Cuatro muertos, más de 200 evacuados y cuantiosos daños materiales dejó como resultado un breve pero violento temporal de lluvia, viento y granizo que afectó anoche la capital de Córdoba y algunos poblados de los alrededores el mismo día en que se cumplía el primer aniversario de las devastadoras inundaciones en las Sierras Chicas.
El temporal se extendió por media hora, pero la cantidad de agua caída, acompañada de viento y granizo, destruyó parte de la infraestructura de la capital cordobesa, arrastró vehículos, derribó árboles, postes de cableados y convirtió en ríos la vía pública.
La tormenta, que se inició pasadas las 20, causó cuatro muertos, todos ellos sorprendidos en la vía pública al momento de comenzar el fenómeno climático.
Enrique Roxia (63) murió al caer y golpearse en una calle del barrio Residencial América; Sixto Baláez, de un 1 y 7 meses falleció luego de que un árbol aplastara el automóvil en el que se movilizaba con sus padres por avenida Ejército Argentino, en tanto, aún no fue suministrada la identidad del motociclista de unos 50 años que murió al caer de su rodado en barrio Cofico.
Ayer por la mañana, alrededor de las 8, fue encontrada la cuarta víctima, Eduardo Ariel Giménez, de 45 años, cuyo cuerpo fue hallado en el interior de una casilla que fue arrastrada por el viento y el agua.
Giménez cumplía allí su función de seguridad privada en un predio donde se levanta un barrio por la ruta provincial 5, camino hacia Alta Gracia.
El titular de Defensa Civil de la provincia, Diego Concha, detalló que unas 200 personas de distintos barrios capitalinos debieron ser evacuadas por daños e inundaciones en sus viviendas y hasta ayer por la tarde unas 50 personas aún permanecían en esa situación.
“Tenemos unas 50 cuadrillas integradas por personal de Bomberos, Policía y Defensa Civil asistiendo a los damnificados y para cubrir cualquier contingencia. El alerta meteorológico se mantiene”, advirtió el funcionario.
Por su parte, el subsecretario de Emergencia Urbana del municipio capitalino, Hugo Garrido, precisó que la intensidad del temporal se extendió por un poco más de media hora y que en ese lapso las precipitaciones fueron de 70 milímetros, en tanto, la velocidad del viento alcanzó un máximo de 140 kilómetros por hora.
“Son vientos destructivos que ninguna ciudad del mundo puede resistir, fue devastador”, graficó Garrido y añadió que más de una veintena de barrios permanecen sin energía eléctrica.
Desde la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC) comunicaron que la tormenta sacó de servicio transformadores y distribuidores de alta y media tensión, a lo que se sumó la caída de árboles y postes de cableados, no obstante, destacaron que paulatinamente se está restableciendo el servicio.
El Comité de Emergencia, presidido por el intendente Ramón Mestre, se reunió con la participación de funcionarios provinciales para evaluar la situación y decidir acciones, en tanto, ayer a la tarde continuaba con el relevamiento de los daños.
“Son horas muy dolorosas para los cordobeses. Queremos expresar una consternación particular y sincero acompañamiento a las familias de las víctimas. La naturaleza una vez más, en un acto incomprensible, ha llevado a la pérdida de vidas”, manifestó el intendente Mestre en conferencia de prensa y comprometió “toda la ayuda que sea necesaria” a los damnificados.
Ayer permanecían inhabilitadas las arterias de la costanera por la crecida del río Suquía y lo mismo ocurría con varias calles anegadas y destruidas por el temporal, por los más de 350 árboles caídos y los vehículos arrastrados a raíz de la intensidad de la corriente de agua que inundó las calles. Además, gran parte de la ciudad permanecía sin energía eléctrica.
Alta Gracia y Villa Carlos Paz también resultaron afectadas, aunque en menor medida.