Según los vecinos, deben alargar unas tres cuadras para poder llegar a la ruta desde que la Deán Funes dejó de tener doble sentido de circulación. Además, se quejan del estado de las calles
“Nuestro problema, en el barrio Belgrano, se lo podría titular ‘abandonado y sin salida’”. Juan Alberto Vilchez, vecino del sector de la ciudad al que hace referencia desde hace más de cuatro décadas, manifestó un reclamo generalizado entre los que allí viven.
El frentista explicó que, tomando como referencia y ejemplo su domicilio, en la calle Arenales al 1200, “en el barrio no tenemos salida”. “Tenemos las últimas dos cuadras del barrio para salir pero si vamos para un lado, topamos contra el Tiro Federal y la Deán Funes la han puesto mano de tal forma que si agarrás la Chile es a contramano, la Lisandro de la Torre entra al barrio, entonces para salir esa a contramano también. La Brasil también choca contra el Tiro Federal entonces tampoco tiene salida y la General Paz ya es a contramano desde siempre”.
Según aseguró Vilchez, “antes la Deán Funes era doble mano, luego la cambiaron y comenzaron los problemas”. Es que, concretamente, el malestar es porque “no podemos salir del barrio sin tener que volver al barrio dos o tres cuadras y buscar la Marcos Juárez o alargar seis cuadras para poder salir”.
Esta situación provoca que “la gente del barrio ande permanentemente a contramano para no alargar esas cuadras, andar a contramano ya es algo rutinario y peligroso para los que vivimos acá, todos se han acostumbrado”. Además, agregó que “tenés que andar con un cuidado permanente porque sabés que alguno a contramano viene sí o sí”.
“Eso está mal hecho y presentamos una nota a la Municipalidad firmada por varios vecinos hace tres meses, pero no pasa nada”, contó. De hecho, cuando este medio recorrió el lugar, otro vecino se acercó a dar a conocer la misma situación.
Concretamente, el frentista resumió el pedido de soluciones al mencionar que “necesitamos que la calle Deán Funes sea doble mano, y que nos abran un cantero en la calle Chile para salir a la ruta”.
Las calles, otro trastorno
Al inconveniente de los sentidos de las calles también se le suma el estado de las mismas, según el propio vecino. “Las calles son un desastre desde que hicieron el cordón cuneta porque no volvieron más”, explicó.
Sobre todo, “donde se junta el cordón cuneta y el badén” es donde más agua y barro se acumula, y aseguró que por eso “el colectivo dejó de andar una semana, después empezó a pasar de nuevo, pero dice el chofer que no va a pasar más porque se hace un pozo tan grande que rompe todo”.
Vilchez aclaró que “no tengo nada contra Martín Gill”, pero que “desde que asumió él no fue nunca más ni mandó una máquina a arreglar un pozo, antes al menos cada tanto iban, aunque era una solución temporal”.