Noemí Bongiovani lucha por develar lo que ocurrió desde que su hijo comenzó a convulsionar en el “after” de la estancia El Silencio hasta que murió en el Hospital de La Falda. El reclamo, llegó a oídos del ministro de Justicia, Luis Angulo
“Así como las madres de los desaparecidos durante la dictadura lucharon tanto para saber lo qué pasó con sus hijos, así luchamos las madres del dolor contra la droga, que es lo que hoy está haciendo desaparecer a nuestros jóvenes”, dijo Noemí Bongiovani, en diálogo con EL DIARIO, al cumplirse 15 meses de la muerte de su hijo, Francisco “Pancho” Mignola.
El joven, de apenas 19 años, murió el domingo 26 de octubre de 2014 en el hospital de La Falda, tras participar de una fiesta electrónica en la estancia “El Silencio”, ubicada a 10 kilómetros de esa localidad serrana.
Desde ese día, Noemí no cesa en su reclamo de justicia. Actualmente, la causa está radicada en Jesús María y es el fiscal Raúl Almeida quien está a cargo de la investigación.
“Nos dijeron desde Tribunales que en febrero, cuando reinicien la actividad, vamos a tener novedades”, dijo Noemí. “Para nuestro abogado (Miguel Ortiz Pellegrini) la Justicia imputará a los responsables”, agregó.
“Mi hijo llegó a esa fiesta a eso de las 9 de la mañana y a las 10, comenzó a convulsionar”, recordó. Los testimonios de los amigos y de otros asistentes a la fiesta dan cuenta de que no recibió ayuda, sino que, por el contrario, mientras el joven villamariense convulsionaba, le iban robando sus pertenencias.
“Es un hecho que Pancho, de haber tenido asistencia médica a tiempo, estaría vivo”, dijo.
“Sólo quiero saber qué pasó desde que comenzó a convulsionar hasta su fallecimiento, para poder hacer mi duelo. Cada noche me voy a dormir deseando que esto sea un mal sueño y que al despertar, Pancho esté en su cuarto. Para volver a vivir, tengo que cerrar ese círculo sabiendo qué le pasó a mi hijo”, relata.
La autopsia develó que Francisco Mignola había consumido un cóctel de drogas. “Por eso, salgo a caminar por las calles, donde sé que hay chicos que pueden estar consumiendo. Les hablo, les digo lo que le pasó a Pancho. Es desesperante, porque veo en cada uno de ellos la cara de mi nene”, indicó.
Con la esperanza de que se active la investigación tras el receso estival, esta madre del dolor sigue peleando para que las adicciones no roben los sueños de los pibes.
Claves
Francisco Mignola
murió el 26 de octubre de 2014. habÍa asistido a una fiesta electrÓnica en una estancia ubicaDA en cercanÍas de la falda. TenÍa 19 años.
La familia
reclama a la Justicia, porque los asistentes coinciden en que en la fiesta se vendía droga (incluso con la entrada) y que en el predio no había asistencia médica, ni señal de telÉfOno ni ningún otro tipo de comunicación.
Esperan que
los organizadores del “after” y los que no lo asistieron en su momento, se hagan
responsables penalmente de los hechos.
El ministro la visitó en su casa
En diciembre del año pasado, cuando el gobernador Juan Schiaretti estuvo en Villa María, Noemí Bongiovani le entregó una carta contándole lo que vive en la búsqueda de justicia.
“A la semana, cuando el ministro de Justicia, Luis Angulo, vino a Villa María a inaugurar unos pabellones en la cárcel, me vino a visitar. Charlamos más de una hora en mi casa, nos dijo que se ponían a nuestra disposición, que para eso estaban y que desde el Gobierno iban a ayudar en todo”, indicó.
“También está muy cerca del tema el intendente Martín Gill, quien entiende que la droga golpea en todas las casas, que no es sólo la periferia la que la sufre. Todos tenemos que enfrentarla”, concluyó.