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Condenaron a ahijado del represor Jorge Rafael Videla por dos asaltos

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Condenaron a ahijado del represor Jorge Rafael Videla por dos asaltos
Jorge Rafael Moreno flanqueado por su abogado defensor, el flamante asesor letrado Francisco Argañaraz, y un efectivo del Servicio Penitenciario local, al momento de dictarse la sentencia en la Cámara del Crimen

Se trata de Jorge Rafael Moreno, un convicto reincidente que pasó más de 11 años en la cárcel por distintos delitos. Esta vez fue por asaltar a dos taxistas locales. En 2003 y 2004 protagonizó en Tribunales dos recordados incidentes

Jorge Rafael Moreno flanqueado por su abogado defensor, el flamante asesor letrado Francisco Argañaraz, y un efectivo del Servicio Penitenciario local, al momento de dictarse la sentencia en la Cámara del Crimen
Jorge Rafael Moreno flanqueado por su abogado defensor, el flamante asesor letrado Francisco Argañaraz, y un efectivo del Servicio Penitenciario local, al momento de dictarse la sentencia en la Cámara del Crimen

Jorge Rafael Moreno (38) volvió a ser condenado ayer en la Cámara del Crimen de Villa María y ahora deberá cumplir la totalidad de la pena impuesta en el marco de un juicio de trámite abreviado.

Este singular presidiario local, quien asegura ser ahijado del exdictador Jorge Rafael Videla, fue declarado reincidente y, por esa razón, no podrá obtener la “libertad condicional”; incluso, es muy probable que tampoco se le conceda la “asistida” (instituto legal que permite salir de la cárcel seis meses antes del cumplimiento total de la pena) ya que se trata de un convicto con mala conducta y los asaltos fueron cometidos con arma.

Detenido desde el 3 de febrero de 2015, deberá purgar tres años y tres meses “a la sombra”, por lo que estará saliendo del penal de barrio Belgrano en los primeros días de mayo de 2018.

Moreno, un vendedor ambulante, albañil y granjero apodado “El Tío Rafa”, fue declarado autor penalmente responsable de dos hechos de “robo calificado” por el uso de un arma de fuego cuya operatividad no se pudo acreditar, a tenor de lo establecido por el último párrafo del artículo 166 del Código Penal de la Nación.

Dicha norma legal establece que “si se cometiere el robo con un arma de fuego cuya aptitud para el disparo no pudiera tenerse de ningún modo por acreditada, o con un arma de utilería, la pena será de tres a 10 años de prisión”.

A poco de comenzada la audiencia de debate, Moreno confesó ser el autor de los dos asaltos por los que fue llevado a juicio, pero negó haber utilizado un arma de fuego.

Lo cierto es que los días 2 y el 3 de febrero del año pasado asaltó a los taxistas locales Lidia Figueroa y Miguel Angel Peralta, respectivamente, a los que les sustrajo el dinero de la recaudación (600 pesos a la mujer y 300 al segundo conductor) y los teléfonos celulares.

Curiosamente, en el hechos que damnificó a Peralta, Moreno subió al coche de alquiler en Villa Nueva y pidió ser trasladado hasta su domicilio, en barrio San Nicolás de esta ciudad, donde lo asaltó y posteriormente entró a la vivienda. Esta circunstancia le permitió a la Policía identificarlo y detenerlo pocas horas después.

Cabe señalar que ninguna de las víctimas vio el arma utilizada (en ambos casos les apuntó “con algo” por la espalda) y al ser detenido no se le secuestró revólver o pistola.

 

Condenas anteriores

El 17 de agosto de 2004, Jorge Moreno recibió una pena de siete años de prisión efectiva, tras ser declarado autor responsable de “robo calificado” por uso de arma y “robo simple”, y coautor de “estafa”.

Como por entonces se trataba de un convicto primario, pudo salir de la cárcel el 29 de noviembre de 2007 al concedérsele el beneficio de la “libertad condicional”. Así, purgó cuatro años y ocho meses entre rejas y le quedó “debiendo” a la Justicia otros dos años y cuatro meses.

Pero el 15 de junio de 2008, Moreno volvió a las andadas, y junto a otros dos delincuentes, asaltó al taxista Leonardo Patricio Lazzaran: le pusieron un cuchillo en el cuello y lo despojaron de 300 pesos. Luego lo maniataron y quisieron encerrarlo en el baúl del Fiat Palio que conducía, pero en un descuido el chofer se desató y logró escapar.

Los malvivientes escaparon hacia Arroyo Cabral, pero poco después volcaron el coche de alquiler y huyeron a pie. Moreno fue detenido horas más tarde, mientras que sus cómplices lograron darse a la fuga y jamás fueron individualizados.

Por ese hecho, “El Tío Rafa” volvió a sentarse en el banquillo de los acusados el 3 de noviembre de ese mismo año y en un juicio abreviado (confesó el hecho) se le impuso una pena de cinco años de prisión. Pero como estaba adeudando parte de aquella condena de 2004, se le aplicó una única sanción de 11 años de cárcel.

Moreno salió del Establecimiento Penitenciario Nº 5 a mediados de octubre de 2014 y apenas tres meses y medio después volvió a delinquir, al asaltar a los taxistas Figueroa y Peralta, hechos por los que ayer fue juzgado y condenado por tercera vez.

 

Juez y partes

Con respecto a este último proceso, cabe señalar que la audiencia fue presidida por el camarista Félix Martínez y contó con la participación del fiscal Francisco Márquez y del flamante defensor oficial Francisco Argañaraz, mientras que como secretario actuante intervino Guillermo Picco.

Cabe señalar que Argañaraz es el nuevo asesor letrado del Segundo Turno y ayer debutó oficialmente en la Cámara del Crimen local. Remplaza en el cargo a Ana María Díaz, quien se acogió a los beneficios de la jubilación.

 

Irascible y verborrágico

En agosto de 2004, durante el transcurso del primer juicio que se le siguió en los Tribunales locales, Jorge Moreno pidió permiso para hablar y se quejó públicamente: “¡Quiero que me designen un defensor responsable!”

El verborrágico presidiario acusó a la por entonces asesora letrada María Teresa Fiol de Achad de haberlo “hostigado” para que se declarara culpable de los hechos que se le atribuían. Y poco después, al momento de concluir su enfática exposición, Moreno (nacido el 9 de mayo de 1979) dijo que, por su condición de séptimo hijo varón, era ahijado del exdictador Jorge Rafael Videla, algo que nunca se pudo confirmar de manera oficial.

En tanto, unos 16 meses antes, más precisamente el 2 de abril de 2003, “El Tío Rafa” alcanzó notoriedad pública cuando se tiró contra una puerta vidriada en el momento que salía de la Fiscalía de Instrucción del Segundo Turno.

Luego de que le informaran que iba a ser trasladado a la cárcel por su presunta participación en un asalto, Moreno comenzó a gritar, afirmó que era inocente y hasta profirió insultos de grueso calibre, al tiempo que exclamaba “¡no, a la cárcel no!”

Pese a estar esposado y ser llevado de un brazo por un policía, el irascible sujeto arrojó su humanidad contra un vidrio de 1,80 de alto por 50 centímetros de ancho, impactando con los grilletes que sujetaban sus muñecas.

Moreno sufrió heridas cortantes y debió ser atendido en el Hospital Pasteur, pero no pudo evitar ser trasladado al penal de barrio Belgrano.