El titular del Juzgado en lo Civil y Comercial explicó que se intentará que el activo sea pagado con los bienes dejados por la empresa al momento de quebrar
Luego de recibir en su despacho a Roggia, uno de los titulares de la empresa quebrada, y a Carreras, secretario de UOM, ambos acompañados de sus abogados, Fernando Flores, titular del Juzgado en lo Civil, Comercial y de Familia de Segunda Nominación de Villa María que intervienen en la quiebra de Planeta Aberturas, dialogó con EL DIARIO para brindar más precisiones sobre dicho encuentro (ver página 7) y con la intención de aportar información sobre los pasos a seguir en el proceso de quiebra.
En primer lugar comentó que «estamos tratando de ir acercando posiciones en este proceso de quiebra de la empresa, para escuchar las inquietudes que tenía la UOM en relación a las fuentes laborales que se vieron comprometidas con el cierre de la fábrica».
«Además también fue importante conocer al señor Roggia para que, al margen de lo que se había desarrollado por escrito en el pedido de quiebra, manifestara todo lo que tuviera que manifestar en relación a cómo se desenvolvieron los hechos que provocaron la caída de su empresa», añadió.
Al mismo tiempo, Flores informó que «el viernes por la tarde se decretó la quiebra de la firma y el juicio al respecto es muy incipiente. Trataremos de llevarlo adelante teniendo en cuenta todas las aristas que involucran al estallido social de una empresa en quiebra, por ejemplo con gente que queda sin fuente de trabajo y con aquellas personas que han adquirido mercadería y hoy se encuentran con que no pueden finalizar sus viviendas».
«El proceso de quiebra repercute en diversas esferas y de ahora en más vamos a tratar de actuar con la mayor celeridad posible. La ley del concurso de quiebra impone pautas y plazos muy cortos que a veces son muy difíciles de cumplir, pero la expectativa es llevar este proceso con la mayor rapidez posible», aseguró.
Por otra parte, señaló que «en relación a los motivos que llevaron a la quiebra, según sostiene la empresa, la presentación está vinculada a una serie de factores comerciales y financieros vividos en el país en el último año».
«La empresa sostiene, lo que será motivo de prueba, que el sector sufrió mucha especulación antes de las elecciones presidenciales del año 2015, tales como, entre otros motivos, la inquietud en el valor del dólar y la falta de provisión de mercadería para afrontar los múltiples contratos que se habían establecido con algunos clientes», contó.
A la vez aclaró que «la quiebra es un proceso comercial y no penal, en el que la variable es obtener la mayor cantidad de bienes y que cuya liquidación permita afrontar de alguna manera el pasivo que dejó la fallida empresa».
«De ninguna manera se trata de un reproche penal que se le sigue al empresario. Eso correrá por cuenta de cada uno de los damnificados y por las vías pertinentes», explicó.
Seguidamente adelantó que «el jueves se realizará la designación del síndico que intervendrá en el proceso de quiebra. Ese profesional me va a acompañar en el estudio de las causas exógenas y endógenas que provocaron la caída de la empresa».
«Con todos esos datos se realizará un panorama de qué fue lo que sucedió en Planeta Aberturas para que hoy esté en las condiciones en las que está», redondeó.
Los trabajadores
En cuanto a la situación de los empleados de la firma, dijo que «yo no puedo afirmar de modo tajante si a los trabajadores de la empresa se les habían cumplido todas las obligaciones laborales, pero eso fue lo que se esgrimió en la presentación de la firma y lo que pudimos saber tras dialogar con la representación sindical».
«Con la quiebra del comercio, los contratos no fueron despedidos ni pueden considerarse en esa situación. Al respecto, la ley abre una suerte de paraguas que es la del estado de suspensión de los empleados hasta que asuma el síndico del proceso de quiebra», añadió.
Clientes y proveedores
En la última parte de la entrevista Flores se dedicó a hablar sobre la deuda que la firma villamariense contrajo con clientes y proveedores. En relación a ello manifestó que «el proceso de quiebra es liquidativo y eso significa que al activo se lo va a tratar de pagar con los bienes que ha dejado la empresa al momento de quebrar».
«Si esos bienes son suficientes para pagar sería un buen indicio, pero en principio, haciendo una lectura inicial de quiebra, el pasivo es mayor que el activo», analizó.
También señaló que «así puede presumirse que los bienes de capital serían insuficientes para pagar a los acreedores. Eso es llamado moneda de quiebra».
«Ojalá que todos los acreedores puedan cobrar o recibir los bienes que habían contratado antes del cierre, pero una quiebra es sinónimo de que el pasivo supera al activo. Si así fuera, se irá prorrateando para ir pagando cuotas a los acreedores», declaró.
