Horacio Lucero desmintió que no hayan dejado operar a los sonidistas del grupo en Villa María, como declaró la vocalista en un programa televisivo uruguayo
Días atrás, la cantante de la banda uruguaya de “cumbia canchera” Rombai, Camila Rajchman, anunciaba entre lágrimas que dejaba definitivamente el grupo.
En las últimas horas, se difundió una entrevista que la vocalista concedió al programa televisivo “Desayunos informales”, que se emite en el país oriental, donde Rajchman confesó que tomó la decisión luego de la fallida performance brindada en el último Festival de Peñas de nuestra ciudad.
“Me puse a llorar en Villa María cuando en un momento salgo y Fernando (Vázquez, cantante y dueño de Rombai) se pone a cantar solo. Canto muy bajito y no me escuchaba por mi aparato. No nos dejaron que operaran nuestros sonidistas ni monitoristas y me puse nerviosa cuando salí. Eso lo tendría que haber manejado mejor, de última disimularlo”, comentó la artista.
Debido a tales declaraciones, EL DIARIO se contactó con Horacio Lucero, quien oficiara de coordinador artístico del escenario durante el evento peñero.
Con los tapones de punta, el también periodista subrayó que “todos, absolutamente todos, trabajaron con sus propios sonidistas. Lo que dijo es mentira. Y lo que sucedió aquí es por un problema interno de ellos. Se notaba que había desinteligencias dentro de la banda”.
Rememorando aquella actuación, ocurrida el viernes 5 de febrero (en la apertura de la 49º edición), Lucero recuerda que los integrantes de la formación charrúa habían arribado al Anfiteatro puntualmente a las 17. “El tema fue que ellos tenían pautada la prueba de sonido hasta las 18.30 y se extendieron hasta las 19, hora en que se abrían las puertas de ingreso. Y nosotros teníamos que armar para Nuevo Rumbo de La Palestina que iba a estar en la previa”, acotó.
“Para todo ensayo -remarcó- se pauta un horario y un espacio de acuerdo al rider (detalle técnico de condiciones de armado para el show). Según esos datos se da una cantidad precisa de tarimas y a la altura requerida. Después los plomos descargan sus instrumentos y se conectan todos los equipos. A partir de allí, el comando lo tienen los sonidistas: uno de frente para el público, otro para los músicos más un operador de luces y otro de vídeo. Los más grandes hasta traen un operador de audio para la televisión. Se prueba cada instrumento, a la banda completa, las voces y los aparatos o ‘cucarachas’ que cada cantante tenga. Se hacen un par de toques y de temas que se graban digitalmente en las consolas con el nombre de ‘escenas’. Es decir que nadie puede modificar o desregular eso porque queda digitalizado. Por eso, insisto en que la responsabilidad fue pura y exclusivamente de ellos, ni de la organización ni las empresas de sonido ni de la televisión”, afirmó.
No quiso cantar otro tema más
A propósito de aquella participación, Lucero retrotrajo dos anécdotas “de color”. “Me acuerdo de que la gente de Canal 7 (La TV Pública), que estaba transmitiendo, me decía: ‘Nos están matando en las redes sociales por Rombai’. Y también, que cuando terminó el horario del show previsto para la banda (40 minutos) le digo al cantante: ‘Hagan un tema más, hay tiempo’. Y él se negó”.
Aunque tilde al crédito uruguayo como “una banda recaudadora” y de corta trayectoria (“le había pronosticado seis meses de vida”), el responsable del escenario admitió que “en su momento era convocante y eso se notó en la boletería”.
