Es porque se lo resuelve o se lo conecta con otros institutos para obtener una respuesta según afirmó Peressutti. Distintos funcionarios valoraron el rol del defensor del Pueblo
Con el nexo entre la Auditoría General de Villa María y las Defensorías del Pueblo de Nación y Provincia, la sede local amplió implícitamente su competencia.
Así lo ratificó la auditora Alicia Peressutti ante la pregunta de EL DIARIO, ayer a poco de firmarse el convenio entre defensorías en el Salón Blanco de la Municipalidad de Villa María.
Estuvo el subsecretario a cargo de la Defensoría del Pueblo de la Nación, Juan José Böckel, el defensor del Pueblo de la provincia de Córdoba, Mario Alberto Decara, otros funcionarios e intendentes y representantes comunales de la región. También Martín Gill y Natalio Graglia, los jefes del Ejecutivo local y de la vecina Villa Nueva.
En el acto, desarrollado al mediodía, Peressutti destacó que cuando alguien llega a la sede de la Defensoría es porque “agotó todas las instancias” previas.
Enunció dos episodios registrados durante el fin de semana “que reafirman la importancia de que los defensores estén acá”, en referencia a los auditores que llegaron a la ciudad.
Aludió al caso de un hombre privado de la libertad aparentemente injustamente y el de un señor con tendencia suicida. Dijo que la gente de la Auditoría trabajó en la resolución de ambos casos. “Ese compromiso de contestar un mensaje de WhatsApp durante los fines de semana es invalorable. Es sábado y domingo y es nuestro compromiso trabajar esos días también”, recalcó la funcionaria.
Antes, en diálogo con este matutino, confirmó que con el vínculo con los ombudsman provincial y nacional crece la posibilidad de soluciones aquí y por ende la competencia (ver aparte: Las dos Defensorías…).
En tanto, Mario Decara comentó que el primer programa que elaboraron se llamó “El defensor en el interior de la provincia”, valorando la importancia de delegar, y sostuvo que esta figura legal “es la mejor defensora de los derechos humanos” y es “la última trinchera cuando fallan nuestros institutos”.
Por su parte, el intendente Gill expresó que “quizás una de las cosas que nos dejaron los años 90 fue la ruptura de las redes”, el ubicar “el individualismo por sobre los procesos de trabajo colectivo” y aplaudió el nexo con las defensorías de Provincia y Nación “en pos de hacer más óptimo el rol que se cumple”.
En su alocución, el mandatario habló del interrogante de por qué el defensor local se denomina auditor General, siendo que a prima facie no cumple tareas administrativas y contables. “Dicen los convencionales constituyentes que el fundamento estuvo en el origen etimológico de la palabra: auditar, escuchar”, explicó. Y subrayó esa “capacidad de escucha a las necesidades que la gente plantea en defensa de un derecho que cree vulnerado o alterado”.
“La tarea del defensor del Pueblo nos ayuda a vencer la indiferencia”, indicó.
Alicia Peressutti dijo que cuando la gente llega a la Defensoría es porque agotó todas las instancias previas. Decara coincidió: indicó que es “la última trinchera”. Gill consideró que ese rol “ayuda a vencer la indiferencia”.