Por primera vez, la Diócesis local llevó adelante este festejo, que se celebró en forma simultánea en otras tres localidades

Más de 500 docentes de la ciudad y la región se dieron cita ayer en el Instituto San Antonio para celebrar el Día del Educador Católico (cuya fecha establecida para su conmemoración es hoy).

Pero, además, el festejo se realizó también en otras tres localidades pertenecientes a la Diócesis de Villa María, celebrando así las Primeras Jornadas del Educador Católico por primera vez fuera de Córdoba.

La celebración comenzó con la oración del padre Alejandro Bossi, luego habló el presidente de la Junta, Pedro Olmedo, y el padre Ariel, de la Parroquia San Ignacio de Villa Nueva estuvo a cargo del cierre de la jornada, reflexionando sobre ser docente católico. Finalmente, al mediodía, el obispo celebró la misa en la Catedral.

“El 15 de agosto es el Día del Educador Católico y es un día de fiesta que hace referencia a la asunción de la Virgen al cielo”, apuntó el padre Ariel, mientras que Gabriela Coletti, directiva del establecimiento educativo, resaltó que “para nosotros es un orgullo como escuela que nos hayan elegido como anfitriones porque Madre Tránsito, que es la primera beata argentina y es cordobesa, es la fundadora de nuestro colegio y fue nombrada por nuestro obispo Samuel el 14 de abril como la Patrona de la Educación de la Diócesis de Villa María. Entonces, para nosotros es una alegría muy grande”.

Coletti reconoció que la convocatoria “superó las expectativas”, a punto tal que la Diócesis local debió dividir la celebración y llevar a cabo, además, esta misma actividad en forma simultánea en Río Tercero, donde participaron docentes de seis colegios, en Bell Ville, con educadores de esa ciudad y Morrison, y en Los Surgentes, con colegios de esa localidad, Justiniano Posse, Cruz Alta y Camilo Aldao.

El padre Ariel reflexionó que “la intención de esto es poder celebrar la identidad del educador católico y la importancia es que es un día para decir que nosotros como educadores católicos tenemos estos objetivos, estas metas y nos reunimos para juntos celebrar esta fiesta”.

Además, recordó que “hace años en Córdoba se ha estipulado este día como un cambio de actividad, para una reflexión, un retiro, una misa, esta vez como es la primera vez que lo hacemos en la Diócesis de Villa María preferimos hacerlo sólo con los docentes”.

Con respecto a lo que la Iglesia pretende que los docentes puedan transmitir a los alumnos, el párroco consideró que “el contenido fundamental tiene que ser un mensaje positivo, valorativo de la persona y centrado en el amor, que es el corazón del Evangelio y desde ahí dar razones para la vida”.

Para el padre, la educación católica afronta “desafíos permanentes” porque “la cultura en la que vivimos es muy cambiante, donde todos los días se nos presentan retos nuevos”, pero más allá de eso, apuntó que “nunca perdemos de vista la llamada que nos hace Jesús de ir hacia el último, hacia el que más lo necesita y no dejar de dar nuestro testimonio cristiano, incluso dando la vida, como Jesús lo hace en el Evangelio”.

Finalmente, el párroco destacó que “la familia es la que confía en la escuela, la que trae los chicos y los valores que se dan en la escuela son los que las familias inculcan desde los comienzos de la vida”. Por eso es que remarcó que “es la familia la que educa y luego delega en la escuela la educación formal”.

Por su parte, Coletti hizo hincapié en la importancia de brindar educación católica, ya que, opinó, “creo que como escuela católica somos una escuela donde evangelizamos, se evangeliza, nuestra misión es esa, entonces llevamos al encuentro con Jesús a cada niño y llevar al encuentro con Jesús significa también llevarlo al encuentro con los hermanos”.