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“Ganar en el Bafici es una sorpresa que nos descoloca a todos”

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“Ganar en el Bafici es una sorpresa que nos descoloca a todos”
Darío Mascambroni

 Su primer largometraje “Primero enero” se alzó como “Mejor Película” en la competencia argentina

Darío conversa con Valentino Rossi, el pequeño hijo del escritor Jorge Rossi, y primo del joven director, antes de una escena. Tanto el niño como su papá actúan en la película que Mascambroni filmó en las sierras
Darío conversa con Valentino Rossi, el pequeño hijo del escritor Jorge Rossi, y primo del joven director, antes de una escena. Tanto el niño como su papá actúan en la película que Mascambroni filmó en las sierras

Cuando Darío Mascambroni recibió ayer la llamada de EL DIARIO faltaba una hora para que se dirigiera hacia la Usina del Arte a recibir el premio a la “mejor película” en la Competencia Argentina del Festival Internacional de Cine Independiente (Bafici), de Buenos Aires.

Cerca del mediodía se había repetido su nombre en la conferencia oficial del evento, donde se anunció la lista de galardones para la prensa. El filme en cuestión se llama “Primero enero”, y como en un juego de palabras -significativo para el equipo realizador y literal para la narración de la trama-, se trata del primer largometraje materializado por el joven director villamariense.

“El premio es una sorpresa que nos descoloca a todos”, responde desde el otro lado de la línea. “Nosotros ya estábamos satisfechos por haber llegado hasta acá”, acotó.

Darío, egresado de La Metro de Córdoba, comenzó a idear la película después del Festival de Cine de Mar del Plata en 2013. Para dotar al plantel actoral convocó a distintos parientes: su tío, el escritor local Jorge Rossi y su hijito Valentino Rossi (que durante el “enero” del filme cumpliría sus tiernos 7 años), más una prima segunda, Eva López.

En la faz técnica y de producción se sumarían estudiantes de la UNC y de nuestra UNVM, como Julián Palacios, quien también participó del Bafici pero dentro de un campus de talentos.

El título de la “peli”, que contó con el financiamiento de su familia, la productora “Laly” Moyano y su pareja Florencia Wehbe, refiere al inicio de actividades que el padre de una familia decide llevar a cabo en cierto orden cronológico.

Consultado por la distinción, remarca la importancia de que se reconozca una labor desarrollada fuera de la centralidad bonaerense. “Se entiende que los premios no se dan de acuerdo a la procedencia de los realizadores sino por el trabajo mismo. Además, esto da visibilidad a lo que hacemos en el interior y ayuda a promocionarlo”, puntualizó.

 

“Un premio para el equipo”

Semanas atrás, el periodista Iván Wielikosielek le preguntó en estas páginas qué significaba participar del Bafici. Darío había respondido: “Me gusta pensar en lo que un festival como éste puede aportarle a la película y no en los criterios de selección. En primera instancia significa un estreno de calidad y con la posibilidad de dialogar con el público sobre la experiencia. Es un premio para el equipo y en lo personal lo tomo como un espacio de aprendizaje. Una película no existe hasta que no sufre la instancia de proyección. En este caso, el festival asegura una gran cantidad de público y acorta la distancia entre realizadores y espectadores”.