En su debut como local, Alumni venció 1 a 0 con gol de Juan Cruz Fonseca a Universitario y continúa en la cima con Argentino. La “U” aún no pudo sumar en el campeonato
Escribe: Pablo Luna Broggi
a segunda fecha del Torneo Apertura ponía cara a cara a dos de los candidatos a quedarse con la Zona Centro. Alumni y Universitario medían fuerzas en el “Fortín”, con la idea a alcanzar o acercarse al entonces único líder Argentino, respectivamente.
Tibias aproximaciones sobre el inicio del primer tiempo eran un indicio de las pocas emociones con las que iba a contar el encuentro. A los 7 minutos un cabezazo de Juan Cruz Fonseca se fue cerca del palo de Mansilla, un minuto más tarde respondería el visitante a través de un centro de Fernández que Antonino cabeceó con poca fortuna.
El partido estaba muy trabado y el protagonismo se repartía por momentos. Universitario atacaba por el costado derecho mediante Bernardo Chocobares, Christian Fernández y Emmanuel Pratto; Alumni por su parte utilizaba la otra banda con Eduardo Moreno, Patricio Peñaloza y Nicolás Del Sole.
El Fortinero era el que proponía, pero no era claro en su juego. Universitario estaba firme, pero no lograba aceitar acertadamente el engranaje futbolístico, por ello dependía pura y exclusivamente de la velocidad de Pratto, quien debía ingeniárselas para incomodar a Nicolás Rey y Juan Wartel. Los espacios no se encontraban y los remates de larga distancia, más cargados de impotencia que de esperanza, abundaban.
La más clara del primer tiempo fue para el local, cuando a los 28 minutos Federico Tottis logró despejar sobre la línea y con el último aliento un preciso cabezazo de Facundo Ñáñez. Luego, llegando al cierre de los primeros 45 minutos Fonseca logró convertir, pero el árbitro Verón anuló el gol por una supuesta falta sobre el arquero visitante, que al parecer existió.
La primer parte dejó una sensación de vacío futbolístico bastante importante. No pasó nada fuera de lo común que no justifique el empate en cero, y lo peor es que se respiraba conformidad en ambas parcialidades. Las perspectivas de buen fútbol no eran las mejores para el segundo tiempo.
El complemento comenzó de la misma manera y la primer jugada de peligro se hizo esperar hasta los 14 minutos, cuando un delicado tiro libre del “Mago” Coria besó el ángulo izquierdo del uno universitario.
Cinco minutos más tarde llegaría la ansiada apertura del marcador: un pelotazo de Nicolás Rey dejó mano a mano a Juan Cruz Fonseca con Pablo Mansilla, a quien eludió tras una floja salida para decretar el 1-0 definitivo.
El resumen global del partido justificaba el triunfo albirrojo por la mínima. Estaba claro que la diferencia sólo aparecería tras un error del rival más que por una virtud propia, y así fue.
A partir del gol del local, los dirigidos por Bernadó comenzaron tímidamente a manejar el partido y a llegar con más frecuencia al arco defendido por “Cumbia” Luciani. El aporte ofensivo de Ledesma le otorgaba un plus de peligrosidad al ataque visitante, pero las oportunidades no abundaban y los minutos corrían con celeridad.
Cristian Fernández agotaba su talento demasiado lejos del arco visitante porque no encontraba a su socio preferido: Lucas Barengo, de floja labor en la tarde de ayer. Además, Pratto debió salir extenuado tras correr en vano toda la tarde contra toda la defensa local. Universitario no jugó tan mal, y quizás hasta no mereció perder, pero debe encontrar rápidamente su buen nivel de juego que tanto lo caracterizó estos últimos años si no quiere sufrir en el futuro próximo.
Alumni no brilló, pero ganó sin problemas y alcanzó a Argentino en la punta de la tabla. El impecable estado físico de sus jugadores hizo la diferencia. El Fortinero jugó con seriedad y compromiso, respetando a su rival y jugando sin desesperarse.
La figura
Patricio Peñaloza: El “Pato” tuvo una gran labor en el mediocampo, siendo la principal conexión de juego entre defensa y ataque. Relevó bien y fue siempre la primer referencia de salida para su equipo.
El árbitro
Jorge Verón: Bien. A pesar de dirigir desde larga distancia acertó en las decisiones y controló el partido de buena manera.