Más de un centenar de productores lecheros participaron anoche de la asamblea en Ballesteros. Tras un diagnóstico crítico de la situación, resolvieron hacer un petitorio para que el Gobierno disponga medidas urgentes para un salvataje del sector
Con honda preocupación fueron llegando desde Pozo del Molle, James Craik o San Antonio de Litín, por citar algunas localidades, los productores lecheros que participaron anoche de la asamblea autoconvocada para analizar la situación del sector.
Todos trazaron un diagnóstico crítico: “En cuatro meses nos fundimos todos, no podemos esperar más”, indicaron.
En la deliberación, si bien no pudieron precisar exactamente el costo del litro de leche, coincidieron en que los números no cierran. “Estamos trabajando a pérdida”. Estiman que esa pérdida es de un peso por litro, por lo que llegaron a proponer, en el fragor de la asamblea, que se comercialice directamente el producto en las plazas de los pueblos, algo que luego coincidieron en que es materialmente imposible por las condiciones bromatológicas y por la cantidad de litros que se producen en la cuenca.
“Hace años que venimos mal, pero en estos dos últimos meses, con la eliminación de las retenciones del maíz, nos subieron muchísimos los costos y la problemática empeoró. Imaginate que cuando todo aumenta, nosotros cobramos menos que en junio del año pasado”, indicó Gerardo Gigli, productor de Ballesteros y uno de los que impulsó la asamblea.
El deterioro de la economía lechera hace que algunos estudios indiquen que se cierra un tambo por día: “Mirá, yo no se bien lo global, pero acá nomás vemos que se cierra un tambo de 30 mil litros, el de la Estancia San Pedro (San Antonio de Litín) y quedan 100 familias en la calle”, indicó.
A su turno, Gustavo Seia, productor y pequeño industrial lácteo, fue optimista a la hora de señalar que “las grandes crisis generan grandes oportunidades. Creo que esta es una oportunidad para que todos juntos vayamos a reclamar a los gobiernos nacional y provincial lo que se necesita para una salida a esta crisis”.
“Sabemos que ordenar al sector es un trabajo de años, pero hacen falta medidas urgentes porque el tambo está en una situación de asfixia”, agregó.
Todos coincidieron en que el tambo está “en terapia intensiva” y que antes de pensar a largo plazo, son necesarias medidas urgentes.
Propuestas
Anoche, al cierre de esta edición, un grupo de productores estaba redactando el petitorio con los puntos que impulsaron en la asamblea de Ballesteros.
Una de las medidas fue lanzada al ruedo por el federado Guillermo Biolatto (James Craik), quien dijo que es indispensable “un precio mínimo sostén”, que vaya de la mano de un indicador “que puede ser el valor de la leche en góndola, el costo de un litro en tambo elaborado por los grupos CREA o por el INTA o bien por el valor soja”.
También sugirió que el Gobierno elimine los impuestos que representan entre un 8% y un 10% del valor de la leche comercializada.
A su turno, Nelson Rasetto, productor de Ballesteros, indicó que si se producen 23 millones de litros diarios en Argentina, “el Estado nacional podría subsidiar un peso por litro, durante cuatro meses, hasta que se normalice la situación, lo que significaría unos 250 millones de dólares, mucho menos que lo que dejó de percibir por la eliminación de las retenciones al maíz y al trigo”.
Esperanza
Entre los presentes, estaba el reconocido productor Abel Marinelli. “Saben que no hago política, pero conozco a mucha gente. Por eso quiero informarles que hoy habló (Alejandro) Sammartino (subsecretario de Lechería de la Nación) y me informó que comenzaron los pagos de las compensaciones”, indicó (ver recuadro “Las cifras”).
Recordó la “pérdida de oportunidad” en el año 2009, cuando la tonelada de leche en polvo estaba en 5.400 dólares “y (Guillermo) Moreno, con una pistola en la mesa, prohibió que se exportara. No digo que hay que aguantar mucho ahora, porque es cierto que no hay tiempo, que los costos son superiores a los ingresos, pero no perdamos la perspectiva”, dijo.
Aseguraron en la asamblea que hay optimismo en que la apertura de exportaciones permita “limpiar” el stock que hoy vuelcan al mercado interno provocando que la sobreoferta deprima los precios al productor sin que baje el valor de los productos en góndola. “Pero todas son acciones que tendrán efecto a largo plazo y en ese tiempo, nosotros nos fundimos”, explicaron.
LAS CIFRAS
563
LOS PRODUCTORES
LECHEROS DE CORDOBA QUE HOY TENDRÁN
DEPOSITADO EN SUS
CUENTAS EL SUBSIDIO DE 40 CENTAVOS POR LITRO DE LO PRODUCIDO EN OCTUBRE Y NOVIEMBRE.
430
LOS TAMBEROS QUE ENTREGAN LA LECHE A “LA VERONICA” QUE TAMBIÉN PERCIBIERON EL
PROMETIDO APORTE.