El lunes, desde las 14, se rematará uno de los tres tambos de la Estancia San Pedro, que han sido modelos en el desarrollo genético y aumento de la producción.
“Es simple, los productores vieron que si la soja con la que alimentaron a las vacas la hubieran convertido en expeler y el maíz en plata, hubieran ganado plata en lugar de perder”, dijo Miguel Romano, de la consignataria de hacienda Cooperativa Lehmann, encargada de la subasta.