El pivot, nacido en Necochea, volvió con energías renovadas de las vacaciones. “Machaca” dialogó con EL DIARIO y apuesta a que el equipo va a seguir mejorando su rendimiento en esta segunda parte

Ameghino volvió a los entrenamientos, luego de unas pequeñas vacaciones, aprovechando el receso del Torneo Federal con motivo de las fiestas de fin de año.

El equipo villamariense retornó intensamente al trabajo en la tarde del domingo y ayer en doble jornada. Si bien hubo 10 días de vacaciones, cada jugador se llevó un plan de trabajo individual, con diferentes tareas de pesas y otras aeróbicas, según las condiciones físicas por las que pasaron en la parte final del año.

En la jornada de ayer, EL DIARIO dialogó con el interno Leandro Mateo, de larga trayectoria en equipos de distintas divisiones del básquetbol argentino, como también de otros países.

En el básquet, todos lo conocen como “Machaca” Mateo y nació el 30 de marzo de 1981 en Necochea; juega de pivot o ala-pivot, mide 2,04 metros y tiene 34 años. En la pasada temporada, el jugador integró el plantel de San Lorenzo de Chivilcoy, pero posee una amplia e importante trayectoria en esa categoría.

Entre sus pergaminos figura que fue campeón de la edición 2013/14 del Torneo Federal en Estudiantes de Olavarría, previo a llegar a Ameghino de esta ciudad, equipo al que se sumó en agosto del año pasado.

Sus inicios se remontan a Gimnasia y Esgrima de La Plata (TNA) y en 1999 jugó en Estudiantes de Bahía Blanca (siendo aún juvenil) participando en las primeras categorías del básquet argentino durante seis temporadas. También registra pasos por Lanús, luego se fue a Italia (ascendió de la categoría C2 a la C1), luego jugó en Costa Rica (salió campeón dos veces consecutivas del torneo de Primera división).

Volvió a nuestro país, jugando en Talleres de Tafí Viejo (Tucumán) y Sportsmen de Rosario. Luego registra tres temporadas en Independiente de Tandil, después fue campeón con Estudiantes de Olavarría (campeón de la edición 2013/14 del Torneo Federal), BH de Gualeguay, luego Estudiantes de Olavarría y ahora Ameghino

Una de las curiosidades de su carrera es que participó del Torneo de Volcadas del Juego de las Estrellas 2002.

-¿De vuelta al trabajo?

-Creo que todos tenemos un poco más los aires renovados. Las vacaciones vienen muy bien para distendernos, para descansar, había algunos jugadores golpeados, otros con muchos minutos y nos viene bien el descanso. Ahora hay que retomar lo que dejamos, terminamos muy bien, dentro de los altibajos que tuvimos en la primera fase. Creo que es bueno regresar con energías renovadas para encarar lo que falta de la primera fase.

-Dentro de los altibajos que mencionas, se cerró bien ganando la mayoría de los partidos…

-Creo que encontramos nuestra forma de jugar y de sacar los partidos. Veníamos con algunos altibajos que nos hicieron perder partidos, que veníamos ganando y que por falta de energía o de concentración, o por jugar mal un cuarto, lo pagábamos. Hoy por ahí no estamos en la tabla como quisiéramos, pero vamos a pelear para estar más arriba.

-El torneo ha demostrado tener una paridad entre todos. Con los rivales del próximo fin de semana se ha ganado y perdido, ¿lo ves así?

-El torneo es muy parejo, salvo Centro Deportivo Rivadavia de Mendoza que se ha cortado un poco arriba, el resto ha demostrado tener una gran paridad. Cuando empezamos perdimos con Atenas de Mendoza, y terminamos ganando por una gran diferencia, con un gran juego. Eso demuestra que depende más de nosotros que de los rivales, a veces. Eso lo entendimos ahora y creo que va a ser la forma que vamos a encarar esta segunda parte y jugando muchas veces mejor.

-¿Cómo te sentís en Ameghino?

-La verdad que estoy muy pero muy contento. Estoy contento por el grupo humano que hay, tanto los jugadores, como en los dirigentes, el cuerpo técnico. Es un equipo que viene de ascender, tiene una base armada, un estilo de juego, una identidad. Eso es mucho más fácil para el que viene de afuera, sumarse a esto. Es distinto a que estemos todos aprendiendo a jugar, armar un estilo de juego. A mí me tocó una parte más fácil, tratar de adaptar mi experiencia y mi juego al equipo, y creo que está dando resultados. De a poco nos vamos conociendo cada vez más y le tengo mucha fe al equipo”.