Comparecieron seis policías que investigaron el hecho y detuvieron a los tres imputados. Además hubo un careo. La definición del juicio se pospuso para la semana que viene. El abogado defensor adelantó que el lunes van a declarar sus clientes
Las declaraciones de varios efectivos policiales de la Unidad Departamental General San Martín complicaron ayer la situación procesal de los tres hombres que están acusados de haber asaltado y torturado salvajemente a un matrimonio en un campo del paraje Santa Rita hace casi dos años.
Se trata de los oficiales Maximiliano Daniel Funes, Lucas Germán Dagatti y Hernán Giusiano y los suboficiales Juan Bautista González, Alberto Lozano y Martín Darío Scauso, quienes tuvieron distinta participación en la investigación del hecho, la detención de los sospechosos y el secuestro de los objetos robados.
Incluso durante la tercera audiencia de debate del juicio que se les sigue a Hugo Alejandro Gianinetto (41), alias “Colorado” o “Diente de Lata”; Jorge Luis Pereyra (48), apodado “el Rubio”, y Héctor Eduardo Pagniez (35) se produjo un careo entre uno de los uniformados y dos de los imputados.
A la espera de unos informes solicitados por el fiscal Francisco Márquez, la jueza Silvia Saslavsky de Camandone dispuso un cuarto intermedio hasta el lunes a las 15, e incluso el abogado Juan Antonio Rusconi adelantó que en la oportunidad van a declarar sus tres clientes, por lo que los alegatos y la sentencia pasarán para el martes o miércoles.
Con los testimonios de los seis policías y la incorporación por lectura del resto de las actuaciones del expediente, se dio por cerrada la etapa de recepción de pruebas. Sin embargo, se aguarda con expectativa lo que el lunes vayan a decir los imputados.
Los testimonios
El primero en declarar fue el subcomisario Dagatti, quien se refirió a las tareas funcionales que desarrolló el mismo día en que se produjo el asalto, viernes 18 de abril de 2014, ya que se encargó de gestionar órdenes de allanamiento.
Luego compareció el comisario Funes, jefe de la División Investigaciones, quien tuvo una activa participación en las averiguaciones practicadas inmediatamente después de producido del asalto y en la detención de Pagniez cuando intentaba darse a la fuga a bordo de una camioneta Fiat Strada de su propiedad, que presuntamente utilizaron los delincuentes durante el robo.
El tercer testigo fue el cabo González, quien entre otras expresiones dijo que cuando fue al barrio Los Olmos para participar de los allanamientos vio el momento en que Gianinetto y Pereyra arrojaban los objetos robados desde la casa del primero a un terreno baldío del lado y luego se daban a la fuga por los techos de viviendas contiguas.
El suboficial dijo que conocía a Gianinetto porque lo había detenido en otras ocasiones y agregó que en el baldío encontraron casi todo lo sustraído a José Artemio Córdoba (57) y su esposa Nancy Noemí Giovaninni (52), en la finca rural ubicada a unos 25 kilómetros al norte de esta ciudad, en jurisdicción de Tío Pujio.
La declaración de González llevó a Gianinetto y Pereyra a romper el silencio, por lo que ambos pidieron declarar con el objeto de desmentirlo. Incluso el primero de ellos dibujó un improvisado croquis de su casa para contradecir al cabo.
Esta situación motivó que se produjera un careo entre los tres protagonistas, quienes luego de intercambiar expresiones se mantuvieron en sus dichos.
Cuantioso botín
Cabe recordar que los delincuentes que asaltaron al matrimonio se apoderaron de ocho mil dólares y cinco mil pesos en efectivo, alhajas de oro, un puñal de oro y plata, herramientas de mano, dos motosierras, dos amoladoras, un taladro y cuatro armas de fuego.
Casi todos esos elementos fueron hallados en el sitio baldío contiguo al domicilio de Gianinetto, además de una importante cantidad de cartuchos y proyectiles de diferentes calibres, teléfonos celulares, una carabina con mira telescópica calibre 22 y dos pistolas calibre 22.
De todos modos, es oportuno precisar también que los tres sujetos que perpetraron el violento asalto usaron capuchas para cubrir sus rostros, motivo por el cual ninguno de los acusados fue reconocido por Córdoba o Giovaninni.
Durante sus declaraciones, González y Funes coincidieron en señalar que, al ser detenidos, a Gianinetto y Pagniez se les secuestraron de sus bolsillos 7.200 dólares y cinco mil pesos.
Ultimos testigos
Otro de los testigos fue el suboficial Lozano, quien participó junto a González de la detención de Gianinetto sobre calle Cerro Colorado, es decir, muy cerca de su casa.
En tanto, el subcomisario Giusiano dijo que participó de la búsqueda de Pereyra y tuvo otras tareas funcionales junto a su par Dagatti.
También declaró en la víspera el suboficial Scauso, quien al momento del hecho integraba la Patrulla Rural y fue el primer uniformado que llegó al campo del matrimonio.
Víctimas de torturas y una feroz golpiza
José Córdoba y Nancy Giovaninni fueron golpeados, cortajeados y hasta torturados por los tres delincuentes que, cubriendo sus rostros con capuchas, los asaltaron el 18 de abril de 2014 al mediodía.
Durante las dos horas y media que duró el violento robo, el matrimonio pasó momentos de terror: a la mujer la castigaron con un cable, que utilizaron a modo de látigo, y luego la arrojaron al suelo y le caminaron sobre la espalda, mientras que al dueño de casa lo picanearon con el cable de un velador (lo sometieron a descargas eléctricas de 220 voltios) y luego lo sacaron de la casa para simular un fusilamiento.