Heredero del querido diario Noticias, del Momento, del Tercero Arriba, El Heraldo… y remontando las décadas hasta tocar El Sol con las manos de los escribas, allá por el Siglo XIX, el primero que brilló por estas tierras, EL DIARIO conserva de algún modo esa forma de hacer un periodismo local, estrechamente vinculado a los vecinos, a las comunidades de Villa María, Villa Nueva y la región, alejado de algunas técnicas portuarias, de medios nacionales, que suelen embarcar a algunos en las turbulentas aguas de las primicias, siempre tan peligrosas como efímeras.
El periodismo “de acá a la vuelta” tiende a escuchar al vecino, es, por así decirlo, más terrenal: pide por las cloacas para tal sector, por la iluminación para tal otro… Difunde el locro solidario, la rifa para la biblioteca popular, los logros de los deportistas y los artistas del pago; permite conocer al ciudadano destacado que ayudó a cruzar la calle al invidente o al que devuelve la billetera al prójimo… Cosas simples, como la vida misma, que nunca deberían dejar de interesar. Son los hechos, los momentos que nos mantienen vivos a todos mientras combatimos la corrupción, los negociados, mientras pedimos verdad real y jusitica para todos, mientras acompañamos la lucha justa de un gremio o de un centro de jubilados, apuntamos la quiebra injusta de algún empresario o la estafa fantasma de un profesional, por más nombre y renombre que esgriman los involucrados.
El periodismo “de acá” no puede ser de otra manera porque por estos lares nos conocemos todos.
“Uno puede tener un diario, una radio, un canal de televisión, pero eso no quiere decir que tenga un medio de comunicación. Y ustedes lo tienen, porque la gente usa el diario hasta para decir ‘te amo’, ‘feliz cumpleaños’. Además, con eso de que los lectores también escriben… eso es lo que tienen: un medio de comunicación”. Las palabras son de uno de los “ilustres” o ilustrados visitantes de los últimos años, un Premio Nobel, para más datos.
Algo de eso hay. Son muchos los vecinos que se apoderaron de este medio; lo que nos tiran la bronca cuando tardamos dos días en publicar una carta o una nota de la sección “Atención al vecino”.
Y un par de cosas más en este aniversario: una es que el diario es una cadena de esfuerzos que parten desde nuestras casi 60 familias, pero se extienden a través de nuestros productores publicitarios, nuestros anunciantes, nuestros proveedores, nuestra distribuidora y nuestros queridos canillitas, que amanecen con la jornada y finalizan con las manos tan llenas de tinta como nosotros.
La otra cosa es que en este camino no estamos solos. Desde hace 14 años transitamos la autogestión y la comunicación junto a El Independiente de La Rioja, Comercio y Justicia de Córdoba, El Diario de Resistencia, La Posta de Lincoln, Redacción Rosario, El Megáfono de Río Cuarto, EcoDías de Bahía Blanca y Cítrica de Buenos Aires. Los medios cooperativos aprendemos los unos de los otros, nos prestamos papel, nos alentamos; ayudamos desde Villa María a recuperar y conformar varios de ellos, como El Independiente nos ayudó a nosotros. Y estamos aguardando que se decidan los trabajadores de La Mañana y los de Tiempo Argentino, que ya saben de nuestra predisposición, para acudir y compartir nuestra experiencia, como lo hicimos cada vez, aún cuando no funcionó como en el caso de El Gráfico.
Entonces, cuando algunos preguntan “¿qué va a pasar ahora con EL DIARIO a partir del cambio de gobierno?”, respondemos que no va a pasar nada. Absolutamente nada. Como no ocurrió cuando pasó el alfonsinismo, cuando pasó el menemismo, cuando pasó el delarruísmo, en 2001, con todo lo que pasó… Nos hicimos más fuertes, cooperativistas y todavía cantamos.
“Todo pasa y todo queda”, dijo Antonio Machado, y entre lo que queda, está este medio de comunicación. Porque construyó a lo largo de tres décadas una relación especial con sus lectores, porque tejió solidaridades con colegas a lo largo y a lo ancho del país, porque se nutre cada día de sus aportes y porque las diferencias ideológicas que conviven en nuestra cooperativa enriquecen y pluralizan el producto de nuestro esfuerzo cotidiano.
Además, este medio no depende la pauta oficial (ni municipal ni provincial ni nacional). Un buen observador puede advertir por estos días, echando una mirada sobre toda la prensa, qué medios están pagando deudas al fisco a través de la publicidad y cuáles no.
Afortunadamente, EL DIARIO pertenece a los habitantes de nuestras ciudades y pueblos. A los productores agropecuarios, a los industriales, a los profesionales, a las escuelas, a las universidades, a los estudiantes y a los trabajadores, a los empresarios Pyme, a los clubes, a los sindicatos, a los inundados, a los asaltados, a los que creen en Dios y a los que creen en el hombre… Por eso nuestros queridos canillitas extienden nuevamente hoy en su manos más de 5.000 ejemplares (*) que se multiplican por cuatro lectores en cada hogar, por decenas en los bares de cada una de nuestra localidades.
A todos ellos, a los miles de dueños de este diario, muy feliz aniversario.
Cooperativa de Trabajo «Comunicar» Ltda.
Editora de EL DIARIO del Centro del País
(*) Promedio diario de venta de ejemplares según el Instituto Verificador de Circulaciones (IVC)