Una empresa de diseño japonesa ha dibujado las líneas del macroproyecto Next Tokyo (Futuro Tokio) con vistas a 2045, que incluye una torre de 1.700 metros de altura, lo que la convertiría, con diferencia, en el edificio más alto del mundo. La empresa responsable, Kohn Pedersen Fox, ha presentado este innovador proyecto en un congreso sobre edificios altos y hábitat urbano.
El rascacielos formaría parte de un nuevo distrito residencial «adaptado al cambio climático», según puntualizan los autores.
El complejo ecológico, que daría cobijo a medio millón de ocupantes, se construiría sobre un archipiélago artificial en la bahía de la capital japonesa y sería resistente a desastres naturales como terremotos o tsunamis. La nueva torre duplicaría en tamaño al edificio Burj Khalifa de Dubái (Emiratos Arabes Unidos), el más alto del mundo actualmente, con 828 metros.
En Dubái
En tanto, la línea del horizonte de Dubái es extremadamente reconocida a nivel internacional. Lo más atractivo de ésta es la presencia del rascacielos Burj Khalifa que, con 828 metros de elevación, es el más alto del planeta actualmente. Sin embargo, parece que este récord pronto será superado.
Finalmente fue aprobado el proyecto originalmente conocido como Kingdom Tower, diseñado por la firma de arquitectura Adrian Smith + Gordon Gill. Como informa The Verge, el Gobierno saudí ratificó una inversión de más de dos mil millones de dólares en la ciudad de Jeddah, de los que se obtendrá una fracción para la finalización de la obra que, hasta ahora, va en el piso 26.
La llamada Jeddah Tower está pensada para que tenga cerca de 200 pisos y mida un kilómetro de alto, superando definitivamente al Burj Khalifa. Jeddah, al ser una metrópoli costera, permitirá una vista del mar Rojo desde el nuevo edificio, que tendrá oficinas y un hotel de la cadena Four Seasons. Se esperan acabados de alta calidad, teniendo en cuenta la cantidad de innovaciones arquitectónicas que continúan surgiendo alrededor del mundo.
Este histórico proyecto está planeado para que pueda abrir sus puertas en 2018. No obstante, aún no se sabe cuánto pueda durar su “reinado”. De hecho, Business Insider reporta que ya hay una nueva obra en Irak apodada “The Bride” (La Novia) que sería 150 metros más alta que la Jeddah Tower. Habrá que esperar a ver si se concreta su construcción.
El “top ten”
Por otra parte, dependiendo de la persona a la que se consulta, los rascacielos alternan entre ser un tributo a la inventiva del hombre hasta un peligroso monumento a su omnipotencia y ego.
Más allá de la materia opinable, lo cierto es que la carrera por ser la torre más alta del mundo desvela a arquitectos, ciudades y agencias de turismo por igual, que sienten (posiblemente, con algo de razón) que un lugar en esa lista es el medio con el cual llegar a formar parte de la selecta lista de destinos deseados del mundo.
Las cosas han cambiado mucho desde que la Torre Sears (actualmente Willis Tower) fue el edificio más alto del mundo, desde 1973 hasta 1996.
De ser una cuestión más bien estática, la competencia pasó a ser ahora una suerte de montaña rusa, en donde los primeros lugares pueden modificarse con meses de diferencia y a veces hasta más de una vez en el año. De hecho, el “top ten” se modificó con la reciente inauguración de la Shanghai Tower, en China, de Gensler Architects (632 metros).
Entre los más altos, pero fuera de la primera decena, se terminarán el Marina 101 en Dubái, de National Engineering Bureau (426,5 metros), y 432 Park Avenue, en Nueva York, de Rafael Viñoly, la torre residencial más alta del mundo, con 425 metros de alto.
De los 10 primeros, cuatro corresponden a China, dos a Estados Unidos, uno a Emiratos Arabes Unidos, uno a Arabia Saudita, uno a Taiwán y uno a Malasia. Si esta lista de países puede ser leída como un indicador de algo, sería una prueba más de la preminencia que ha adquirido el gigante asiático en el nuevo escenario económico mundial.
Pero postular interpretaciones sobre qué dice esto acerca del estado de la arquitectura y la construcción en el mundo requiere un análisis más detallado y minucioso. Podemos, sin embargo, hacer un breve repaso por las características de los 10 edificios más altos del mundo.
Como explicación, hay que tener en cuenta que sólo se consideraron aquellas obras ya inauguradas y que la altura final se toma en referencia al último piso o aguja de coronamiento, sin considerar la antena, si la hubiera.