El economista del INTA Manfredi coordinó un taller en Villa María dirigido a estudiantes y profesionales del sector lechero. Martín Giletta dialogó con EL DIARIO Rural, señalando que se vive en Argentina un proceso de concentración igual al que se da en el resto del mundo. En ese escenario, analiza cómo pueden hacer los más chicos para sobrevivir
Parece un camino sin retorno el que vive la Argentina, que conserva la cantidad de litros de leche producido, pero lo hace con cada vez menos tambos.
Le preguntamos al economista Martín Giletta si este escenario no deja otro camino que la resignación ante el cierre de establecimientos más chicos. “No sería tan taxativo en la respuesta. Es cierto que la lechería tiene ciclos y que hoy estamos atravesando el ciclo adverso.
Por un lado, razones climáticas graves que se complican más con las perspectivas de agosto; y por otro, razones económicas que hacen que el precio que percibe el productor venga detrás de los costos de producción”, señaló.
Como el escenario “no es un mosaico homogéneo”, separó la situación de las producciones a escala con las más chicas.
“Es cierto que un tambo sin escala, desfinanciado y descapitalizado, no tiene mucho margen para soportar las asimetrías de costos”, dijo.
Y si bien no es partidario de “recetas únicas”, entiende que el momento exige a las empresas familiares “que son la mayoría en el país”, tienen que plantearse en el presente “cierta cautela”, porque “aparecen propuestas financieras que en algunos casos son salvavidas de plomo”.
Además de esa cautela, recomienda sentarse a hacer un plan “para hacer, con lo que tienen, un establecimiento lo más eficiente posible”.
Si resisten el corto plazo, entiende que es indispensable “que se proyecten al futuro, porque avanzamos hacia sistemas de escala y eficientes. Los tambos más chicos tienen que proyectar un crecimiento sostenido”, planteó.
Entiende que el proceso de concentración que se vive en Argentina y en el mundo “debería tener preocupados a todos los actores de la cadena”.
Hacia el futuro, entiende que lo importante “el que demanda va a seguir habiendo y que incluso, va a traccionar más oferta”.
“Vamos hacia tambos de mayor escala, más eficientes y de mayor productividad. Y también hacia tambos más cuidadosos con el medio ambiente. Es lo que uno está viendo en el mundo”, concluyó.