Cultura: una deuda pendiente en Villa Nueva
Soy Juan Pablo Ortiz (Amante), un ciudadano más que vive acá, que trabaja como docente en un CENMA y que se dedica desde hace más de diez años a la actuación. He invertido mucho tiempo en generar espacios de expresión, como BauHaus Casa de Arte (hoy Polaroid), donde varias figuras locales desarrollaron sus proyectos, en presentaciones multiartísticas, muchas de las cuales sirvieron como pantalla para mostrar sus producciones. Actualmente, sigo trabajando en bares y salas independientes, en ciclos de varieté, stand up y experiencias de teatro del oprimido, y es posible que hayan escuchado algunas intervenciones mías en radio.
En alguno de estos treinta y pico de años que me han dividido entre la Villa Nueva de mi corazón y la Villa María donde resido en la actualidad, seguramente también me han encontrado en la cola del supermercado, porque soy de acá…
Acá, precisamente, es el escenario en el que me desenvuelvo como actor, hacedor cultural, productor y todo lo que involucre mostrar el gran trabajo que realizan músicos, artistas plásticos, fotógrafos, escritores y muchas otras personas que dejan tiempo, energía -y plata, en muchos casos- para hacer de Villa María una de las ciudades más reconocidas en nuestra provincia por su producción artística.
Soy un convencido de que el arte es una herramienta social que tiene que estar AL ALCANCE DE TODOS, y ese TODOS es el motivo de estas líneas.
Como coordinador -durante años- del Centro de Actividades Juveniles del IPET 322 de la ciudad de Villa Nueva, me propuse, en ese espacio, acercar a los chicos de la ciudad al arte, sin necesidad de “cruzar el puente”; objetivo que se cumplió gracias al acompañamiento de directivos y de los mismos estudiantes, los cuales todavía asisten a los talleres, muchos incluso después de haber egresado o abandonado la institución. También me ofrecí, hace unos años, para trabajar ad honorem para la Municipalidad de Villa Nueva, solicitando únicamente un espacio en la Ex- Defensa Agrícola, la que se encuentra semiabandonada en la actualidad, y que es uno de los tantos edificios que pertenecen al Patrimonio Histórico de la ciudad. Ese pedido me fue denegado, argumentando que existía la posibilidad de trasladar el Corralón municipal allí.
El año pasado me reuní con el actual rector de la UNVM, por una inquietud puntual que al parecer compartíamos. Mi intención era manifestarle que las universidades estatales cometen desde hace muchos años un “descuido”, que perjudica directamente a Villa Nueva, y es no enriquecer su actividad cultural desde espacios artísticos de extensión dirigidos a la comunidad villanovense, considerando que esta ciudad, tradicionalmente, se encuentra ligada a actividades más populares, concentradas en las Fiestas Mayas, las Fiestas Patronales y los Carnavales, generadas desde espacios públicos como escuelas, o desde la Municipalidad.
Es de público conocimiento que no hay cine ni espacios INCAA ni teatros ni siquiera un amplio lugar público donde poder reunirse “del otro lado del charco”. De hecho, el SUM de la escuela Pablo VI o el del IPET 322 y sólo una Casa de la Cultura que funciona también como museo y oficinas, son los espacios a los que acude la gente para realizar ensayos de grupos o presentaciones artísticas, y resultan insuficientes y hasta inadecuados para las necesidades de los interesados. Tal vez estos son reclamos que deberían encomendarse a otras instituciones (secretarías, ministerios o empresas) pero que no está de más recordarles a los representantes de la Universidad pública, espacio por excelencia de producción de conocimiento y de movilidad artística e intelectual, y a las personas que deban analizar, planificar o demandar acciones concretas a quienes corresponda, para atender esta ineludible necesidad de expansión cultural que se produce en Villa María y que parece excluir a Villa Nueva de su influencia.
Soy uno de los tantos a los que les molestan las quejas y que no creen que compartir un posteo en las redes sociales me libere de culpa y cargo. Pero ya que recién comenzamos el año, y en medio de los ajustes y los “cambios”, espero que no se siga dejando en segundo plano la promoción y acceso a la cultura de una ciudad hermana, que está cruzando el río, nomás.
Juan Pablo Ortiz (Amante)
Artista y docente de Villa María y Villa Nueva