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«Trato de que los muchachos entiendan el valor de una final»

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«Trato de que los muchachos entiendan el valor de una final»
Sachetto se la juega. En esta nota les toca el orgullo futbolístico a sus jugadores que están obligados

El técnico de Unión Central sabe que la mano viene complicada pero, como dijo, “en el fútbol no hay imposibles”. Debe modificar el esquema y al menos ganar por un gol para seguir soñando. “La historia pesa, pero no es fácil transmitirla”, sostiene

Sachetto se la juega. En esta nota les toca el orgullo futbolístico a sus jugadores que están obligados
Sachetto se la juega. En esta nota les toca el orgullo futbolístico a sus jugadores que están obligados

El “Josi” Marcelo Sachetto es técnico de un club que hace más de 27 años que no llega a una final de Liga Villamariense. Pese a que perdió el primer partido frente a Yrigoyen, su equipo aún sigue con vida y la ilusión está latente.

Nos recibió en su lugar de trabajo y le contó a EL DIARIO que la misión de transmitir a los jóvenes el valor de jugar una final no es tarea sencilla.

¿Cómo están de cara al partido del domingo?
-Uno trata de ponerle todas las pilas, porque cuando encontrás a un plantel sin ánimo o bajoneado hay que tratar de ser lo más coherente y positivo que se pueda, pero a la vez hay que ser realista. Sabemos que tenemos enfrente un rival difícil, pero no imposible. Si bien hay muchas bajas, no es excusa para jugar una final. Por supuesto que haremos un dibujo táctico diferente, ya que la situación nos obliga a hacerlo. También sabemos que en el primer partido le jugamos de igual a igual y tuvimos un gran arranque, así que si tenemos un poco de suerte, vamos a sacar el resultado que esperamos.

Me hablaste del ánimo…
-Sí, porque durante toda la semana trabajamos muy bien y en la práctica de ayer quizás los vi relajados. Yo les pregunté si realmente sabían y habían tomado noción de la instancia que estaban jugando, a lo que ellos me respondieron que estaban viviendo “algo nuevo” y que lo tomaban de esa manera, pero sabiendo lo que hay en juego. No obstante, yo no los veía enchufados, por eso insistí en recalcar que vamos a jugar una final. Si bien en el equipo hay muchos pibes, ya son hombres y van a disputar una batalla futbolística. Trabajar en el aspecto psicológico de un grupo es fundamental para intentar dar el golpe que necesitamos.

El fútbol es un instante de lucidez…
-Claro, por eso, si aprovechamos nuestro momento, podemos estirar la definición. Estamos a tan solo un gol de lograrlo. Podemos empatar 0-0 todo el partido e iluminarnos en una jugada para llevar la serie a una tercera final. Eso los jugadores lo tienen muy claro. Aunque nos falten Zabala y Soto, que para nosotros son fundamentales, Bustos y Geremía pueden tener la misma posibilidad e incluso hacer lo que ellos no pudieron. Así es el fútbol, te da revanchas y oportunidades todo el tiempo. Todavía tenemos vida. Ya nos sucedió con Española y aquí estamos. Yo creo que si hacemos un gol, damos vuelta la historia.

Es especial para vos este partido como entrenador…
-Sí, es muy importante, porque al final del año uno comienza a hacer balance de lo sucedido, de lo que estaba planteado, y la verdad es que no me imaginaba jugando la final de la Liga. Los dirigentes confiaron en mí y yo les dije de entrada que iba a jugar con pibes, como lo hice en todos los clubes donde estuve. Valoro mucho haber llegado hasta aquí con un equipo formado por jóvenes más algunos soldados experimentados. Ni dirigentes ni jugadores imaginaban estar acá. Pero si lo traducimos al esfuerzo diario, al sacrificio para poder entrenar, a dejarlo todo en cada partido… es un merecimiento.

¿Está bueno ir de punto, jugar de alguna manera con un resultado que lo deja cómodo a Yrigoyen?
-Quizás sí, para que nuestros jugadores no se carguen esa presión del público que pueda llevar el rival, para pensar en que sólo hay que hacer un gol y no nos coma esa falta de experiencia de jugar finales.

Es una realidad que los dos finalistas de este campeonato no saben si el año próximo harán fútbol. ¿Qué pensás de la Liga?
-Estamos en un momento de la vida en el que todo cuesta el doble, en el que hay que hacer mucho sacrificio para afrontar lo que sea, y la Liga no es ajena a esta realidad. Se sabe que la participación y la inscripción es muy costosa, tanto para inferiores como en Primera. Se hace muy difícil si no hay una ayuda económica para “bancar”. La situación te obliga a golpear puertas para encontrar apoyo y respaldo. Esto le pasa al fútbol en todo nivel y sobre todo al del interior. Si vamos a pensar vivir de las entradas, no les podemos pagar ni a los árbitros. La gente acompaña en gran número recién en estas instancias.

¿Qué vas a hacer después de las finales?
-Seguir en esta loca pasión que es el fútbol. Espero que podamos ser campeones. Yo sé que la historia de Unión pesa y mucho, pero no es fácil transmitirles esa historia a los pibes. Siempre les digo a mis dirigidos que todos los equipos que no están acá se mueren de envidia por ocupar nuestro lugar.

Alberto Arce (h)