En la sede central de Fabricaciones Militares, ubicada en Buenos Aires, despidieron sorpresivamente a 140 trabajadores. La reacción de ATE no se hizo esperar. Ayer hubo asambleas y hoy y mañana, paro con asistencia a los lugares de trabajo

La sede central de Fabricaciones Militares es un organismo administrativo en el que se desempeñan unos 500 trabajadores estatales. Ayer a la mañana, cuando iban a ingresar a sus puestos laborales, se encontraron con la ingrata sorpresa de que agentes de la Federal, con listado en mano, pedían el nombre y el documento para poder ingresar. Así, 140 empleados contratados se enteraron de que no estaban en la lista y por ende, habían sido despedidos sin siquiera un telegrama de por medio.

Frente a ese panorama, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) hizo asambleas en todas las ciudades donde hay una fábrica militar: Jachal, Azul, Río Tercero, Fray Luis Beltrán y Villa María.

La asamblea local se realizó en la sede gremial, ubicada sobre calle Santa Fe.

Resolvieron hacer un paro por 48 horas en todas las fábricas militares y el lunes, una nueva asamblea para determinar cómo siguen con la protesta.

“Dijimos en noviembre que si nos tocan a uno, nos tocan a todos. Y lo cumplimos”, señaló Fernando Mercado, secretario General de ATE Villa María.

“Nosotros veníamos manteniendo un diálogo con las autoridades y hoy nos encontramos con estos despidos. Por eso, hasta que no estén todos reincorporados, no vamos a arrancar con ninguna línea de producción”, agregó.

A su turno, José Gorozo, de la conducción provincial del gremio, planteó que el Estado nacional descalifica a los trabajadores estatales con adjetivos tales como “vagos” o ñoquis”. “Sí, como dice el pituco francés de (Alfonso) Prat Gay, los trabajadores somos grasas. Somos los que engrasamos el engranaje del Estado para que funcione”. señaló.

Destacó que son los trabajadores del Estado “los que pueden fabricar los radares que hacen falta para evitar que ingrese droga al país”; que son los trabajadores del Estado los que pueden hacer los chalecos antibalas “que no tenían los que perseguían a los tres delincuentes” y “somos los trabajadores de Villa María los que aportamos pólvora para las armas de las fuerzas de seguridad”. “Pero claro, ellos esperan hacer negocios”, planteó.

“No vienen sólo por los trabajadores de Fábrica Militar, vienen por todos los trabajadores del Estado”, agregó.

Informaron que el 80% de los trabajadores de fabricaciones son contratados.

A su turno, Oscar Mengarelli dijo: “A esta película la vivimos en los años 90. Le abren la puerta al Fondo Monetario que trae plata pero con recetas, que se basan en achicar el Estado”, dijo. “Por suerte, nuestro sector está organizado y unido”, indicó.

Remarcó que los despidos de trabajadores estales se están sucediendo en diferentes provincias “y la respuesta del Estado es la represión, la criminalización de la protesta”.

Finalmente, destacaron que ATE es el único gremio que está en la calle defendiendo a los estatales. “Y si en Villa María tenemos que ir a manifestarnos adonde están los referentes del PRO, lo haremos, sin ninguna duda”, concluyeron.

Cabe señalar que después que lanzaron el paro por 48 horas, las autoridades de Fabricaciones Militares convocaron al gremio a dialogar.

OPINIONES 

Esta película ya la viví en los años 90

Oscar Mengarelli

Si nos tocan a uno, nos tocan a todos

Fernando Mercado

Somos la grasa que pone en marcha el engranaje del estado

José Gorozo