué referencias sobre Villa María llega a este rol?
– Es una ciudad grande que tiene su problemática. Hay cosas sobre las que habrá que sentarse a conversar pero siempre tratando de trabajar con la sociedad y las instituciones. No es algo imposible, no es fácil pero no es imposible.
– ¿Cuál es su proyecto?
– Apuntar a tener muy buena prevención para minimizar el delito, que no se va a terminar nunca, hubo, hay y habrá, pero se apunta a más gente en la calle y demás. Se está haciendo un curso de policía, quedaron 56 pero no depende ya de nosotros si se quedarán aquí o no, sino de la conducción superior.
– ¿Cuáles son las razones del delito?
– Hay muchos factores, son múltiples, sería imprudente nombrar uno pero siempre hay que atacarlo a nivel estructural. Lo mejor que uno puede hacer es relacionarse con las instituciones y trabajar en conjunto.
– Pero buena parte de la sociedad se centra en la demanda de mayor presencia policial como salida a la inseguridad. ¿Qué piensa sobre esa mirada?
– Siempre sucede, o se le echa la culpa a la Municipalidad en otras cuestiones o a los hospitales en otras situaciones.Es mucho más amplio y abarcativo el tema.
– Hay jóvenes de sectores humildes que sufren hostigamiento de parte de algunos policías. Siempre nos llegan casos.
– No estoy compenetrado en el tema, estoy llegando, pero trabajaremos con el equipo y se verá. Si esto que me cuentan existe, trataremos de corregirlo de a poco y encausarlo. Lo que uno menos quiere es que la Policía tenga problemas con la gente, la ciudadanía debe confiar en la Policía que tiene, y tratar de ayudarla con llamados para contrarrestar el delito y demás.
– ¿Qué opina sobre el Código de Convivencia?
– Nuestra labor siempre está focalizada en él o en el Código de Faltas, es una herramienta que ayuda a combatir el delito, pero hay que analizarlo, todos los cambios llevan su proceso. La misma sociedad lo dirá con el tiempo.
– Hace unas semanas falleció el vecino Carlos Solá en una celda de esta Departamental. ¿Tiene algo para informar?
– No he tomado contacto con nada de lo interno, he conocido el caso por la prensa. Todavía no asumí, tengo que ver todo.