Una mujer mostró las precarias condiciones que tiene su hogar y elevó un pedido a la sociedad villamariense para intentar arreglar el lugar donde vive con sus cuatro hijos

Karina Peironel vive junto a su esposo y sus cuatro hijos (de 14, 11, 10 y 5 años) en una humilde casa en el barrio San Martín, en Mendoza y Cánova, y las precarias condiciones de ese hogar hicieron que se viera obligada a tener que solicitar ayuda para poder dignificar su vivienda.

“Necesito que mis hijos tengan un lugar decente donde vivir”, apuntó la vecina del barrio San Martín.

Al ingresar a la vivienda, lo primero que se observa es el aspecto débil y gastado de las paredes y techo, sin cielorraso ni revoque y con grandes signos de humedad. Las vigas están a la vista y apenas si se pueden apreciar algunos arreglos que intentaron hacer Karina y su esposo para sostener en pie la vivienda.

“Cuando llueve, gotea sobre la cama, se me mojan todos los colchones y colchas y cada gota de agua que cae hace que se caiga otro pedazo de techo”, contó Karina, quien agregó que pese a la debilidad que presenta el techo, “tengo que subirme para sacar el agua acumulada porque se queda ahí y se me va a venir abajo en cualquier momento”.

La señora reconoció que llegó a ese lugar usurpando, cuando tenía 12 años y que por eso no encuentra respuesta a sus pedidos de ayuda en el Estado municipal. “Hoy tengo 32 años y jamás apareció alguien a reclamar el lugar, pero desde la Municipalidad me dicen que no pueden ayudarme porque esto no es mío”, apuntó.

Según afirmó, “fui a la Municipalidad un montón de veces a pedir que me ayuden, yo no quiero que me den una casa, sino que me ayuden a arreglarla o al menos me den algún colchón y cobijas para pasar el frío”. Karina mostró que con lo único que calefacciona la casa, que tiene tres pequeños ambientes, es prendiendo una hornalla de la cocina.

“La casa se me está viniendo abajo, necesito vivir en condiciones más dignas para mis hijos porque esto ya es insoportable”, resaltó al pedir que se eleve su pedido a la sociedad villamariense.

Según remarcó Karina, sus dos hijas padecen diferentes enfermedades, una sufre de enanismo y otra de asma, por lo que “vivir en un lugar con estas condiciones hace las cosas más difíciles”.

“Hemos intentado arreglar como se puede, pero no puedo vivir así con las criaturas”, agregó.

Quienes deseen colaborar con Karina y su familia pueden comunicarse al 154773743