Escribe Juan Pablo Morre
En el retorno de Heraldo Pereno, San Lorenzo igualó 1 a 1 con Unión Central en Las Perdices, donde no hubo adición por incidentes fuera del campo de juego
En un partido que mostró un cierre inesperado por un hecho de violencia fuera del campo de juego entre integrantes de ambas parcialidades, las cuales no estuvieron divididas en una grosera falla del operativo de seguridad, San Lorenzo y Unión Central sostuvieron un claro 1 a 1 en Las Perdices.
Pese al desenlace que empañó el espectáculo deportivo, la repartija de puntos quedó explicada en lo que aconteció en el campo de juego; es que, ambos buscaron el arco rival en el primer tiempo, donde se vieron las mejores intenciones ofensivas, y en el complemento, el encuentro resignó volumen de juego, bajó su intensidad en ataque y mermaron drásticamente las acciones de gol como para aspirar a la victoria.
El punto, en tanto, dejó mejor parado al visitante, que no terminó “invicto” en los dos cotejos consecutivos que animó de visitante, aunque lo tuvo para ganarlo en los primeros instantes del complemento, con claras acciones que Pablo Torres no logró finiquitar; ante esto, su técnico entendió que el empate era negocio y a eso se abocó en la última media hora, con sustituciones que le permitieron fortalecerse defensivamente.
El local, en el retorno de Heraldo Pereno en la conducción técnica, tuvo verticalidad por las bandas en el primer período, con la velocidad y habilidad de Guido Ferreyra y Lucas Bolatti, y fue allí donde mostró su mejor versión; pero en el complemento, se abocó a tener control de balón y ello no le trajo dividendos, pese a la búsqueda constante que siempre mostró.
De ida y vuelta, con claras chances, empezó el encuentro, y en ese panorama, el visitante relució su efectividad en la pelota parada, acción en el cual hizo mucho hincapié en el juego de ayer. Por lo que, luego de dos intervenciones acertadas del “Melli” López ante una media vuelta de Jonatan Silva y un tiro de zurda de Lucas Bolatti, en la otra área, en una acción que nació en un tiro de esquina, Diego Pedernera aprovechó un rebote en el palo y anotó el tempranero 1 a 0.
De todas maneras, apuntalado por el muy buen trabajo de Pedro Mancilla en la zona media -sin marcación fija del rival- el local encontró claridad en el armado de su juego, que ensanchó sus ataques mediante el muy buen trabajo de Lucas Bolatti y Ferreyra por los dos costados, y generó lo suficiente para equilibrar el marcador.
Sin embargo, el tanteador seguía en blanco para el anfitrión porque el pibe Ferreyra, quien hacía todo bien en la previa, decidía mal en la puntada final, Cesarini cabeceó apenas desviado en clara chance y “Jony” Silva se comió un gol increíble dentro del área chica (tiró elevado).
Hasta que, sobre los 37’, llegó el meritorio empate. Juan Medina captó un rebote tras un tiro de esquina, asistió con perfecto pase a Lucas Bolatti, quien envió el centro y la pelota le quedó a su hermano Facundo, quien en su única oportunidad de gol que le presentó el partido, estampó el 1 a 1 con direccionado “puntazo”, y que brindaba un marcador más acorde a lo acontecido en el juego.
Ya en el cierre del primer período, Unión acumuló amarillas por fuertes infracciones, por lo que el entretiempo le permitió volver al partido y estratégicamente planeó un complemento inteligente y provechoso.
A partir del trabajo de Brian Guerrero, muy bien apuntalado por Pedernera, quien estuvo impasable por arriba y abajo, tomó el control del juego y a través de los encuentros de Vaglio y Torres en ofensiva estuvo cerca del gol, pero este último desperdició una nítida chance de gol, tras quedar cara a cara con Sami Suárez.
Como respuesta, sincronizaron “Chila” Bolatti y Ferreyra, quien obligó a otra muy buena atajada de López.
Pese a esas chances, en la complementaria el trámite se cortó en reiteradas oportunidades, abundaron las faltas tácticas y el visitante custodió con acierto su arco; ante esto, Pereno apostó a modificaciones que no lograron torcer ese panorama, pese a los ingresos de Alvaro Nieva y Gastón Moyano por los hasta ese entonces productivos Ferreyra y Lucas Bolatti; ante esto, apeló a los pelotazos de Cesarini sin efectos positivos y tampoco logró sacarle jugo a la pelota parada.
Ante esto, quien jugó “su partido” fue el “Aurinegro”, que se animó en los minutos finales, con un par de piruetas sin peligrosidad de Geremía.
Por lo que, el juego se decantaba a un concreto empate en uno, pero en tiempo cumplido, surgió el hecho bochornoso de violencia, esta vez el sector de la nueva tribuna que construyó el local y que era evitable, en caso de haber estado claramente divididas ambas parcialidades; sin embargo, ante la vía libre a cualquier sector de la cancha, se produjo una trifulca entre simpatizantes de ambos clubes que, pese a la intervención de algunas personas ubicadas allí, creció en magnitud y que se diluyó con la actuación de los efectivos policiales (que, al momento en que empezó el hecho, en su mayoría se encontraban dentro del campo de juego). En consecuencia, el suceso generó mucho pavor en la mayoría de los presentes, la descompostura de una señora mayor, quien debió ser trasladada a un centro asistencial, y un cierre decoroso del partido (cuando se repuso el juego, el árbitro Rivadera lo terminó al instante).
La figura
Diego Pedernera
Anotó el gol de su equipo y, además, mostró oficio y seguridad en el rol que le correspondía, acortando muchos avances del local. En la visita también fue muy bueno lo de Brian Guerrero, en la zona media. En el local, en tanto, el juvenil Guido Ferreyra estuvo intratable en el primer tiempo, al igual que Lucas Bolatti, pero sus rendimientos mermaron en el complemento.
El árbitro
Cristian Rivadera
Le faltó temple para frenar el juego brusco que se visualizó en momentos del juego, apelando únicamente a la amonestación. De regular cometido, igual logró sostener sin grandes fisuras un trámite complicado. Sus asistentes mostraron aciertos.