Existe en Argentina un vacío, un punto oscuro en torno a la sexualidad de estas personas y más si están internadas. Así se desprende de una charla que EL DIARIO mantuvo con una profesional en la materia. Consenso, respeto y otras ideas para asimilar, en busca de una sociedad mejor
Escribe Sergio Vaudagnotto
De nuestra Redacción
Para la sexóloga Gabriela Uzal, en su materia de estudio el país conserva dos tabúes claramente identificables: “Uno es el de la sexualidad de las personas mayores y el otro gran tabú es el de la sexualidad de las personas con discapacidad”.
“Las instituciones no están preparadas para afrontar el ejercicio concreto de la sexualidad”, comentó la profesional, apartando su análisis de un hecho puntual como el sucedido en Villa María, del cual ofrecimos información en nuestra edición de ayer.
Capacitarse, estudiar sobre la cuestión
Uzar estimó que las entidades, tanto públicas como privadas, así como las personas que trabajan en ellas, deberían capacitarse, estudiar sobre la cuestión. “Y, además, cada caso será diferente; dependerá de la biografía sexual de esa persona. Después, si se establece que están dadas las condiciones de consenso y respeto entre ambos, si los dos adultos están de acuerdo en lo que van a hacer, si no hay nada forzado, se podría hablar de espacios de intimidad para poder relacionarse y otras cuestiones. Pero en el país recién estamos incursionando en estos temas”, explicó.
La sexóloga señaló que, inclusive, en Argentina “se da una situación de alegalidad en torno a la sexualidad, más si las personas están internadas en un lugar como podría ser un hogar de ancianos”.
“El tema no está claro legalmente y casi no hay gente de derecho que se ocupe de ello”, consideró.
Sobre el mismo punto, comentó que nuestro país es signatario de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, en la que “se contemplan algunos aspectos de la sexualidad, tales como la educación sexual y la salud reproductiva”, pero no otros aspectos relacionados con el placer.
En otro pasaje de su diálogo con un periodista de este medio, Uzal sostuvo que, como sociedad, “debemos empezar a abordar estos temas desde los marcos institucionales”, para minimizar a futuro situaciones complicadas, conflictivas.
“Natural o forzada…”
En hechos que han ocurrido en diferentes lugares, la falta de preparación institucional, inclusive de los funcionarios que deberán resolver qué fue lo que realmente ocurrió, nos pone ante situaciones muy complejas. “Hay muchas ocasiones en las que es muy delgado el hilo para precisar si las cosas se dan de manera natural o forzadas”, dijo la especialista. Y esa es otra de las razones por la cual todos debemos comenzar por prepararnos, estudiar, realizar nuestro aporte para que la niebla que rodea estos temas se disipe.
No más tabúes. Educación, respeto de los derechos sexuales y justicia.
Acerca de la profesional consultada
Gabriela Uzal es médica, egresada de la Universidad Católica de Córdoba en el año 1988. Realizó la Residencia de Medicina Generalista en el Hospital “Domingo Funes” en la localidad de Villa Caeiro, dependiente del Ministerio de Salud de la Provincia de Córdoba (1989-1992). Luego ingresó al Hospital Materno Provincial donde realizó el posgrado de Obstetricia (1992-1996), práctica que ejerció durante más de 10 años en diversas instituciones públicas de la provincia de Córdoba.
La licenciada en Psicología y defensora de los derechos de las mujeres María Inés Macciotti la introdujo en la Psicoprofilaxis Obstétrica y la entusiasmó con el inicio de su formación en Sexología Clínica. Estudió esta disciplina, primero en CAIES, bajo la dirección del Dr. Eduardo Arnedo , y posteriormente realizando el Posgrado de Sexología Clínica en la Universidad “René Favaloro” de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, bajo la dirección de las doctoras Lucila Martín y Silvina Valente.
Realizó cursos transdisciplinarios y se desempeña como médica generalista en Atención Primaria en Salud en la Comuna de La Pampa (Ascochinga), en Chalacea (Río Primero) y en Agua de Oro (Sierras Chicas), donde reside.
Es médica de la Quinta Cohorte de Médicos Comunitarios en la localidad de La Posta, Provincia de Córdoba, (Salud de la Nación ), donde trabaja en el proyecto «Sulky», de comunicación en salud. Gabriela y la Comunidad de La Posta, han creado la Escuelita Comunal de Sexualidad para la Familia, la cual viene desarrollando actividades desde el comienzo del año 2009.
Ejerce además la práctica privada de la Sexología Clínica, asistiendo a pacientes de diferentes géneros.