Bomberos navegaron un tramo importante del río Ctalamochita para despejar dudas y tienen más claridad sobre el origen de las aguas que continúan invadiendo la localidad
Los funcionarios del Gobierno provincial y representantes de la localidad de Pozo del Molle volvieron a sobrevolar la zona del nacimiento de la cuenca, mientras una dotación de Bomberos Voluntarios navegó más de 20 kilómetros en el río Ctalamochita para inspeccionar y descartar dudas sobre el origen de las aguas que inundan la localidad.
Tal como lo apreciaron en el vuelo del miércoles, las autoridades indicaron que «fue importante porque detectamos algunos desbordes de lagunas, una de ellas llamada La Lorenza, son algunos de los aportes a la cuenca».
En esa zona, explicó Edgar Casteló, de Recursos Hídricos de la provincia, «brotaría el agua» y advirtió que «hay más de 10 kilómetros de allí al río». En ese sentido, sentenció que «no hay y no es apreciable una conexión del río».
En la misma línea, marcó que pudieron ver «vertientes y escurrimientos naturales, caminos que se transforman en canales y todo se hace una masa de agua importante, sumando las lagunas, y teniendo en cuenta que en el último período tuvieron en la zona cuatro lluvias de 100mm».
Por el río
El jefe del cuerpo de Bomberos de Pozo del Molle, Juan Albornoz, dijo a EL DIARIO que navegaron un tramo de 10 kilómetros hacia cada lado de Pampayasta Norte, con dos embarcaciones aportadas por personal de Rescate Acuático de sus pares de Villa María y Hernando, junto con jefes de las regionales Nº2 y Nº5, a quienes agradeció la predisposición.
«No detectamos ninguna irregularidad», afirmó Albornoz. Añadió que en la zona pudieron observar «muchas vertientes y ojos de agua, lo que deja en claro que el caudal de agua que llega a nuestra localidad es producto de una conjunción de factores, de los que se descarta un desvío o canal del río».
«Ahora somos más los que vimos y tuvimos acompañamiento de servidores de otras localidades que lo confirman». Nosotros ya teníamos este punto de vista y lo ratificamos, para que no queden dudas y poder brindar tranquilidad», dijo dando por tierra las versiones de canalizaciones intencionadas para evitar inundaciones en ciudades como Villa María y Bell Ville, que durante 2014 y 1015 sufrieron la invasión de las aguas del Ctalamochita.
Luego de recorrer «palmo a palmo» el cauce, expresó que «no hay que descartar lo más importante, que es la canalización de los arroyos Asna, Manantial y Acequión, una obra que debió comenzar hace tiempo y lo que nos va a llevar más tranquilidad».
Por último, apuntó que «la masa hídrica que se ve desde el aire (Albornoz fue parte del primer vuelo, el miércoles) va transitando por caminos y canales clandestinos hasta llegar al Molle. Queda evaluar entre todas las partes y definir medidas para un plan de acción».
En análisis
En la reunión desarrollada durante la mañana de ayer, vecinos autoconvocados y funcionarios municipales y provinciales, analizaron «de dónde proviene tanta agua» a la espera de las novedades de quienes estaban navegando el Ctalamochita.
El caudal se mantuvo en las calles y las obras continuaron, pero con el estado del piso y los pronósticos, restan unos tres días de tarea, para finalizar la canalización que rodea a la localidad.
«La Lorenza»
En un campo ubicado al noroeste de la ruta provincial 10 existe una laguna, que a mediados del siglo pasado (1947) abarcaba dos o tres hectáreas, producto de una vertiente. Allí se inició la cabaña El Manantial. Ese resulta apenas un dato anecdótico que coincide con el arroyo que nace más abajo, del mismo nombre.
Los productores se trasladaron años más tarde a un campo cercano, la estancia «La Lorenza» (atravesada en el medio por la misma carretera) que entre sus tierras tiene «un gran bajo». Entre la anterior locación y la segunda, hay un camino de la red secundaria rural (diagonal). La primera laguna desborda producto de las vertientes e hilos de agua que la alimentan, provenientes desde Villa Ascasubi y de allí la masa hídrica llena ese bajo grande de «La Lorenza».
Se forman así dos espejos de agua de 50 y de 130 hectáreas en apenas dos campos, donde el agua cruza camino y ruta.
Esas aguas, precisaron productores de la zona, abultadas por las copiosas lluvias de más de 200mm en las últimas dos semanas, en suelos que ya no absorben y cuentan con napas freáticas a menos de un metro de la superficie (70cm), son las que llegan a James Craik, avanzan hacia Los Zorros y tomando diversos caminos transitan por la localidad de Pozo del Molle con la fuerza de un río. La pendiente natural que superaría los 100 metros, según las cartas de suelos citadas por los lugareños.
Microembalses
Hacia Villa Ascasubi, en ese cuadrante que se dibuja entre esta localidad, Pampayasta, James Craik y Oliva, existe un sistema de lagunas, similar a los microembalses que quiere construir y sostienen como necesarios las autoridades de Recursos Hídricos. «Es lo que quieren hacer, que estaban naturales, son bajos que retardan el agua y podrían regular el escurrimiento, pero con las lluvias que se dieron este año, están llenas y se produce como si fuera una falla», consideró un productor de la zona.
Aportó que «rebalsan y avanzan». Opinó que «en los dos o tres años anteriores las lluvias intensas se dieron en la parte de las sierras y entonces el agua iba a los embalses y de allí por el río, pero ahora llueve acá y el agua escurre hacia otro lado, no va hacia el río».
«En las últimas semanas tuvimos dos lluvias grandes de 100mm cada una, aproximadamente», indicó.
Complicados
Por su parte, el presidente comunal de Pampayasta Norte y titular de la comunidad regional Tercero Arriba, Franco Paludi, manifestó su preocupación porque «los productores lecheros están sacando la leche por donde pueden, porque los caminos están intransitables. Dan una extensa vuelta para llegar a un ripio». Indicó que esperan «días de calma» en cuanto al clima, porque la cosecha de maíz y soja hay que levantarla.
«Las lluvias escurrían, pero con las napas a flor de suelo, pasarán semanas antes que podamos entrar a los campos con las cosechadoras», lamentó un productor.
Paludi también se refirió a las hipótesis de canalización y reiteró que «no existe tal posibilidad», a la vez que abonó: «Entre Pampayasta y James Craik las napas florecen».
La Promo 2017 está construyendo pasarelas para que los vecinos crucen de vereda a vereda y así aliviaron tanto el movimiento de los inundados como la enorme tarea que vienen realizando Bomberos Voluntarios y empleados municipales.