El jueves por la noche falleció Norberto Giraudo, reconocido empresario local, titular de la firma “Don Emilio”. Familiares y amigos reconocieron su fuerza de trabajo y su don de gentes

Un empresario magnífico, un hombre solidario, un apasionado deportista, un gran amigo … Todo eso, y mucho más, fue Norberto Emilio Giraudo, quien el jueves por la noche le bajó las defensas a la lucha contra una enfermedad que le puso fin a su vida a los 65 años.

Padre de tres hijos y abuelo de cuatro nietos y con un quinto en camino, Norberto cedió en su lucha luego de la operación de un tumor en el riñón. Quince días atrás, ya había superado otra intervención en un brazo.

Norberto fue una de las cabezas de la exitosa firma empresarial local “Don Emilio”, fue presidente del Rotary Club Villa María Este, donde también ocupó otros cargos, como contador tuvo una activa participación en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas, “hasta fue jugador de Alumni en su juventud”, contó el empresario local Alberto Datta, uno de sus íntimos amigos.

“Tenía muchas virtudes, una fuerza… te diría que hasta la mañana antes de internarse para la operación estaba laburando. Era todo potencia y con una claridad empresarial terrible, de esas personas que tienen una intuición única”, lo describió Datta, quien eligió resumirlo así: “Pero, fundamentalmente, fue un gran amigo”.

“Para nosotros fue como un hermano mayor”, sostuvo Pablo Giraudo, uno de sus sobrinos, haciendo referencia al apego que le tenían al “Tío Norber” junto a su hermano Gabriel.

“Un tipo incansable, muy hábil, laburador, un tipo muy activo, incluso estuvo trabajando en las peñas para el Rotary, siempre trabajando mucho en lo social”, recordó Pablo.

Días atrás, el plantel profesional de Ameghino en el Torneo Federal le brindó su apoyo con una bandera. Por estas horas, tras conocerse su deceso, en las redes sociales llovieron las palabras de apoyo a su familia y en reconocimiento a la huella que dejó en cada una de las personas que conoció.

Gabriel, eligió las redes sociales y una foto para enviarle un emotivo mensaje: “Salud Tío Norber, es la foto con la q decidí despedirme, fuiste en la vida todo lo que un buen tipo tiene que ser, enseñaste, ayudaste, criaste, confiaste, donaste, trabajaste y todo eso siempre hecho al 100%.

No puedo decirte otra cosa más que estoy eternamente agradecido de que hayas sido mi hermano mayor, mi tío, mi padrino y mi socio en la vida, en ir a ver nuestro Alumni, nuestro Ameghino, nuestros partidos de arco a arco en el pasillo, después al pádel, el frontón, cuando éramos tu fan número 1 en las olimpíadas interprofesionales… Cuantas cosas por decirte y que las sabes, nos dejaste un legado y es que hay q ser feliz y laburar y no creo poder igualarte nunca como a mi papá y el Tío Héctor, pero te prometo q el próximo abrazo que nos demos cuando nos encontremos estaré tan extenuado como nunca lo estuve porque así me enseñaste.

Tío Norber es increíble q no estés más acá entre nosotros, pero si en vida fuiste grande hoy empezas el camino de Prócer, y mucha gente se lo hará saber a toda la familia.

Chauuuuu Tiooooo, no podré olvidar nada de lo que me enseñaste y lo que vivimos y te pido que cuando te juntes con Joe se abracen bien fuerte y desde allá arriba nos guíen y no nos dejen ser nada de lo que ustedes no querían que fueramos.

No puedo más, se apago un corazón que no quiso más, pero se encendió un camino que quiero que sepas que todo será como vos lo querías. Chau campeón, nos dejaste pero seguramente te fuiste al gimnasio desde donde serás lo mismo que fuiste en Vida, un crack en la tierra como en el cielo…”