José Palazzo dio su habitual conferencia de prensa, mientras el Cosquín Rock llegaba a su final. En un balance “más que positivo” que hizo, el creador del mayor evento de rock nacional, no se olvidó de las bandas cordobesas
Escribe Juan José Coronell
ESPECIAL PARA EL DIARIO
“Lo único que voy a decir de la lluvia es que es un fenómeno natural, que se genera por varios factores. Lo demás no tiene mayores posibilidades de explicación”, comenzó José Palazzo apenas se sentó y sin que nadie le preguntara nada. Luego comentó: “Estuvo bueno, inclusive para los periodistas, porque logré que viniera a la carpa de Prensa Ricardo Iorio”.
En cuanto al horario, que siempre es un acierto que se cumpla, fue de lo primero que le preguntaron, debido a los cambios del día de la lluvia. “El horario en Cosquín se respeta mucho. Los Cabré, que manejan eso, son muy ordenados y el horario para ellos es casi religioso. En el caso del segundo día la lluvia generó conflictos. Teníamos un afluente demorado en la ruta y miles queriendo entrar para ver a Don Osvaldo. Entonces pudimos estirar para que tocaran más tarde”.
La gente, el Festival y lo que viene
Esta edición era llamada a ser la del récord de público, pero más allá del temporal que se desató el domingo “hubo más de 37 mil personas”. Los otros dos días fue en esos números la asistencia. Una concurrencia que pudo disfrutar “cada cinco bandas de rock, una pausa con Favio Posca o Hernán Casciari y Zambayonny, y volvían a los escenarios con ganas de más. Como cuando te empalagas con mucho dulce y cortas con cítricos para después seguir”.
Uno de los escenarios más concurridos fue el Geiser por la puesta de Catupecu Machu y su espectáculo “Madera Microchip” que “fue pensado conceptualmente para un teatro, por eso se hizo así, en un espacio cerrado, con personas sentadas, oscuro. Hay muchos artistas que se coparon para hacerlo en la próxima edición”.
“Nunca me imaginé hacer el principal evento del rock en Argentina”, comentó sobre este proyecto, que “nació en una especie de inocencia”. “La realidad es que trabajamos durante todo el año para tirar ideas y ver quién las va a concretar. Y el Festival tomó una dimensión tan grande que conozco todo lo que pasa, porque lo voy armando, pero a la vez me pierdo en las puertas del predio. Pero dependió mucho de los locos que me siguieron”, afirmó para explicar que si no se hace en otros países como Perú o Chile, es porque aún no encontró a quién “delegar” la responsabilidad, pero que la idea es hacerlo en esos países para “exportar el talento argentino y traer para acá otros artistas latinoamericanos”.
Por último reconoció que tienen “una materia pendiente que los Pre-Cosquines recorran el país, buscado nuevos artistas”, pero que tratarán de implementarlo mejor y que necesitan ayuda del Gobierno provincial, respondiendo que “necesitamos mejorar los ingresos, pero no depende de nosotros que ya invertimos 40 millones de pesos en esta edición”.
El toque “local”
Cuando le consultaron sobre las bandas cordobesas presentes en el Hangar o en los escenarios contestó: “Fue impresionante”. Luego dijo, detallando sobre eso: “Juan Terrenal hizo una gran performance. Como Pésam, Trebolares, Nóstica… Tenemos muy buen rock… Yo tengo conocimiento de bandas locales porque cuando voy a lugares a tocar con mi banda o me invitan a shows los veo. Eruca Sativa hizo muy buen show, más allá que Lula Bertoldi está teniendo una tonada rara. Pero tenemos un semillero alucinante y que tengan un Hangar propio y participen de los otros escenarios está bueno, como Rayos Láser que es una banda que ha crecido mucho… La escena cordobesa está pasando por un buen momento y tratamos, dentro de las posibilidades, de ayudar en eso”.
