Se llevó a cabo ayer un juicio abreviado en el que condenaron a cuatro meses y medio de prisión, ya cumplida, a un joven de Oliva que había pateado un móvil de Tránsito de esa ciudad y amenazado a un guardiacárcel
Había llegado a juicio por amenazar a un guardiacárcel y abollar a patadas un móvil de Tránsito en Oliva
“Sus acciones son más cercana a la mala conducta que a lo criminal“, dijo el fiscal Francisco Márquez a la hora de alegar en el juicio que se realizó ayer contra Américo Andrés Tornabene, un hombre de Oliva, de 33 años, conocido en su pueblo como “Maqueco“.
La instancia judicial tuvo la modalidad de abreviada, dado que reconoció los hechos que se le imputaron.
Tras los alegatos, el juez René Gandarillas dio a conocer la sentencia que, en coincidencia con lo pedido por el fiscal, fue de cuatro meses y medio de prisión con declaración de reincidencia.
Dado que ya llevaba ese tiempo detenido en la Unidad Penitenciaria del barrio Belgrano, ayer “Maqueco“ recuperó su libertad.
El magistrado, quien usualmente “habla“ por sus sentencias, se tomó la licencia en este caso para hacer una recomendación: “Señor Tornabene, ya no tiene 15 años. Su madre lo está esperando allí, lo recibirá en su casa y cuando está preso, lo visita en la cárcel. Si usted no cambia y no hace un tratamiento para curarse de su adicción, la verdadera condenada va a terminar siendo ella. Hágase cargo de usted y de ella“, le pidió Gandarillas.
Esther Tornabene, desde los bancos de la Cámara del Crimen, asentía, coincidiendo con el consejo del juez y sin perder la esperanza de que su hijo se encamine.
Los hechos
Américo Tornabene es un confeso adicto a la marihuana y la cocaína. También al alcohol.
Bajo los efectos de esas sustancias, hizo una serie de tropelías sin beneficio propio, sólo por no poder contener sus impulsos.
Los hechos que lo llevaron por segunda vez a la cárcel ocurrieron en Oliva, el 15 de octubre de 2015. Hacía una semana que “Maqueco“ había recuperado la libertad después de cumplir tres años de prisión en distintas cárceles de la provincia.
En esa jornada, estaba en el bar de “Yayo“, en su ciudad natal, donde discutió con un inspector de Tránsito. Tras insultarlo y ante la vista de todos los presentes, se dirigió al móvil de la Municipalidad para empezar a patearlo. Las abolladuras del vehículo oficial fueron la prueba de la reacción desmesurada del joven. Por ese hecho, se lo imputó por el delito de “daño calificado“.
El segundo caso por el que se lo juzgó a Tornabene ocurrió en la cárcel, cuando uno de los encargados de la seguridad lo llamó al orden. “Maqueco“, frente a eso, no tuvo la mejor idea que decirle que lo iba a matar cuando lo encontrara en un pasillo. Esto le valió la imputación por amenazas.
Américo Tornabene estuvo defendido por el letrado Manuel Toledo, quien en su alegato valoró la actitud del fiscal para entender la raíz de los hechos cometidos por el olivense. “Mi asistido tiene problemas, por eso también recomendé que se tratara por su adicción“, concluyó.
