
El “Millonario” goleó 3 a 0 en el “Pozo” a San Lorenzo de Las Playas y lo superó en la tabla de posiciones en el inicio de la segunda rueda

Escribe Juan Pablo Morre
En la fría siesta villamariense, River obtuvo un claro 3 a 0 de local ante San Lorenzo de Las Playas en un regular partido que el “millonario” resolvió con eficacia y solvencia frente a un rival irresoluto en todas sus líneas y que a excepción de la reacción que mostró en el cierre del primer tiempo, no tuvo el impulso de otros partidos y terminó rendido ante el mejor papel del rival.
Con un nivel progresivo más allá de ese “bache” que mostró en el último cuarto del primer período, el anfitrión hizo todos los méritos para quedarse con el triunfo que, matemáticamente hablando, le permite sostenerse con ambiciones en el certamen, pese a que los altibajos le impiden un presente más óptimo.
River, con su postura táctica, mostró desde el minuto cero sus ambiciones de quedarse con la victoria, ubicando mucha gente en campo rival y sacándole réditos a la velocidad y desbordes de Maximiliano Tissera, quien, cuando entra en acción, es determinante; sin embargo, le costó lastimar a un rival que achicó los espacios para atrás y siguió a pleno el libreto de impedirle el “primer pase” en la zona media al local.
No obstante, cuando parecía que River empezaba a dilucidarse en sus propias falencias, apareció el gol de Julián López, sacándole máximo provecho a un yerro defensivo del local y también el “piso” del campo de juego le jugó a su favor porque un “pique” dejó sin chances a Gabriel Brouet de atajar el remate al primer palo del volante local.
La apertura en el marcador le brindó mayor confianza al “Millonario”, que a partir de allí acentuó su predominio, pero falló en dos chances muy claras; en primera instancia, Brouet le desvió un cabezazo con destino de red a Dino Gagliese (tras centro de Tissera) y más tarde Brusa se “comió” un gol increíble (le picó mal el balón al momento de definir) en una excelente réplica de los dirigidos por Daniel Bachanini.
De a poco, el empuje de Cristian Delgado desde atrás y una mayor participación de Leandro Colliard y Pablo Moroncini en la zona media, donde River empezó a equivocarse por querer “tener de más” la pelota, hizo que el equipo de Brouet reflejará su mejores minutos e inquietó con sendos tiros elevados de sus atacantes, Lucas De Zárate y Jonathan Ludueña.
Sin embargo, River después del entretiempo recuperó el control del juego y con un concentrado trabajo colectivo, que se acopló a la claridad y dominio de la dupla García-Manzanares, empezó a justificar la victoria parcial y que amplió con dos acciones calcadas.
Previo a los goles, López y Gagliese, con sendos disparos, pusieron en aprietos al arquero rival, quien se fue remplazado por lesión, acentuando los inconvenientes (luego se quedó con 10 por la roja a Tolaba) que tuvo el “Santo” en el juego, donde extrañó en demasía la verticalidad de Iván Sánchez y, además, la errónea tarde que tuvo Moroncini.
A los 12 minutos, un tiro libre centro de Manzanares encontró el perfecto cabezazo de Gagliese, quien anotó el 2 a 0; ese gol, terminó sentenciado el juego, pese a que aun restaba mucho por recorrer.
Por lo que, con el partido absolutamente definido, sólo hubo tiempo para el gol que certificó la goleada de 3 a 0 en el “Pozo” y que marcó, con cabezazo cruzado, el defensor Marcos Casanova, tras otro centro de Manzanares.
La figura
Agustín Manzanares. El juvenil “millonario” mostró control y claridad con la pelota y, además, le agregó dos ejecuciones perfectas para asistir en el segundo y tercer gol de su equipo. A su lado, Cristian García, pese a que a veces “la tiene de más”, impuso condiciones en una zona muy transitada. Russo, voz de mando y experiencia desde el fondo.
El árbitro
Gabriel Pérez Regular. actuación del referí. Pese a no tener grandes sobresaltos y utilizar criteriosamente el diálogo con los protagonistas para sostener el control del partido a su merced, cometió errores técnicos y en reiteradas oportunidades únicamente siguió la pelota, perdiendo “de vista” infracciones claras.