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Tres años de prisión en suspenso y libertad para un irascible sujeto

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Tres años de prisión en suspenso y libertad para un irascible sujeto
El abogado Antonio Alarcos y su defendido, Mariano Imberti, en una foto obtenida de la red social Facebook

Se trata de Mariano Imberti, quien fue condenado por dos hechos de “desobediencia a la autoridad” y “tenencia ilegal de arma de fuego”. Estaba preso desde el 1 de junio, cuando violó una orden de restricción judicial que le impedía acercarse a su expareja

El abogado Antonio Alarcos y su defendido, Mariano Imberti, en una foto obtenida de la red social Facebook
El abogado Antonio Alarcos y su defendido, Mariano Imberti, en una foto obtenida de la red social Facebook

Un villamariense fue condenado ayer a tres años de prisión de ejecución condicional por hechos de violencia familiar, por lo que pudo recuperar la libertad ni bien concluyó la audiencia de debate.

La pena recayó en Mariano Jesús Imberti (36), quien se declaró culpable de los delitos que se le atribuían y posibilitó que el juicio se realizara bajo la modalidad de “trámite abreviado”, es decir omitiéndose la recepción de pruebas testimoniales en la sala de audiencias ubicada en el quinto piso de los Tribunales locales.

Imberti, un trabajador metalúrgico nacido el 3 de septiembre de 1979, con último domicilio en Remedios de Escalada 1245 de Villa María, estaba detenido desde el 1 de junio pasado, luego que violara una orden de restricción judicial que le impedía acercarse a su expareja, Ivana Ferreyra, con la que convivió más de una década y tuvo una hija que actualmente tiene 6 años.

Luego de separarse en abril de 2015, Ferreyra radicó una denuncia contra su exconcubino, hasta que aquel primer día de junio el irascible sujeto se hizo presente en la vivienda que por entonces ocupaba la mujer, en barrio Bello Horizonte y, en tono amenazante, le advirtió que esa también era su casa y que, por ende, tenía derecho a entrar.

“Ahora me voy a comer una milanesa”, le dijo a su expareja con ironía, lo que derivó en una inmediata denuncia, incidente que concluyó pocos minutos después con la detención del infractor por parte de la Policía.

Cabe señalar que en junio de 2014 se había iniciado una causa penal en contra de Imberti por “tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil”, aunque en aquella oportunidad no fue detenido ya que no registraba antecedentes de ningún tipo.

Sin embargo, la violación de la restricción dictada por la Justicia se sumó al proceso anterior, por lo que el fiscal interviniente ordenó su inmediata detención. Y como si eso fuera poco, el 18 de junio volvió a violar la orden judicial que le impedía mantener cualquier tipo de contacto con la mujer y la llamó desde la cárcel para reclamarle que le dejara ver la nena y que le llevara ropa.

Ferreyra amplió la denuncia, por lo que a Imberti se le sumó un nuevo hecho de “desobediencia a la autoridad”.

 

Juez y partes

El juicio fue presidido por el camarista René Ganarillas y contó con la participación del fiscal Correccional, Horacio Vázquez, y de los abogados codefensores Antonio Alarcos y Alexis Andrada, mientras que la secretaria actuante fue Marcela Mattalía.

Además de la pena en suspenso, el juez Gandarillas fijó una serie de reglas de conducta que Imberti deberá cumplir sin condicionamientos si es que no quiere volver a prisión: realizarse un estudio psicológico y otro psiquiátrico, someterse a un tratamiento por su adicción al alcohol y mantenerse alejado de su expareja, con la que no podrá entablar contacto de ninguna naturaleza.