Su esposa pidió ayuda a la sociedad para conseguirla. Aseguró, además, que se cansó de acudir al municipio y no recibir ninguna solución concreta
La historia de Ramón Andrada, un vecino del barrio San Juan Bautista, es realmente preocupante, pero seguramente encenderá esa llama solidaria y benéfica que, cada vez que así se le requiere, la sociedad villamariense y de la región demuestra para ayudar al prójimo.
El hombre, que tiene 57 años, sufre diversas complicaciones en su salud y, en un pedido desesperado de colaboración, solicitó la presencia de EL DIARIO en su domicilio para dar a conocer sus necesidades.
Allí nos recibió su esposa, Petrona Gaite, quien contó que «hace 10 años que Ramón se maneja en silla de ruedas, desde que le amputaron una pierna. Además, desde hace un tiempo sufre de sobrepeso, tiene problemas del corazón, diabetes, hipertensión, un riñón seco y otro que le funciona al 25%».
«Gracias a una pollada que hicimos, hace mucho tiempo le compramos una silla de ruedas especial debido a su peso, pero en estos momentos no la puede utilizar más porque está muy deteriorada», señaló.
Seguidamente aseguró que «la situación de mi marido es complicada, no puedo llevarlo a ningún lado por temor a que esa silla se quiebre».
«Es por eso que queremos pedirle encarecidamente a la sociedad su colaboración. La silla que Ramón necesita tiene un refuerzo especial por su peso», manifestó.
A la vez sostuvo que «una silla de esas características actualmente cuesta cerca de siete mil pesos y realmente no tenemos dinero para adquirirla».
«Ambos estamos enfermos, viviendo con nuestro hijo y no tenemos la posibilidad de trabajar para juntar el dinero que necesitamos para comprarla. Actualmente mi marido está utilizando una mesita con ruedas para desplazarse algunos pocos metros dentro de la casa», dijo.
La mujer indicó también que «una persona, para la cual Ramón trabajaba realizando tareas de mantenimiento antes de que le amputaran la primera pierna, nos ayuda con 800 pesos por mes, pero a ese dinero tenemos que utilizarlo para comprar los remedios que mi marido necesita diariamente».
Al mismo tiempo Petrona denunció: «Me cansé de pedir ayuda en la Municipalidad de Villa María, pero no recibo respuestas ni soluciones concretas».
«Me hacen ir al municipio varias veces y nunca nos brindan la ayuda que estamos necesitando. Estoy cansada de pedir colaboración y que todo sea en vano», lamentó.
En otro aspecto, pero siempre remarcando que en estos momentos lo primordial es conseguir la silla de ruedas especial para su esposo, la mujer pidió ayuda a la comunidad para conseguir chapas de 5 metros de ancho y 3 metros de largo que están necesitando para construirle una habitación a su marido.
Quienes puedan colaborar con Ramón deberán comunicarse con alguno de los siguientes celulares: (0353) 154064653 y (0353) 154196551.
“Una silla de esas características actualmente cuesta cerca de siete mil pesos y realmente no tenemos dinero para adquirirla”.