En ambos casos se apoderaron de dinero en efectivo. Dueños de los dos emprendimientos se mostraron preocupados por la ola de inseguridad
Durante la madrugada del viernes los dueños de lo ajeno volvieron a poner en la mira de su accionar delictivo a los comercios de la zona céntrica de la ciudad, ingresando, mediante diferentes modalidades, en una agencia de quiniela y en una despensa, apoderándose en ambos casos de diferentes montos de dinero en efectivo, entre otros artículos.
El primero de los episodios, registrado en una agencia oficial de la Lotería de Córdoba ubicada en 9 de Julio 91, se perpetró cuando los delincuentes rompieron la cerradura de la puerta principal del lugar e ingresaron al recinto para hacerse con 200 pesos, en monedas, que estaban en la caja del negocio, y algunas boletas de apuestas viejas que permanecían en el mostrador.
Daniel Fiorano, propietario de la agencia, le contó a EL DIARIO que “es la segunda vez en 15 días que me roban de esta manera. Lamentablemente, la Policía sabe quiénes son los ladrones pero no hace nada, al igual que la Justicia”.
“Lo curioso es que a la medianoche estuve en cercanías de la agencia y observé a un joven con actitudes sospechosas en inmediaciones de mi negocio. Avisé a la Policía, pero por lo visto no hizo nada al respecto”, criticó.
Finalmente, Fiorano comentó que no realizó la denuncia por el hecho, “ya que es en vano realizarla; igualmente, después todo queda en la nada”.
El segundo de los hechos se produjo en una despensa situada en la esquina de Jujuy y Lisandro de la Torre.
El dueño de dicho establecimiento comercial, Walter Alvarez, relató a este matutino que “debido a que a esa hora reparto diarios, a las 6 pasé por el negocio y pude observar que una pequeña ventana estaba rota. Me acerqué, escuché ruido de botellas en el interior e inmediatamente di aviso a la Policía”.
“Cuando los uniformados llegaron al lugar, abrí la puerta y ya era tarde: los delincuentes habían escapado por los techos de casas vecinas tras romper una puerta que da al interior del negocio”, detalló.
Una vez dentro del lugar, tras realizar un primer sondeo de la situación, Alvarez notó que “además del desparramo de cosas que hicieron y de algunas cosas de menor valor que se llevaron, los ladrones se hicieron con varios atados de cigarrillos y una suma de dinero en efectivo cercana a los cuatro mil pesos”.
“La Policía no pudo atraparlos, pero recuperó algunos artículos que los delincuentes descartaron en su huida por los techos”, contó.
Finalmente, Alvarez dijo que no es la primera vez que sufre este tipo de robo y que después del episodio de ayer, comenzó a colocar rejas para evitar ser ultrajado nuevamente por “rateros”, como él lo definió.