Ricardo Rivarola, padre del joven que se quemó tras explotar un caldero, confió que amplió la demanda en contra del fiscal Atienza y autoridades municipales debido a que, aseguró, el lugar donde se desarrolla la actividad es municipal y se trabaja en “condiciones deplorables”
El 24 de diciembre, Osvaldo Ezequiel Rivarola, de 19 años, sufrió un accidente laboral en una fundición de Jesús Comellas, en Villa Nueva, que le afectó ambos pies y a consecuencia de la cual debió ser hospitalizado.
Ricardo, su padre, confió ayer a EL DIARIO que a raíz de ese hecho debió ampliar la denuncia ahora en contra de la Fiscalía de Villa María y autoridades municipales, debido a una serie de situaciones irregulares que se dieron.
“Me tuve que ir a Córdoba a denunciar en la Fiscalía General de la Provincia a la Fiscalía de Villa María porque no me querían atender, no me permitieron hacer la ampliación de la denuncia, directamente la secretaria, la doctora Oyola, no me quiso recibir y el fiscal Gustavo Atienza tampoco”, recordó el hombre, quien explicó que “yo necesitaba ampliar la denuncia porque el médico policial que fue le diagnosticó lesiones leves, siendo que mi hijo tiene un agujero en el pie a punto tal que se le ve el hueso”.
Para Ricardo, todo se ha dado en forma irregular, “imaginate que a mi hijo directamente tampoco lo llamaron a declarar todavía”, contó, y resaltó que “después de que no me atendieran en la Fiscalía de acá, fui a laPolicía y hablé con el comisario mayor Rantica y le planteé que en la denuncia que en me tomaron en Villa Nueva pusieron mal el nombre del supuesto imputado y ni allá ni en Tribunales lo querían corregir”.
Es por ello que “fui a Córdoba, hice la rectificación, amplié la denuncia también contra el intendente y la Municipalidad de Villa Nueva porque el lugar donde está la fundición es un predio municipal, pero desde la Municipalidad dicen que no saben nada, que no saben quién trabaja ahí, nada”.
“Quiero que imputen a Graglia y a Cavagnero porque ese predio se otorgó en la gestión de él y también a toda la gente que está en la Secretaría de Habilitaciones y demás”, reclamó Ricardo, quien explicó que “la fundición está a 30 metros del cuartel de Bomberos, en la esquina de Santa Fe y Modesto Moreno, hay un portón blanco, entrás por ahí y te vas al centro de la manzana. Ahí está. Los Bomberos comparten el patio y también hacen la vista gorda”.
“Otra de las cosas que hicieron mal es que mandaron un oficio al Ministerio de Trabajo y al inspector lo mandaron a otro lugar, no a la fábrica. Le tuve que indicar yo cómo llegar a la fábrica”, reclamó, y advirtió que “supuestamente se tenían que presentar en el Ministerio hoy”.
“Es un peligro”
Ricardo detalló que en el lugar “trabajan en condiciones deplorables”. “Mi hijo estuvo tres meses ahí y ahora está con el pie destrozado. De hecho, no fue la primera vez que se quemó, le había pasado una vez antes. No hay baño, no hay matafuego. La fundición ni siquiera tiene nombre. Jesús Comellas es el dueño y llama la atención porque es un predio municipal. Entonces, atrás de esto hay ramificaciones políticas y, te digo más, en esa fundición están haciendo los armazones de los bancos de las plazas, entonces trabajará para la Municipalidad”, consideró.
A su vez, recordó que “Comellas fue condenado en 2008” por ser declarado autor del delito de “peculado por equiparación” y que también se le había dispuesto una inhabilitación absoluta y perpetua para desempeñar cargos públicos.
“El día que lo llevaron al hospital se presentó un tal Quiroga diciendo que era el representante del señor Comellas, que todo lo que hiciera falta se lo pidiéramos.
Le pedimos una silla de ruedas, antibióticos y analgésicos. Compró tres tiras de medicamentos y no apareció más. Hoy mi hijo no puede trabajar”, cerró.