Suele tener “cara de triste” o “de malo”, pero el boxer es considerado un perro poderoso.
De tamaño medio y de cuerpo cuadrado (su longitud es igual a su altura), con pelaje corto y brillante, leonado y atigrado, con máscara negra, es un perro de mandíbula fuerte, para respetar.
No obstante, el boxer es alegre, juguetón, curioso, confiado y lleno de energía. Aunque es una raza de trabajo, es un perro muy juguetón incluso cuando es adulto. Esto lo ha convertido en un perro preferido por las familias que tienen niños pequeños.
Claro que el boxer también tiene un fuerte impulso de presa y es temible cuando se enfrenta a un adversario. Debido a esto, ha sido muy utilizado como perro de guarda y defensa. Sin embargo, sus belfos colgantes y su nariz achatada le dificultan la intensa actividad de un perro de protección.
Además, aunque tiende a ser sociable con las personas y con otros perros, es importante socializarlo y educarlo desde cachorro ya que su gran fuerza representa un riesgo si es que no se lo educa correctamente.
En cuanto a su salud, puede presentar tendencia a desarrollar ciertas enfermedades de consideración. Entre estas se encuentran los problemas cardíacos, la displasia de cadera, la torsión gástrica y, con menos frecuencia, la epilepsia.
El boxer también tiene tendencia a la aparición de tumores después de los ocho años, por lo que es bueno hacerle revisiones veterinarias periódicas.
Aunque el boxer es una raza activa, presenta dificultades respiratorias debido a su hocico achatado. Por tanto, es recomendable no someterlo a ejercicios intensos en climas cálidos.
Los climas muy fríos tampoco son adecuados para esta raza, porque su pelaje no le proporciona suficiente protección contra temperaturas muy bajas. Es bueno, por tanto, tener algún abrigo para tu boxer si vives en una zona fría.
El boxer es un animal activo que requiere mucho ejercicio diario. Sin embargo, se adapta bien a la vida en un departamento, siempre y cuando cuente con paseos diarios y suficiente compañía.
Así lo entendieron quienes lo conocieron por primera vez: los alemanes.