A la escuela de verano del gremio asistieron más de 200 niños. Además, aseguraron que hubo un 20% más de afiliados que se llegaron a disfrutar del predio, pero que, en contrapartida, no fue bueno el número de particulares

Doscientos niños de entre 4 y 12 años fueron parte, durante diciembre y enero, de la escuela de verano del Centro de Empleados de Comercio. Un orgullo para el gremio que el viernes por la noche ofreció una fiesta de cierre en la que hubo juegos, disfraces y mucha diversión.

“Fue una temporada muy auspiciosa que colmó las expectativas porque fueron unos 200 hijos de afiliados que fueron durante dos meses, de 8 a 12.30, lo que es un servicio del gremio al afiliado que no tiene valor, porque acompañarlo en la contención de sus hijos es uno de los primeros fundamentos de la escuela de verano”, explicó Sergio Cabrignac, secretario de Deporte y Turismo en el CEC.

Cabrignac resaltó las actividades que se llevaron a cabo en el predio como la “Biblioteca al sol”, en conjunto con la Biblioteca Municipal Mariano Moreno, también hicimos cursos con la gente de tránsito sobre educación vial, recibimos a un dentista que habló con los chicos sobre higiene bucal, también vino un médico, los Bomberos Voluntarios dieron una charla también y hasta fuimos a pasar un día a Carlos Paz”. Cabe resaltar que el CEC ofreció a sus afiliados, además, el servicio gratuito de colectivo para llevar y traer a los niños.

La escuela de verano del gremio estuvo a cargo de Pablo Mansilla y trabajaron otros 18 profesores. Según Cabrignac, deben poner un cupo porque “en realidad, podríamos tener como 500 chicos, pero no daríamos a basto”.

Por otra parte, Cabrignac confió que en lo que va de temporada asistieron al predio un 20% más de afiliados. “La concurrencia fue mayor, año a año más afiliados toman el predio como una opción para su recreación”, explicó, pero también aclaró que “en cuanto a la gente que ha venido al predio sin ser afiliada, diciembre fue malísimo”.