Pidieron medidas urgentes por parte del Gobierno de Macri para que el litro del vital alimento deje de abonarse tan sólo $2,60 a los productores. Afirman que $4,15 es el valor mínimo para evitar el cierre masivo de tambos
Un centenar de productores tamberos de la región se congregaron ayer en la ciudad de Villa María en reclamo de una mejora en el precio que se les abona por litro de leche.
La medida de protesta, impulsada por Federación Agraria Argentina (FAA), fue la primera que se entabló desde el sector en contra del Gobierno nacional encabezado por Mauricio Macri.
Concretamente, los productores lecheros reclamaron que el litro del vital alimento se pague mínimamente $4,15, unos $1,55 por encima de los $2,60 que actualmente perciben, considerando ese aumento como la cifra que se necesita “no para ganar dinero, sino para evitar el cierre masivo de tambos que se está produciendo en la actualidad”.
La reunión, a las que convocaron las filiales de Alicia, Carrilobo y Villa María de la FAA, se desarrolló desde las 14 en el cruce de autopista y ruta 158.
Allí referentes de la producción lechera dialogaron largo y tendido con sus pares del rubro, al tiempo que distintos representantes de la entidad convocante (FAA) se entrevistaron con los medios de comunicación locales y regionales.
Después de las 15 se produjo el arribo del presidente de la FAA, Omar Príncipe, quien acompañó a todos los presentes para ocupar uno de los dos carriles, en el sentido hacia Rosario, de la autovía nacional. Allí, con la colaboración de efectivos de Gendarmería Nacional, quienes instalaron conos para que los vehículos rebajaran la velocidad, los manifestantes entregaron volantes alusivos a la protesta a cada uno de los autos, camionetas y camiones que pasaron por el lugar.
Cabe señalar que el inicio de dicha acción se demoró algunos minutos ya que referentes de la marcha debieron negociar arduamente con los gendarmes y con efectivos de la Policía Caminera acerca de la modalidad de la misma y del lugar donde debían desarrollarla. Precisamente, los agentes de la Caminera solicitaron que la entrega de los volantes se realizara en la intersección de la autopista con calle Buenos Aires, algo que no fue visto con buenos ojos por algunos de los manifestantes porque entendían que, de trasladarse hacia allí, la manifestación podía llegar a disolverse.
Finalmente todo se desarrolló en paz y los tamberos quedaron a la espera de las medidas por parte del Gobierno nacional que permitan “salvar a la actividad del ocaso”.
“Estamos protestando por la situación desesperante que están pasando los productores tamberos, una situación de quebranto y de tener que rematar sus tambos.
El costo de producción que nos pasó el INTA fue de $4,15 y actualmente, con mucha suerte, estamos llegando a los $2,60 por litro. Eso significa que estamos muy lejos del costo de producción que podamos subsistir, ni siquiera para tener ganancias. Hubo un cambio de Gobierno que nos castigó. El Estado abre el diálogo pero la solución no aparece. Sabemos que los industriales y los comerciantes pueden dar tranquilamente ese $1,60 que falta para llegar a un precio mas razonable.
Todo ese panorama se ve agravado por las inundaciones y la quita de retención al maíz. Se hizo un combo de situaciones que hacen que sea imposible que el productor siga subsistiendo.
Como sucede en cada Gobierno, cuando se habla de la industria se utilizan parches y no las medidas a largo plazo que uno pide.
Vamos a seguir manifestándonos pacíficamente hasta que nos escuchen. El productor es muy noble, no es conflictivo ni violento. El Gobierno tiene que entender que queremos asegurar la soberanía alimentaria, que es lo que está en juego en este momento y que la población no observa”.
Orlando Marino (secretario gremial de la FAA)
“Le pedimos al Gobierno una recomposición urgente en el precio del litro de leche. Necesitamos que sea llevado, como mínimo, a $4,15 para poder cubrir los costos del productor.
Actualmente el valor del litro es $2,60 y para quienes han podido cobrar la compensación de 40 centavos ese valor asciende a $3,00, pero hasta hoy solamente el 70% de los productores han percibido ese monto.
También nos castigó el clima. Hace tres años que venimos sufriendo las inclemencias climáticas y eso también desmoraliza mucho.
Todos esos motivos llevan a que hoy se vea una venta masiva de tambos.
Valoramos cada medida que tomó el Gobierno de Macri y el diálogo que abre con las distintas entidades, pero necesitamos las soluciones.
Necesitamos que el sector lácteo tenga políticas justas para poder producir y con reglas claras.
Marisa Boschetti (coordinadora de la Mesa de Lechería de la FAA)
“El tambero hoy no puede más, ya no tienen ningún tipo de rentabilidad y está dando manotazos de ahogado para que el Gobierno escuche y tome medidas en el asunto.
Este problema viene desde el Gobierno anterior, no le echamos la culpa al actual, pero necesitamos respuestas urgentes porque hoy el tambero se está descapitalizando, está vendiendo vacas para poder sostenerse. Algunos productores están haciendo eso para poder pagarle a sus empleados, los demás están pidiendo turno para rematar su establecimiento y dedicarse a otra cosa.
El litro de leche tiene que valer, mínimamente, $4,20. La industria y el comercio tienen que dejar de ser los únicos que ganan en la cadena.
La situación para los tamberos es muy complicada y, si se sigue por este camino, no se ve ninguna condición a futuro que la mejore”.
Germán Font (director titular del Distrito 5 de la FAA)
“Hemos acompañado y apoyado las medidas que el Gobierno nacional ha tomado en sus primeros días de mandato, pero siempre insistiendo en que no alcanzan frente a la gravedad que está atravesando el sector lácteo.
En el proceso de esta actividad los más perjudicados son los tamberos, que están recibiendo solamente un 14% de toda la cadena de valor y hay algunos otros actores, como los industriales y los comerciantes, que tienen una rentabilidad mayor.
El Gobierno no tiene más margen en este tema si es que no quiere seguir perdiendo a un actor social tan importante en Argentina como lo es el tambo, que genera mano de obra, valor agregado y arraigo en los pueblos del interior”.
Omar Príncipe (presidente de la FAA)
“El productor tiene que recibir un precio justo por la leche, un precio mínimo de sostén para que pueda cubrir los costos que tiene. El tambero es el único eslabón de la cadena que está en pérdida.
En el año 2014 los productores percibían $2,50 por litro de leche y el precio de góndola era de $6. Hoy en los puntos de venta ese valor ascendió, por lo menos, a $15 y el productor sigue percibiendo lo mismo que hace dos años.
Reconocemos la apertura al diálogo por parte del Gobierno nacional. Nos parece más que importante que tengan las puertas abiertas para dialogar, pero las medidas que proponen siguen siendo insuficientes.
Hay que recomponer rápidamente el precio para el productor, porque si no se va a ver como consecuencia el quebranto que hoy tiene la actividad. En esta zona, actualmente hay más de 100 tambos con pedido de fecha de remate.
El trabajo del productor tambero es muy digno y la sociedad tiene que defenderlo, porque genera miles y miles de puestos de trabajo que hoy, sin lugar a duda, van a estar con un problema muy serio.
Estamos a tiempo de salvar la actividad. Hay un Gobierno que nos puede escuchar y que convoca a las entidades, lo único que hace falta es la decisión política de hacerle llegar al productor un mínimo de $4 para poder evitar el cierre de
tambos”.
Carlos Baravalle (secretario de Coordinación de la FAA)
Ediles de “Villa María para la Victoria” adhirieron a la protesta
El bloque de concejales locales de “Villa María para la Victoria” envió a nuestra Redacción un comunicado en el que manifestó su adhesión al reclamo que los productores lecheros realizaron ayer en la ciudad.
Desde la bancada presidida por Carlos De Falco se mantuvieron reuniones con representantes del sector y al respecto se realizó la presentación de una resolución dirigida a autoridades nacionales.
En la misma se demanda la transparencia de todo el proceso de comercialización del sector, “ya que a los productores les pagan un magro precio que no se ve reflejado en las góndolas, por el contrario, existe una gran desproporción”.